Capítulo 38

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Abril

Hoy es mi cumpleaños, un año más de vida y le doy gracias al universo por ello, soy absolutamente feliz, tengo a mi lado personas que me quieren y me aprecian, tengo unos padres fabulosos, una amiga hermana, un amigo hermoso y un hombre espectacular a mi lado, tengo un trabajo, una profesión... por ahora sólo pido más tiempo para disfrutar de todo esto.

-Buenos días bella durmiente ¿cómo amanece la cumpleañera más hermosa de todo el universo? –Santhiago se acerca a la cama, me ha traído desayuno. Yo me desperezo y sonrío.

-Muy bien, mejor de lo que merezco después de lo mal que me porte anoche. – Él sonríe.

-He creado un monstruo sexual. –Dice con dramatismo y yo rio. Me acaricia y aparta un mechón de pelo que me cae por el rostro. Me mira fijamente. -Deseo que cumplas muchos años más y que sea a mi lado, yo me encargaré que cada uno sea mejor que el anterior. Te amo. –Sus palabras me abruman, a veces me pregunto que hice para merecer tanto. Sonrío y beso su mano. –Ahora come porque va a ser un día largo. ¿Qué quieres hacer? –Se sienta a mi lado y yo me levanto para probar ese rico desayuno hecho por él.

-Después del trabajo he quedado de salir con mi mamá. –Me mira interesado. –Después con Emily y John. –Hace un gesto que me deja ver que no le agrada para nada la idea. –Siempre salimos en nuestros cumpleaños. –le aclaro. -Y después soy toda tuya. –Le sonrío y le doy un beso.

-Y yo que pensaba que estaba de primero en tus planes. –Hace un mohín, pero sé que está de broma, le pongo algo de helado en la nariz y se limpia divertido. –No me gusta nada tu amigo, pero por ser un día especial me lo paso.

Le hago un puchero y sigo comiendo, esta todo riquísimo. Minutos después ya ha tomado su baño, está listo para su día de trabajo, quisiera pasar todo el día con él, pero debo sacar tiempo para los demás también, desde que estamos juntos he dejado de compartir con mis amigos y creo que no debería ser así. Se acerca me da un beso delicioso y se despide.

–Diviértete nena. Te llamo más tarde para que salgamos ¿vale? –Yo asiento encantada y se va. Me quedo ahí en la cama unos minutos más hasta que mi cuerpo se resigna a levantarse.

En la oficina me tenían una sorpresa hermosa, me decoraron el escritorio divino, tengo globos, flores, dulces, galletas, muchos mensajitos bonitos de felicitaciones, estoy muy feliz y agradecida con ellos. John me ha regalado una pulsera de plata divina, tiene mi inicial y una caja de chocolates ¿Qué más le puedo pedir a la vida?

Todo mi día transcurre entre mensajes y llamadas de muchas personas que no pensé que tuvieran presente esta fecha, me hacen sentir muy querida y lo agradezco inmensamente. Aunque es extraño que Emily no haya aparecido en el apartamento de Santhiago con alguna sorpresa o algo fuera de lo normal, ella de una forma u otra me sorprende y esta vez tan sólo me ha llamado, posiblemente se está olvidando de mí. Estoy nostálgica, lo sé.

En el trabajo todo fluye estoy de muy buen ánimo concentrada en lo que debo hacer, cuando de repente me llega un mensaje al correo de un remitente nuevo. Dice:

«Espero que tengas un día fabuloso, lleno de sorpresas, cosas bonitas y rodeada de los que más te quieren, te recuerda con cariño, Samuel».

Feliz Cumpleaños.

Hace mucho tiempo no sabía nada de él, desde el inconveniente con las rosas. Me sorprende gratamente su mensaje, pero también me deja con un sin sabor ¿cómo consiguió mi dirección de correo? Y ¿cómo sabe que hoy es mi cumpleaños? Hasta donde recuerdo nunca hablamos de eso y tampoco no le di más datos míos aparte de mi número celular. A veces simplemente soy demasiado curiosa y tal vez paranoica, este hombre desde siempre me ha parecido muy extraño, es agradable y todo, pero hay algo que no sé. Decido dejar todo así, agradezco su intensión, pero mejor hago caso omiso al mensaje, justo hoy no quiero andar pensando mal, creo que con ignorarlo basta.

Esta Vez Te SalvasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora