Advertencia: Contenido adulto.
-No tan rápido preciosa. -Se levanta de la silla y se dirige hasta mí ¿Pero que más quiere después de semejante humillación? me pongo de frente a la puerta, no quiero ver su cara ni un segundo más y si hablo de seguro que se me sale el llanto retenido. Se queda muy cerca detrás de mí, lo puedo sentir perfectamente.
-No he dicho que te puedes ir, no he terminado aún. -Que cruel es, que más le puede quedar por decir, esto me pasa por seguir los consejos de Emily y de mi corazón, no debí haber venido. -Mírame. -me exige, pero no puedo hacer eso, seria humillante. No me muevo y el me agarra por el hombro y me obliga a girar, quedamos de frente pero aun así no lo miro. Como se atreve a tan siquiera ponerme una mano encima.
-Me faltó decirte que desde que te conocí mi vida también cambió y me gusta mucho más ahora que tú estás en ella porque eres esa chica especial que llega en cierto momento de la vida de un hombre y te metes tan dentro que te vuelves como una parte de él, me faltó decirte que también te quiero más de lo que te imaginas y que fui un tonto al actuar como lo hice, aunque hubieran razones de peso, que nunca me cansaré de buscarte donde quiera que te escondas y que estoy dispuesto a pelear con mil hombres más por ti. Solo por ti.
Mi corazón vuelve a latir después de tantos minutos detenido y mi cara toma color nuevamente, mi cuerpo se relaja ante esas palabras, estoy peor que antes porque no sé cómo actuar, pensé que me estaba dejando y resulta que solo me intentaba decir que empezáramos de nuevo, que tonta, no me las creo. Lo miro y sus ojos brillan, yo estoy tan feliz que siento unas ganas inmensas de llorar.
-No sabes lo feliz que me siento de que por fin hayas aceptado que nacimos el uno para el otro y que te hayas arriesgado a venir a buscarme. Abril te quiero y te querré siempre pase lo que pase.
Me acaricia el rostro con ternura. Su caricia me recuerda cada uno de los momentos más bonitos que hemos vivido. Pongo mi mano sobre la suya y la acaricio, bajo mi mirada hasta sus labios y sin pensarlo dos veces me lanzo sobre él y lo beso como siempre he querido hacerlo, con mucha determinación, sus labios son lo mejor que he probado en mi vida, podría vivir besándolo y no me cansaría, me agarra por la cintura y me abraza fuerte mientras responde el beso con intensidad, sentirlo nuevamente me hace muy bien, me devuelve a la vida.
-Estas muy hermosa hoy. -me dice sin dejar de besarme. Yo sonrió en sus labios. Me pone contra la puerta y me besa el cuello mientras yo me agarro fuerte a sus brazos. Sus manos bajan hasta mi trasero y me aprieta. Necesitaba sentirme así otra vez, es tan sensual todo. Suelto un gemido y él toma nuevamente mi boca, me agarra una pierna por encima de la rodilla y la apoya contra su cadera mientras su mano va subiendo por ella, acariciándome, llega al borde del vestido y se detiene. Ni me besa ni me toca. Ahora que pasó, yo quiero que siga.
Thiago.
El hecho de tener a Abril aquí en mi apartamento, que queda bastante lejos del suyo, un domingo, después de haber dado por terminada esta relación, para mi resulta asombroso. Sé que notó mi cara de sorpresa porque a quien esperaba era a la señorita Tyler que supuse, vendría a insultarme por el espectáculo de anoche y pensé aprovecharme de eso para saber cómo se encontraba Abril, pero cuando la vi delante de mí no me lo creía.
Después de la charla que tuvimos me quede pensando en lo mucho que me fascina y me complace saber que ella también quiere estar conmigo y que si lo dudó por una u otra razón tomó el riesgo de venir a remediarlo, esta tan sexy, ese vestido se le pega al cuerpo de una manera tan sensual que me tiene loco, idiotizado. Aun así, he dejado que sea ella quien hable esta vez un poco más, desde que nos conocemos he sido yo quien ha tenido la palabra en cuanto a esta relación, reconozco que me equivoque en algunas cosas, sin embargo, necesitaba saber que quiere y que siente. Y después de todo aquí estoy, muerto por ella, por tenerla entre mis brazos otra vez y hacerla gritar mi nombre, por hundirme en ella y no dejarla ir jamás, sus besos son mi deleite, me tientan y me dejan con ganas de más, no quiero presionarla pero mis instintos más básicos me exigen que la acaricie un poco y mi mano cobra vida propia, va bajando por la curvatura de su espalda y se posa en su perfecto trasero la aprieto contra mí y profundizo el beso, lo necesito y ella también, tomo una de sus piernas la apoyo en mi cadera, en esta posición estamos más pegados y se siente bien, ella gime y me hace desearla más.
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Esta Vez Te Salvaste
RomanceRomance entre Abril Stone una joven estudiante de arte moderno y Santiago Jones un arquitecto codiciado y muy conocido en la sociedad. Todos los derechos reservados. Se prohíbe cualquier copia o reproducción, parcial o total de esta obra. Registrad...