XI. Bienvenidos al cielo.

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*Narra Zayn*

Con la ayuda de los chicos me levantaron y me llevaron al coche, el que cuando estuve dentro arrancó y me llevaron a casa. El camino pasó en silencio, nadie hablaba y solo se escuchaba mi corazón later a veinte millones de pulsaciones por segundo.

Ahora era mortal, temía por mi vida.

Llegamos en total silencio a casa, todos serios, Niall agarrándome como si de eso dependiera su vida y yo con la mente en otro lugar.

-chicos. - todos voltearon a mirarme. -tenemos un gran problema, pero... -metí la mano en mi bolsillo y saqué el colgante del mal. -ahora no es esto lo que nos preocupa.

-¿qué pasa, Malik? -dijo Louis acercándose a Niall y a mí.

-soy... -mordí mi labio inferior y mis ojos se cristalizaron.

-¿eres qué?

-soy mortal. -todos abrieron la boca y yo abracé a Niall llorando. -soy mortal, maldita sea. -jadeé.

-Malik, escúchame. -me separé del cuello del rubio no sin antes darle un beso en su yugular provocándole una risita y miré al ojiazul. -¿conoces el conjuro para hacerte mortal?

-sí, pero no es el mismo que para hacerte inmortal. -Louis se pasó la mano por el cabello, despeinándolo un poco.

-¿y quién puede saberlo? -preguntó Harry.

-quizá Aglaia, Apolline, Zarek... -gruñí el último nombre al verle aparecer por la puerta del salón.

-¡vaya! ¡qué sorpresa! pensábamos que habías muerto. -sonrió el hombre mayor. Quise acercarme a él con violencia pero Niall me apretó del brazo y me jaló hacia él.

-púdrete, Zarek.

-no, no, no. -ladeó la cabeza sonriendo. -quizá quien se va a pudrir eres tú, por lo que he oído eres mortal.

-no por mucho tiempo. -habló Aglaia a las espaldas del mayor. -Evan, conozco a alguien que puede deshacer el conjuro, pero hay un problema.

-¿más problemas? -pregunté enfadado.

-la única persona que conoce el conjuro está en el cielo, Evan, deberás ir allí.

-¿qué? ¿y dejar aquí a Niall indefenso? ¡Ni de broma!

-entonces deberá ser tu acompañante, Evan, no hay otra.

Miré a Niall con temor y tragué saliva sonoramente, pero el rubio me sonrió y asintió mirando a la mujer, dando a entender que sería mi acompañante, que se vendría conmigo al cielo, que quería correr el riesgo de acompañarme.

-¿estás seguro? -le susurré al oído.

-sí, mucho, no pienso quedarme aquí sin ti, ni de broma. -sonrió y me dio un corto beso, pero lo suficientemente largo como para que un hormigueo recorra todo mi cuerpo, haciéndome sonreír y estremecer a la vez.

-entonces vayamos. -miré a Aglaia. -¿cuándo debemos irnos?

-contra antes mejor, no queremos que te pase nada. Si quieres puedes marcharte a la noche.

-claro, señora, esta noche nos iremos.

-bien, entonces voy a preparar todo lo necesario para abrir el vórtice. -hizo una reverencia y se fue.

-Malik, es muy peligroso, recuerda que las cosas han cambiado mucho desde que te echaron del cielo. -me dijo Harry quien se puso al lado de Louis.

-lo sé, pero no pienso dejar a Niall aquí solo.

Save me, please.  -  ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora