Save me, please. - Ziall

VIII. Be your number one.

MARATÓN 1/2

*Narra Niall*

- Zayn, debemos terminar con todo esto. - Dije sollozando en brazos del moreno.

- ¿A qué te refieres? - Noté el temor en su voz, pero después de todo lo que me había dicho Zarek no creía nada.

- Dejarlo todo, no vuelvas a acercarte a mí a no ser que sea sobre mis poderes o algo relacionado con el por qué estoy aquí.

- No me hagas esto, Niall, por favor, no lo hagas. - Se separó de mí y sus ojos estaban húmedos. Pronto una lágrima se hizo presente en su rostro.

- Lo siento, pero las cosas serán mejores para los dos tal y como deben ser, separados. - Me deshice de su abrazo y subí las escaleras, entrando a mi habitación y encontrándome una guitarra encima de la cama con una nota.

"Rubio de pote, te he comprado una guitarra mientras estaba fuera por que sé que amas tocar y cantar. Espero que sea de tu agrado, sino me lo dices y la cambio.

A ver si hablamos algún día, que últimamente estás todo el día con Malik dando vueltas por la casa.

Nos vemos pronto, rubio.

Boo. xx"

Sonreí como un bobo al ver el hermoso detalle que había tenido Louis conmigo. Cogí la guitarra y empecé a afinar las cuerdas, para luego recordar una canción que había escuchado mucho antes de todo lo ocurrido de mi verdadero yo y todas las cosas que en dos semanas habían ocurrido.

Empecé a tocar y tararear, aunque las palabras no se entendían mucho. Volví a tocar la misma canción, esta vez cantándola a un tono normal, mientras la melodía de la guitarra me acompañaba.

-" I can hold my breath.

I can bite my tongue.

I can stay awake for days if that is what you want.

Be your number one.

I can fake a smile.

I can force a laugh.

I can dance or play the part if that is what you ask.

Give you all I am.

I can do it, I can do it, I can do it...

But I'm only human,

and I bleed when I fall down.

I'm only human,

and I crush and I break down.

Your words in my head,

knives in my heart.

You build me up and then I fall apart.

'Cause I'm only human."

- Creo que no tiene mucho sentido si la cantas tú. - Escuché una voz grave y rasposa desde la puerta, volteé y era Harry.

- Hola Harry. Lo sé, pero adoro la canción. - Volví mi mirada a las cuerdas del instrumento. El rizado se sentó a mi lado y miró todo lo que hacía. - ¿Sabes cantar?

- Todos en la casa dicen que lo hago bien, aunque tu voz es aún mejor que la mía.

- No creo. - Reí. - Me la ha regalado Louis.