XV. No hice caso de sus súplicas.

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HOLIWIS!

Siento haber tardado tanto, de verdad, pero esque ayer estuve todo el día en el instituto y luego por la noche estuve en el hospital con mi muyaya porque se puso malita.

También aprovecho para dedicarle este capítulo a ella, porque a pesar de todo sigue sonriendo. Siento mucho lo que ya sabes, espero que poco a poco vuelvas a ser la misma de siempre y que sonrías y hagas el gilipollas como siempre. Te quiero muchísimo, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras, eres como mi hermana y te adoro, pequeña.:)

Y bueno, ahora sí que os dejo con el capítulo, es más largo y eso quiere decir que... *sonido de tambores* ¡ES UN CAPÍTULO ESPECIAL!

Os amo, gracias por leer, nos leemos prontito, muuuuak♥

Si os gusta ya sabéis, votad y comentad, muak.

-lorenna☆

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*Narra Niall*

Había pasado una mala noche encima del colchón desgastado de la habitación donde ahora convivía con 3 arcángeles más aparte de Alcander.

-Timeus, ven un momento, por favor. - Alcander me cogió del brazo y me llevó hasta el salón, donde allí un hombre de sus 50 años, gordo, feo y grasoso me miraba con una de sus más lujuriosas y asquerosas sonrisas. - te presento a Diógenes, y serás su esclavo durante esta noche.

-¿qué? ¡no! ¡no pienso dejar que este engendro me folle! - alcé mis manos y retrocedí dos pasos hacia atrás.

-vamos Timeus, ya sabes que si no lo haces Evan morirá, y tú no quieres eso, ¿verdad? - me sonrió y pude jurar que su sonrisa me caló los huesos.

Pensé detenidamente en las palabras del moreno y acabé aceptando, al fin y al cabo solo sería una noche, no creo que pase nada malo.

-está bien. - bufé, los dos hombres sonrieron y Alcander le dio una llave al hombre mayor, quien la cogió con una sonrisa y se acercó a mí.

-ven, muñeco, vamos a pasarlo bien. - me cogió de la cintura, mientras yo en un leve suspiro dije "eso lo dirás por ti."

Subimos hasta mi habitación y el hombre mayor cerró con llave, ahora entendía el por qué de la llave. La guardó en su abrigo y se lo quitó, tirándolo a algún lugar del pequeño recinto y me lanzó a la cama.

-¿preparado?

*Narra Zayn*

Conduje lo más rápido que pude por las carreteras desiertas y sin ningún humano o ángel que pasara por allí. Totalmente desierto. Llegué a los veinte minutos, aparqué y sin ni siquiera cerrar con seguro me acerqué al pequeño pueblo donde residían los arcángeles que querían a Niall para ve a saber por qué.

Las calles eran oscuras, húmedas y cada vez que me cruzaba con alguien me miraba mal y cuchicheaba cosas con el de al lado. Apreté mi mandíbula y los nudillos, dejándolos completamente blancos y llegué hasta el centro del pueblo, donde había una fuente y unos cuantos niños jugando a la pelota. Me acerqué a uno de ellos e intentando parecer un arcángel le toqué el hombro. Éste se volteó y me miró extrañado.

-perdona, bonito, ¿sabes dónde vive Alcander? - sonreí falsamente y el niño me miró de arriba a abajo.

-tú no eres de por aquí, ¿verdad?

-¿Cómo lo sabes?

-se ve de lejos, pero Alcander vive allí. - me señaló una casa gastada, negra y sin vida, a punto de derrumbarse si no fuera porque los pilares la sostenían en pie.

Save me, please.  -  ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora