Save me, please. - Ziall

XXXIII. Más mentiras...

Holiwis!

Bueno, mis linduras, gracias a mi super inspiracion (okno) he podido escribir otro cap ahre. asi que hasta de aqui unos dias no publicare mas:(

graciaaaaaas, nos leemos pronto. Muuuuak♥

pd: ¿ya vieron que nuestro Rubio mal teñido se hizo daño en la rodilla? espero que se recupere, él esta muy asustado:( #FeelBetterNiall ♡

-lorenna☆

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《 -¿Qué es lo más lindo que te han dicho?

+Mentiras. 》

*Narra Zayn*

-Alcander... - dijo Niall observando también al arcángel.

-¿yo no te dije que te alejaras? - Alcander me miró de arriba a abajo y me sonrió.

-ya sabes que yo no obedezco a nadie, sino que los demás me obedecen a mí.

-pues me temo que ahora me tendrás que obedecer. - me acerqué a él y lo cogí de las solapas de la camisa, elevándolo del suelo. - sino, ya sabes que tu querido y adorado Michael puede morir. - el chico se puso pálido y yo sonreí. - vamos, acaba ya la puta guerra.

-ni hablar.

-bien, pues... - lo bajé y miré al rubio. - Lucca.

-dime.

-ve a buscar al don tinte. - el rubio asintió y se fue hacia el desván, trayendo a los minutos al arcángel medio desmayado. - ¿lo quieres? - sonreí. Alcander miró al arcángel con los ojos abiertos. - dime, ¿lo quieres? - dirigió su mirada hacia mí y asintió lentamente. - ya sabes qué debes hacer.

-no puedo detener la guerra, no puedo... - su mirada estaba perdida en algún lugar del salón.

-entonces... Lucca, hazlo. - el rubio asintió y allí mismo le clavó un cuchillo en el pecho. Michael comenzó a revolverse entre sus brazos. Miré a Alcander. - si no quieres detenerla, me temo que deberemos cantarle una canción muy bonita. - sonreí.

-no, por favor.

-¿lo harás? - vi dudarlo por unos instantes, su mirada iba del arcángel a mí y viceversa. Miró al arcángel.

-Michael, lo siento. - nos miró a nosotros y negó con la cabeza. - no pienso detener la guerra. - le miré vacilante y sonreí.

-bien... chicos, matadle. - el rubio llamó a los demás y juntos se lo llevaron abajo, al desván. - entonces, ¿prefieres dejar a tu arcángel favorito en manos de los míos y continuar la guerra que detenerla y ser todos felices?

-me duele dejar a Michael, pero yo hice una guerra con un objetivo, y hasta que ese objetivo no esté cumplido no pienso parar.

-pues me temo que ese objetivo no quiere estar entre tus planes. - él me miró con rabia y luego desapareció.

-Malik. - me volteé y vi a Harry y Louis ensangrentados. Luego salieron de detrás los demás igual que los primeros. - ya hemos acabado con él. - asentí y miré a Niall.

-¿ese objetivo soy yo? - asentí de nuevo.

-Niall, ellos no te harán nada, estás muy protegido y cualquier cosa que ellos quieran hacerte no podrán.

-deberan pasar por encima de todos nosotros. - dijo Louis.

-y de todos los ángeles caídos. - dijo esta vez Marco.

-y de tus padres. - sentencié y todos asintieron.

-debemos tener algún plan. - nos sentamos todos juntos mirando a Liam. - podríamos llevar a Niall con alguno de nosotros al cielo para protegerlo mientras nosotros acabamos con todos los que nos ataquen. Acabar la guerra.

-no quiero ir al cielo, no quiero tener que enfrentarme a mis padres. - abracé al rubio y él colocó sus finos brazos alrededor de mi cintura, apoyando la cabeza en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello.

-rubio.

-¿qué?

-seré yo quien te acompañe al cielo.

-¿por qué?

-por que no soportaría estar alejado de ti, no soportaría no verte durante tanto tiempo.

-¿de cuánto tiempo estás hablando?

-años... quizá siglos.

-¿siglos? - le escuché tragar saliva.

-sí, por eso quiero ir contigo, no quiero que nada te pase.

-bien, si es lo que deseas... - miré a Liam y él con solo mirarme lo entendió. Se levantó y sacó su celular.

-llamaré a Aglaia y hoy mismo partiréis al cielo.

-esperad. - dijo Niall levantándose y llamando la atención de todos. - estoy harto de mentiras.

-¿de qué hablas?

-según me decís, vosotros sois ángeles caídos, y los ángeles caídos no tienen alas porque se las han arrebatado. Entonces, ¿por qué cuando fui con Zayn al cielo él tenía alas como yo? - todos nos callamos.

Nos había pillado.

-¿contestaréis o qué? - colocó sus brazos a sus costados a modo jarra con el ceño fruncido y yo tragué saliva. El rubio me miró. - ¿Malik?