Save me, please. - Ziall

IV. Historias...

《 The monsters in my head are scared of love. 》

*Narra Niall*

Aglaia, todos la llamaban así.

La mujer me miró, hizo lo mismo que el Capitán y los saludó a todos por su nombre de verdad.

Aún se me hacía extraño que me llamaran Timeus, llevaba 20 años escuchándome llamar Niall y que de repente me llamaran así era algo... ¿peculiar?

- Timeus. - Me llamó el Capitán. Asentí. - Te presento a Aglaia.

- Hola Algaia. - Le di un beso en la mano a la vez que le hacía una reverencia.

- Hola Timeus, hacía mucho tiempo que no te veía. - Sonrió. - Te vi al nacer, cuando tenías meses, antes de que tu madre falleciera.

- ¿Mi madre te conocía?

- Cariño, tu madre era mi hermana.

- ¿Qué?

- Lo que oyes, bonito. - Miró a Zayn y el nombrado se fue. A los minutos volvió.

- Niall. - Le miré. - Ven, vamos, necesitas ropa que ponerte y Aglaia y el Capitán deben hablar.

- ¿De qué?

- Nada, cosas suyas. - Dijo nervioso y aunque solo le conociera de días supe que estaba mintiendo.

No dije nada al respecto y le seguí, saliendo de la casa por primera vez en días. Subimos a un BMW negro, el modelo no lo sé, no soy de coches.

Zayn condujo durante unas tres horas que yo aproveché para dormir, porque a causa de estar secuestrado, enterarte que eres medio humano medio ángel y que te quieren matar por ser quien eres no me dejó dormir.

- Niall, despierta, ya hemos llegado. - Noté la mano de Zayn en mi pelo, alborotándolo un poco haciendo que me despertara, aparte de su voz.

- Mmh, voy. - Dije abriendo un poco los ojos y me los refregué, dándone cuenta que estábamos en medio de la ciudad, la zona comercial.

- Compraremos la ropa, debes aparentar que somos amigos, si no la gente puede sospechar algo raro. - Asentí y empezamos a caminar.

Yo me iba parando en cada escaparate, quedando embobado en uno de ellos que tenía unos pantalones blancos.

- ¿Te gustan bro? - Dijo Zayn dándome un pequeño empujón. - Seguro que a Martha le gusta. - Le miré extrañado y luego recordé que había que fingir para no levantar sospechas.

- Sí, tío, Martha seguro que me viola. - Reí haciendo estallar en carcajadas al moreno.

- Mira, rubio mal teñido, mejor te los pruebas y nos vamos, muero de hambre. - Se rascó la barriga y yo asentí entrando a la tienda. No sabía qué era peor, fingir que éramos amigos o que la gente lo creyera.

Me probé los pantalones, me quedaban bien y me hacían las piernas largas, como a mí me gustaba. Me los compré y así fuimos tienda por tienda hasta que Zayn no podía con más bolsas en sus manos.

- Niall, vámonos ya. - Dijo serio mirando a un punto detrás mío.

- ¿Qué ocurre? - Me volteé y en el aparcamiento de enfrente, en una furgoneta negra y gastada, había un hombre apoyado en el capó del coche, alto, delgado, con la cara cubierta con una capucha, dejando solo al descubierto su boca, que cuando yo le miré sonrió cínicamente. Volví a mirar a Zayn confundido. - ¿Quién es?

- Cállate, pueden oírte, ¿sabes?

- Entonces déjame entrar a tu mente para hablar por ahí. - Dije enojado.