Esta Vez Te Salvaste

Capítulo 39

Abril

Santhiago no fue capaz de hablar en todo el camino, se le veía muy preocupado y en cuanto llegamos a la mansión, ignoro por completo el saludo de su mayordomo al que también se le veía cara de acontecimiento, algo grave está sucediendo aquí, pensé.

Santhiago me lleva de una mano para el despacho de su padre, sus pasos son muy largos, casi que tengo que correr para seguirle el ritmo. Entramos y nos encontramos con su madre que al parecer ha llorado mucho.

-Madre. –le dice Santhiago mientras se abalanza sobre ella, es un alivio verla bien físicamente.

-Buenas noches señora Kathie. –La saludo.

-Buenas noches cariño, espero que hayas tenido un cumpleaños feliz. –Sonrió un poco, la verdad es que no fue tan feliz como lo esperaba, pero no me quejo, ya es más de media noche así que feliz si fue. -Por favor siéntense, necesito hablar con ustedes y no podía quedarme con esto un minuto más. –Dice, Santhiago está muy inquieto aún. –Yo necesito pedirles perdón a los dos, porque por miedo a perder, cometí muchos errores que ahora les afectan a ustedes directamente. - ¿y a mí por qué? No entiendo nada.

–Hijo, cuando yo conocí a tu papá, supe que él era el hombre ideal, el padre de mis hijos, mi todo. Nuestras familias se encargaron de que así fuera de algún modo. Fuimos felices, tú fuiste su mayor tesoro y lo sigues siendo para mí, nunca lo olvides. Lo que hice, fue pensando en nuestro bienestar.

-Por favor, madre, dime que está pasando para que no hayas podido esperar a que amaneciera ¿Por qué hablas de mi padre? habla de una buena vez. –Santhiago esta intranquilo. Tomo una de sus manos y le aprieto fuerte, quiero que sepa que estoy aquí con él, pase lo que pase. La señora Kathie no puede retener una lágrima que lucha por salir y finalmente rueda por su mejilla.

-Tu padre sostuvo una relación con otra mujer durante un largo tiempo, ya llevábamos bastante de casados y él se negaba a terminar esa relación. –Santhiago niega con la cabeza. –Yo siempre lo supe, le pedí que la dejara, pero él no podía, estaba enamorado de ella y yo me negaba a dejarlo ir de nuestro lado, sufrí mucho, sin embargo, luché por sacar esta familia a flote. –Se le quiebra la voz. Yo también estoy sintiendo ganas de llorar, pero siento que debo ser fuerte por ellos.

–Cuando faltaba un mes para tu cumpleaños número tres, empezaron a llegar cartas dirigidas a tu padre, pero yo siempre me encargaba de la correspondencia, entonces descubrí que eran de esa mujer. La amante de tu padre –Se levanta de la silla y se detiene en una esquina del despacho, Santhiago va tras ella y la toma por lo hombros.

- ¿Que decían las cartas? –la invita a continuar. Ella responde con un hilo de voz.

-En esas cartas le decía a tu padre que estaba embarazada de él. –Suelta un sollozo retenido y Santhiago se aparta de ella y se queda mirando hacia algún lugar, estamos asombrados por la confesión. Solo me puedo limpiar la lágrima que corre por mi mejilla. –Que se alejaba de la ciudad por un tiempo y una vez resuelto nuestro divorcio que la buscara. -La señora Kathie llora desconsoladamente, acaba de liberarse de un peso que la atormentaba desde hace tantos años.

- Pero ¿cómo es posible que mi padre haya hecho eso? Fue un hipócrita, ¡esto es inconcebible! Embarazó a una mujer que no era su esposa ¿y tú que hiciste? ¿le contaste a él? Dime. –Está un poco exaltado y levanta la voz. –Madre, respóndeme que hiciste. –ella apenas y lo puede mirar, esta bañada en lágrimas. Toma aire y continua con las pocas fuerzas que tiene.

-Yo ignoré todas sus cartas que llegaban año tras año, me negaba a aceptar que fuera cierto lo que esa mujer decía, además no quería permitir que tu padre se fuera de nuestro lado por ella, no lo hubiera soportado, yo no podia.