Capítulo 34: Crac.

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¿Que qué estaba mal? Nada.

¿Qué estaba mal para Melina? Esa era otra cosa.

Pongo en marcha el auto y lo suelto.

-Melina está embarazada.

Brad no dice nada durante unos segundos.

-Entonces es verdad.-habla.

¿Qué?

Le dedico una mirada de costado.

-¿Qué?-expreso, y vuelvo mi vista al frente.
-Tristan tenía razón.

Quiero repetir "¿qué?", pero me lo guardo esta vez.

-Estuvimos hablando, y me comento que la noto más rara últimamente. Ya sabes, un poco más histérica de lo normal, y también que tenía malestares. Dijo que lo percibía. No le creí, pero ahora que lo afirmas... Qué loco, ¿no?

Sin darme cuenta, corte la conversación ahí.

¿Que Tristan lo percibía? ¿Qué clase de huevo telepático llevaba Melina en su vientre?

Todo lo que estaba ocurriendo era tan irreal. Tanto que si no hubiera escuchado los latidos del huevo con mis propios oído, no lo creería.

Melina... Madre.
Qué Locura.

Esperaba que Tristan supiera contener a Melina, o reaccionara como ella lo quisiese.
Es decir, no era sólo ella ahora. Habían dos cerebros en un mismo cuerpo.

Bueno, no estoy segura de si dos cerebros, porque no sé si los fetos ya están tan desarrollados con tan pocas semanas.
De cualquier manera, el embarazo alteraba a las mujeres, y a Melina... No me lo quería imaginar.

Y también estaba ese miedo.
Ella me había dejado entrever que no quería al huevo... Que por su mente había planeado deshacerse de él.

Claro, que parecía incapaz de hacerlo luego de la ecografía. Pero que va, estábamos hablando de Melina.

Tendría que hablar con ella. Mañana a primera hora.

-¡Hey!
-¿Ah?

Mierda.

-¿Vas a bajar?-me pregunta extrañado Brad del otro lado de la ventanilla.

¿En qué momento...

-Sí-respondo y quito la llave del contacto.

Vaya que todo el asunto del huevo me había tocado.

Había estacionado el auto, Brad había bajado y yo ni me había dado cuenta de nada.

Una vez fuera del auto, Brad toma mi mano y juntos subimos al ascensor. Juntos y en silencio.

-¿Quieres algo de comer?-le pregunto cuando entramos al departamento.
-No, ¿y tu?
-Tampoco-digo quitándome los zapatos y dirigiéndome hacia la habitación.

Escucho los pasos de Brad detrás mío.

Me desplomo en la cama, y el chico me imita segundos después.
Acomodo mi cuerpo de costado, de manera que estamos frente a frente, pero no pegados.

Observo su rostro, pero la verdad no estoy enfocado en él. El huevo sigue rondando mi cabeza.

-¿Sigues pensando en Melina?-rompe el silencio.

Me encojo de hombros como respuesta.

-No entiendo por qué-vuelve a hablar.

Nuevamente, me encojo de hombros.

Burn | B.S. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora