Capítulo 6: Perfecta.

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Y como la primera vez, mi sangre hierve instintivamente, hasta que la reconozco. Su pelo ya no se ve tan rojizo.

Nat.

Ambos se saludan alegres, y no puedo quitar mis ojos de la espalda de Brad.

Oh Dios.


Me veo obligada a salir de mi trance cuando una rosa obstruye mi vista y su aroma invade mi sentido del olfato.

Giro automáticamente y veo a Louis sonriéndome.

Mi corazón late a mil por hora.

-¿Tildada?-pregunta con una ceja levantada.
-¿Eh? Sí, entremos-digo rápidamente y me aferro de su mano adentrándonos al Starbucks.

Casi no hay gente, así que nos atienden rápidamente.

-¿Sam?-me pregunta Louis para saber que quiero.

Lo reconozco, mi mente sigue con Brad.

Mierda.

Paso mi vista rápidamente y leo lo primero que encuentro.

-Caramel Macchiato-digo un tanto dubitativa.

El cajero asiente.

-¿Algo más?-pregunta.
-Una medialuna, y un brownie- responde a Louis.-Sí, vas a comer-dice hacia mi.

¿Qué?



Unos minutos después, nuestra orden está lista, así que nos acomodamos en una mesa para dos.

-Hace mucho que no comía esto-dice Louis dando un gran mordisco a la medialuna.

No respondo y lo miro, aunque en realidad sigo pensando en él.

¿Por qué mierda tengo que seguir pensando en él?

-Sam-dice con el ceño fruncido.

-¿Eh?

Puta mierda.

-Tengo algo que te va a hacer cambiar esa cara. Termina el brownie y te lo digo. Yo ya vuelvo-dice para luego levantarse e ir hacia los baños.

Termino mi bebida, y decido tirar el brownie porque en cierta manera-estúpida-, el brownie me recuerda a él.

¡Oh, Dios!¡Ni siquiera soy capaz de pensar su nombre!




-Las damas primero-dice Louis sonriendo, mientras abre la puerta por mi.

Él cierra la puerta luego de que entro, y rodea el auto para ubicarse en su lugar.

-¿Adivinas?-pregunta encendiendo el auto.
-¿El qué?-replico desganada, y me recrimino a mi misma por actuar de esta manera.

Louis no tiene nada que ver en esto.

-Lo que te iba a decir-dice obvio, sin perder su sonrisa.
-¿Comida?-pregunto. Louis ríe y niega con la cabeza.
-Oh, me recordaste, en la guantera están tus pastillas y agua. Tómatelas.-dice mirándome fijo. Hago lo que quiere, y cuando estoy guardando la botellita de agua, vuelve a hablar- Vamos a ver a Tristan.

-¡¿Qué?!-reacciono un tanto tarde por la sorpresa.
-Que vamos a ver a Tristan-repite, y el auto ya está andando.

-Louis, ¿acaso no recuerdas que él me odia?-pregunto incrédula.
-No te odia-responde enseguida.
-Él dijo-
-Lo que te haya dicho ayer no cuenta. Confía en mi-dice para luego acariciar mi rodilla.

Burn | B.S. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora