XXII. Metamorfosis.

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MARATÓN 3/5

*Narra Zayn*

¿Un tigre? ¿Por qué un tigre y no un pájaro?

Empezó a rugir, acercándose a mi hermano, quien empezó a reír.

-¿en serio crees que convirtiéndote en un tigre vas a poder conmigo? - Niall se lanzó encima de Aeneas, mordiendo su brazo. - ¡ahh! - hizo un mueca de dolor. Niall seguía mordiendo, hasta que su brazo desapareció. Se lo había arrancado. - ¡mi brazo!

-¿ahora ves como puede contigo? - reí y Niall siguió mordiendo.

Yo reía y Harry estaba con los ojos abiertos y las manos en la boca, a punto de desmayarse o vomitar del asco que daba ver a una persona descuartizada por un tigre que era Niall. El rubio seguía mordiendo y arrancando, hasta que de Aeneas no quedó ni rastro.

Cuando Aeneas ya no tenía vida, sus brazos y piernas, torso, cabeza esparcidos por todo el pasillo del segundo piso, Niall se acercó a mí, volviendo a su estado de humano.

-Zayn... - me abrazó y empezó a sollozar.

-ya todo ha terminado. - se separó y fue a besarme, pero me aparte. - Niall, debemos hablar. - El rubio me miró confundido y Harry se fue, dejándonos a solas.

-¿qué pasa Zaynie?

-me he dado cuenta de que siempre que estás conmigo todos los problemas que me rodean te afectan a ti también. No quiero que toda mi mierda te hunda a ti también, no quiero tener que meterte en todos mis problemas, no quiero que sufras y creo que la mejor manera de que no sufras es... - tragué saliva y respiré un par de veces. - separándonos.

-¿qué? - susurró Niall. - no, por favor...

-Niall, no quiero qu-

-me da igual. - interrumpió. - no quiero separarme de ti, Zayn, no quiero. Siempre pensé que me enamoraría de una mujer guapa, inteligente, que nos casaríamos, tendríamos hijos y formaríamos una familia hasta que la muerte nos separase. Pero ahora me doy cuenta de que no quiero una mujer guapa e inteligente, que una familia con ella sería aburrida, que la vería envejecer y yo no lo haría. Quiero estar contigo, Zayn, no sé si te has enterado de que estoy enamorado de ti, desde el primer día. No me digas ahora de separarnos porque no podré hacerlo, no podré separarme de alguien que me ha salvado, que me ha hecho sentir tantas cosas, que me ha querido tal y como soy, con mis defectos y virtudes...

-lo siento Niall, no quiero hacerte más daño.

-escucha, Zayn. - me miró serio, aunque sus ojos brillaran más de lo normal. - me da igual sufrir por ti, me da igual tener que amputarme un brazo por ti, me da igual todo, menos tú. Quiero estar contigo, y me da igual si para estar contigo debo de ir al infierno, me da absolutamente igual. Yo te amo, Zayn. - una lágrima salió y recorrió su mejilla. - te amo, joder. - cerró los ojos y agachó la cabeza. Dolía tanto verle así, pero...

-lo siento, Niall, creo que esto es lo mejor para ambos. - di media vuelta y me fui, dejando a Niall sollozando.

*Narra Niall*

Zayn se fue y yo caí de rodillas al suelo, sollozando con las manos ocultando mi rostro. Por un momento sentí mi cuerpo desvanecerse, pero me levanté con rapidez y me metí a mi habitación, cerrando de un portazo y lanzándome a la cama llorando sin parar.

Zayn me había dejado, se había ido para siempre...

Yo siempre había pensado que todo iría bien, que estando con él estaría protegido. Pero me he dado cuenta de que toda la protección que tenía ahora ya no la tengo.

Ahora estaba desprotegido como un mosquito en una habitación sin ventanas, tarde o temprano, ese mosquito moriría aplastado o intoxicado por un humano, y lo mismo me pasaría a mí en cuanto alguien supiera que Zayn ya no estaba conmigo.

Ahora solo era un perro abandonado, expuesto al mundo, expuesto al peligro que eso conllevaba.

No supe cuánto tiempo estube tumbado en la cama, con la cara aplastada a la almohada, llorando como un niño cuando pierde o le quitan su juguete favorito, hasta que vi como el sol se ponía detrás de las montañas, dando paso a la tenue y misteriosa noche.

Me levanté, notando como toda la almohada estaba húmeda, empapada de mis lágrimas, lágrimas de amor, de dolor.

Suspiré y salí, dirigiéndome al salón. Bajé como un muerto viviente las escaleras hasta llegar abajo. Ni siquiera levanté la mirada para ver quien había, simplemenge miré hacia el suelo todo el rato, hasta que llegué a la nevera, saqué un sándwich y me senté en las butacas de la cocina. Notaba las miradas de los chicos, pero no dije nada, simplemente comí en silencio, hasta que me lo acabé y me levanté para volver a mi habitación a, seguramente, seguir llorando. Pero una voz me detuvo.

-Niall... - volteé y miré a Louis, dándome cuenta de que no estaba solo, sino que estaban Liam, Harry y Zayn. Me quedé mirando a Zayn, pero el moreno solo volvió su mirada al plato de pasta que tenía en frente, continuando su labor de comer.

-¿qué quieres, Louis? - noté mi voz ronca y grave, pero no le di importancia.

-¿estás bien? - ¿que si estoy bien? pero, ¿este tío es gilipollas?

-claro, ¿por qué no lo iba a estar? - fingí una risa y volví a caminar.

-Niall, sabemos que no lo estás. - me volví a voltear y los miré serio.

-¿entonces para qué me preguntáis? ¿acaso no se nota que estoy mal? ¿acaso tenéis la poca vergüenza de preguntar teniendo al culpable delante de vuestras narices? Decidme, ¿¡es normal que tengáis los cojones de querer hundirme más de lo que estoy!? - apreté mis puños, clavando las uñas en la palma de mis manos.

-Niall, sólo preg-

-pues no preguntéis y dejadme en paz. Mañana me marcho, no quiero estar aquí. Voy a hacer las maletas. Adiós. - subí ignorando los llamados de todos los chicos, excepto Zayn, quien no me llamó en ningún momento.

Subí corriendo las escaleras y me encerré otra vez en la habitación, abriendo la maleta y metiendo toda la ropa dentro de ella. Las lágrimas amenazaban con salir, el nudo que ahora mismo tenía en el pecho me lo obstruía provocando que respirara con dificultad. Pero no lloré, no quise hacerlo. Cogí todo lo que tenía y lo metí dentro.

-ya está. - sonreí y dejé la maleta al lado de la puerta, dispuesto a salir de buena mañana antes de que los demás despertaran. Alguien llamó a la puerta y fui a abrir. - ¿qué quieres?

-Niall...

Save me, please.  -  ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora