XIII. Peticiones.

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HOLIWIS!

AQUÍ TENÉIS OTRO CAPÍTULO, AUNQUE ES MÁS CORTO PORQUE ES UNA MARATÓN JEJE. AHORA POR LA TARDE SALDRÉ CON MI MEJOR AMIGA ASÍ QUE HASTA LA NOCHE NO PUBLICARÉ.

NOS LEEEEEMOS PRONTITO! GRACIAS POR LEER, MUUUUUAK♥

-lorenna☆

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MARATÓN 1/2

*Narra Zayn*

Nos vestimos con rapidez mientras Niall, que ya hacía como cinco minutos que ya se había vestido mientras yo aún estaba en pantalones y me faltaba la camiseta y los zapatos, empezaba a hacer la cama para dejarla un poco ordenada y bien.

-¿Evan? -escuché la voz de mi madre al otro lado de la puerta. Me acerqué y abrí. -hijo, ¿ya está todo?

-sí, aunque no he probado nada para comprobarlo. -me rasqué la nuca nervioso.

-vamos a comprobarlo. -en ese momento Niall apareció a mi lado, mirando a mi madre confuso. -hola Timeus.

-hola Apolline.

-vamos. -dije yo cogiendo a Niall de la mano y empujando a mi madre con la otra mano.

-¿a dónde?

-a comprobar si el conjuro ha ido bien.

Caminamos por los pasillos del Olimpo hasta que llegamos a la sala principal, donde ahora estaban todos sentados en sus tronos. Les hice una reverencia a todos y me acerqué a Damocles.

-Damocles, ¿le importaría prestarme un momento su daga?

-¿para qué la necesitas?

-para comprobar si ha funcionado un conjuro.

-pero si no ha funcionado puedes morir.

-¿morir? -exclamó Niall con los ojos abiertos. -Zayn, no pienso dejarte morir.

-tranquilo, amor, ya verás que todo irá bien. -le acaricié la mejilla y le besé. Miré a Damocles. -por favor, solo será un minuto. -el hombre asintió y me entregó su daga. -gracias.

Cogí la daga y con un poco de miedo la acerqué a mi muñeca. Poco a poco fui apretando, hasta que formulé un corte bastante grande y mortal para un humano. La sangre empezó a salir pero a los dos segundos la herida se curó y la sangré dejó de brotar. Lo habían conseguido, volvía a ser inmortal. Sonreí y miré a Niall, quien tenía una gran sonrisa en su rostro. Le entregué la daga a Damocles y abracé a Niall.

-lo han conseguido, amor, lo han conseguido.

-te dije que no debías tener miedo. -dije mientras acariciaba el pelo rubio de mi novio. Espera, ¿lo era? -Niall... -me separé de él y le miré.

-¿qué ocurre?

-mejor lo hablamos luego, cuando estemos en la Tierra. -el rubio asintió y salimos del olimpo.

Caminábamos en silencio, yo pensando en como pedírselo y Niall no sé en que estaba pensando, no leía los pensamientos.

-rubio. -le dije por la mente.

-¿qué pasa Zaynie?

-te amo. -el rubio se quedó en silencio y no me contestó.

Continuamos caminando pero podía notar la sonrisa de Niall a mi lado, cosa que me tranquilizó como no podíais imaginar. Llegamos a donde aparecimos al llegar y mi madre sacó los dos colgantes.

-¡esperad! -escuchamos una voz detrás nuestro y sin voltearme ya sabía quien era. Aeneas.

-¿qué ocurre hijo? -apreté la mandíbula al escuchar la palabra hijo dicha por mi madre hacia un engendro como era mi 'hermano'.

-¿puedo ir con vosotros?

-no, no vendrás. -dije yo rápidamente haciendo que el chico me mirara mal.

-se lo he pedido a Madre, no a ti.

-y yo te he dicho que no vas a venir y punto. -nos acercamos hasta quedar frente a frente, mirándonos con rabia.

-¡chicos! ¡dejad de pelear! -dijo mi madre separándonos a los dos. -Aeneas, hijo, no vas a venir con nosotros porque aquí estás más seguro que abajo. -el chico se cruzó de brazos y Madre me miró. -vamos, Evan, abajo nos esperan. -Aeneas se fue y Apolline empezó a recitar el conjuro.

Cerramos los ojos y nos cogimos de las manos mientras las palabras griegas de mi madre se memorizaban en mi memoria, hasta que un cosquilleo recorrió mi médula y noté desvanecerme. Abrí los ojos y estábamos en mi habitación del refugio. Volvíamos a estar en la Tierra, volvíamos a estar en peligro.

-bueno, chicos, yo debo regresar al cielo, cualquier cosa avisadme y volveré.

-claro, Madre, no se preocupe. -la mujer se fue y escuchamos ruidos abajo. -Niall, vamos abajo a mirar. -el rubio asintió y bajamos las escaleras poco a poco, hasta llegar al salón y...

-vaya, os echamos de menos. -rió el hombre.

-¿cómo has entrado?

-por la puerta. -se encogió de hombros mientras apuntaba con una daga en el cuello de Louis. -ahora entrégame a Timeus y dejaré en paz a Soterios.

-Zayn, no le entregues a Timeus, deja que me maten. -dijo Louis mirándome con temor.

-no vas a matar a Soterios ni te vas a llevar a Timeus, antes debes matarme a mí.

-vamos, Evan, deja de hacerte el fuerte, todos sabemos quien eres en realidad, un débil, inofensivo y asqueroso ángel caído. -se acercó a mí dejando a Louis en el suelo. -Evan, entrégame a Timeus y me iré sin hacer nada.

-jamás te entregaré a Timeus.

-Zaynie...

-¿qué?

-Me voy a entregar.

-¿qué? No, no te pienso dejar ir Niall, te amo y no pienso dejarte ir.

-Zayn, te amo. - Niall dio un paso adelante, poniéndose delante de Alcander. -me entrego por mi cuenta. -el hombre sonrió victorioso y cogió a Niall del brazo.

-así me gusta. -empezaron a caminar hacia fuera de la casa.

-Niall... -le llamé por última vez antes de que desapareciera por la puerta.

-¿qué, Zaynie? -respondió sin mirarme siguiendo el paso apresurado de Alcander.

-¿quieres ser mi novio?

Save me, please.  -  ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora