Mi mente comienza a crear decenas de -estúpidas- hipótesis, pero entonces me doy cuenta.
No es que no me conozca.
Él desea no conocerme.
Su mirada va de arriba a abajo. Cierra su libro, y se pone de pie.
-Discúlpame, pero no tengo nada que hablar contigo-deja su libro sobre su asiento y camina hacia las escaleras.
¿Discúlpame?
-Brad-digo cuando pasa por mi lado.
Se siente extraño decir su nombre. Extraño y bien.
Él no hace caso a mi llamado.
-Brad-repito, y sin darme cuenta, estoy reteniéndolo por el brazo.
Estoy un escalón más arriba que él y aún así no logro superarlo en altura.
O es que su mirada es tan intimidante que me siento una pulga a su lado.
-Tengo que habl-
-No quiero saberlo,-dice seco- no quiero escucharte. No quiero hablar contigo.-agrega. Alza su mano para quitar la mía de su brazo.
-Por favor-ruego aferrándome a su brazo.
-¿Por favor?-repite con expresión de sorpresa.
Bufa, y ahora es él quién me toma del brazo.
Baja los escalones de dos en dos y yo intento inútilmente seguirle el paso, hasta que resbalo en un escalón, pero su agarre es suficiente fuerte como para evitar cualquier caída.
No caigo gracias a su agarre, pero tampoco es que le haya preocupado, sólo me da un estirón y continua bajando las escaleras, hasta el primer descanso.
PASO RESTRINGIDO.
Sólo empleados.
Dice el cartel de la puerta que Brad acaba de empujar.
Me suelta ni bien entramos, como si tuviera sarna, como si lo lastimara mi tacto.
Froto el lugar por dónde me tenía agarrada, y duele.
Pero ¿saben qué?
No me importa. No me importa en lo más mínimo.
Bradley está apoyado sobre los azulejos que adornan este baño. De espaldas a mi.
Lo oigo bufar y murmurar, pero no entiendo nada.
Me sorprende al darse vuelta, clavando sus ojos sobre mi.
-¿Por favor?-repite- ¿Acaso tú me escuchaste cuando te dije por favor?-pregunta, y me siento acorralada al chocar contra el mármol del lavamanos -¡Me escuchaste una mierda!¡Una puta mierda!-encojo mis hombros ante sus gritos.
Una sonrisa desconocida se dibuja en su rostro, y avanza quedando frente a mi.
-¿Me tienes miedo?-pregunta y siento la punta de sus dedos acariciar mi mejilla.
Escalofrío, eso es lo que siento.
-No puedo lastimarte más de lo que ya hiciste conmigo-susurra acercándose más. Tanto que ahora tengo que levantar mi mirada para poder seguir observándolo.
Estoy atontada con su rostro, su perfume... todo.
Puede insultarme de todas las maneras posibles, y sí, tal vez me duelan, pero no importa porque está conmigo.
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Burn | B.S. |
FanfictionDonde hay deseo, va a haber una llama. Donde hay una llama, alguien va a estar destinado a quemarse. Pero sólo porque te quemes, no significa que vayas a morir. •Light my fire (primera parte) : http://www.wattpad.com/19795372?utm_source=web:readi...