Thiago.
-Tienes que recomponerte hermano, no puedes seguir así. -Son las palabras que Max me repite en cada oportunidad que se le presenta, han pasado tres semanas desde que Abril desapareció, no he tenido noticia alguna de ella y esto es insoportable, la incertidumbre y el temor me impiden seguir con mi vida normal. No se que he hecho para merecer esto, lo que sucede con la empresa, el engaño de mis padres, un hermano que me odia y la mujer que amo desaparecida. Nunca me había sentido tan impotente ¿que estoy pagando?
Los primeros días fueron terribles, imaginándome cualquier cantidad de cosas, el equipo de seguridad privada que trabaja para mí se ha encargado de hacer miles de investigaciones y todas nos lleva a lo mismo, secuestradores invisibles, es insólito cómo entraron al edificio, durmieron al vigilante y desactivaron todas las cámaras de seguridad, no hay ningún rastro de ellos, solo la bolsa de Abril y las llaves del auto en el piso del parqueadero, nadie ha podido dar más información. No sé de qué se trate porque no he recibido ningún mensaje amenazante ni chantaje, no sé de qué diablos va esto, he movido cielo y tierra para encontrarla, ya no sé qué más hacer. Y aquí está Max, intentando animarme para regresar a una empresa que posiblemente vaya a perder dentro de poco tiempo.
-Debes pensar en ella, no te puedes dejar vencer. –Me dice.
-Pienso en ella, todo el maldito tiempo pienso en ella. ¡Te imaginas lo que ha de estar sufriendo, le deben estar haciendo daño de una manera que no quiero ni imaginarme!
- ¡Entonces levántate y lucha! ella es fuerte y lo va a aguantar, lo que sea que le estén haciendo ella lo soportará, pero debes luchar por ella, al abandonarte tú la abandonas a ella.
-Siento que ya no puedo más... -un sollozo escapa de mi boca- es como si con ella me hubieran llevado a mí también.
-No hermano, no, aquí estamos contigo, tu nunca te has rendido ¿Por qué hacerlo ahora cuando la mujer de tu vida te necesita? Levántate y encuéntrala, ella espera por ti.
-Buenos días. -Saludo a las señoritas Smith y Thorner que se encuentran detrás del cubículo como siempre, a pesar del altercado con la señorita Lockhart ellas salieron ilesas y me tranquiliza porque eso me dice que no estuve tan mal con mis elecciones. -Por favor, tráiganme los pendientes a mi escritorio. -les ordeno mientras ellas se miran con asombro y algo de alegría en sus rostros, su sorpresa no es para menos, pues llevo dos semanas alejado de mis deberes, cosa que no es común en un señor tan cuadriculado como lo soy yo.
Entro en mi oficina y se respira un nuevo aire, la veo distinta, se siente una soledad inmensa, un vacío, es extraño. Camino hasta mi escritorio, lo rodeo y me siento, mientras voy identificando cada una de las cosas que lo decoran, el ordenador, la porta lápices, un reloj, dos agendas de trabajo, una foto de mis padres y yo, cuando andábamos en unas vacaciones y al lado de esta, una foto de Abril un día cualquiera, se la robé de su apartamento y creo que no se entera aún. De varias que tenía, escogí esa porque ahí se ve tan tranquila, con esa sonrisa que te alegra el corazón y esos ojos que brillan e iluminan el alma, mi alma... le paso mi dedo índice por su rostro como si realmente pudiera tocar su piel, la extraño tanto, tanto, y me enfurece no saber nada de ella, esta espera es insoportable, extraño su presencia, sus besos, su voz, me duele el alma no tenerla conmigo. Juro que quien me esté privando de ella va a pagar y muy caro. Una lágrima escapa de mis ojos y me doy cuenta de que estos días la vida me ha demostrado que soy más humano de lo que pensé, que tengo muchos sentimientos y que mi cerebro no ha podido dominar mis sentidos, sigo siendo un hombre de carne hueso que ama intensamente.
- Con permiso señor. -entra la señorita Thorner con los pendientes del día y me limpio el rostro rápidamente mientras compongo mi postura en la silla. -Aquí están los documentos pendientes por firmar, estas son los contratos nuevos que debe leer y, por último, la lista de correos que esperan su respuesta. -me dice y deja varios documentos y notas sobre el escritorio que contienen todo lo que me ha dicho. Hay demasiado trabajo represado, la lista es larga. Agradezco su atención, sale de mi oficina y me propongo al menos por hoy, concentrarme en esto y en la investigación sobre el secuestro de Abril.
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Esta Vez Te Salvaste
RomanceRomance entre Abril Stone una joven estudiante de arte moderno y Santiago Jones un arquitecto codiciado y muy conocido en la sociedad. Todos los derechos reservados. Se prohíbe cualquier copia o reproducción, parcial o total de esta obra. Registrad...