Save me, please. - Ziall

VII. Empezar y acabar a la vez.

*Narra Niall*

-¿yo he sido el causante de que tu corazón vuelva a funcionar?

Zayn se me quedó mirando sorprendido y luego cerró los ojos bajando la cabeza.

-lo... lo siento si dije algo qu-

-no, Niall, no te disculpes, tienes toda la razón. Puedo mantenerme bajo el agua sin respirar un año y seguir viviendo. Puedo patear una bomba y hacerla explotar en frente de mí y nada me ocurre. Puedo matarme y seguir vivo, porque yo estoy muerto a pesar de que respiro. Te miro, tú me ves, pero mi corazón no funciona porque no tiene ninguna utilidad. Pero desde que te vi mi corazón volvió a funcionar. -abrió los ojos y me miró.

-¿de verdad? -el moreno asintió.

-verdad de la buena. -volvió a mirar al frente y yo le imité.

Nos quedamos en un completo silencio, los dos mirando hacia algún punto al horizonte, con la mente en otro lugar. Miré a Zayn y éste se volteó a mirarme también. Nuestras miradas se encontraron de la misma manera que en la playa, y una cadena imaginaria me retuvo y no me dejó apartar la vista de esos maravillosos ojos con los que había estado soñando día y noche.

-Niall... -susurró Zayn.

-dime. -dije en el mismo tono. Nuestras miradas aún no se habían separado un segundo.

-bésame, por favor. -y en sus ojos pude ver la necesidad de que nuestros labios se juntaran.

-no hace falta que me lo pidas. -sonreí y con lentitud me acerqué a él, aún con mi mirada fija en la suya, hasta que cuando nuestras narices rozaron instintivamente cerré los ojos y junté nuestros labios.

No fue un beso apasionado, tampoco había lengua, solo estaban nuestros labios aprisionando los del otro, provocando un leve cosquilleo en mi estómago. Al separarnos juntamos nuestras frentes, los dos sonriendo como bobos.

-¿sabes lo que provocas en mí, rubio mal teñido?

-no me llames así. -me hice el enojado mientras notaba el aliento de Zayn sobre mis labios cuando soltó una leve risita.

-solo digo la verdad, cariño. -mis mejillas se tornaron de color carmesí. -eres adorable cuando te sonrojas. -eso hizo que mis mejillas ahora se tornaran totalmente rojas. El moreno rió y me dio un corto beso para luego levantarse y sacudirse el pantalón. Imité su acción y el moreno me entregó su mano, entrelazamos los dedos y entramos al salón, encontrándonos a mi tía Aglaia y a la madre de Zayn, Apolline.

-¡vaya! ¿pero qué tenemos aquí? -dijo Apolline acercándose a nosotros. Quise retirar la mano de Zayn pero el moreno solo la cogió con más fuerza.

-Timeus ha sabido elevarse, Madre.

-¡qué bien! -aplaudió alegre y luego vio nuestras manos entrelazadas. -¿y esto, hijo? -las señaló sorprendida.

-Madre, hay algo que usted no sabe. -dijo Zayn serio, aunque su mano temblaba al igual que la mía.

-yo lo sé todo, hijo, sé que amas a Timeus, así que adelante, yo no te voy a detener. -Zayn abrió los ojos y luego sonrió.

-¿de verdad, Madre? -sus ojos se iluminaron de una manera especial.

-de verdad, Evan. -el moreno soltó mi mano y abrazó a la mujer.

-gracias, Madre.

-de nada. -se separaron y luego la mujer me miró y me abrazó. -cuídale, quizá parezca alguien fuerte, pero no lo es.

-no se preocupe, señora, le voy a cuidar como a mi vida. -nos separamos del abrazo y agarré la mano de Zayn con fuerza, dándole un pequeño apretón dándole confianza. Me devolvió el apretón, nos despedimos de la mujer y nos sentamos en el sofá, prendiendo el televisor para ver alguna serie o película.