Burn | B.S. |

Capítulo 3: "Ya está todo bien, olvídalo"

Había sentido los brazos de Louis rodearme, y eso sólo había incrementado mi llanto.

Los recuerdos parecían atacarme.
Uno tras otro.

-¡¿Por qué no te vas de una puta vez?!
-¡Porque no podemos terminar así!

-Vete. Ya conseguí lo que quería, un último polvo, así que ya no te necesito.

-Oh, creo que voy entendiendo. Quítame la duda, ¿cuántas veces te tienes que acostar con alguien para considerarla una relación?

-Tenemos que hacer algo, tienen a-
-A Brad. Ya lo dijiste. Cálmate y lo sacaremos, ¿si?

-¿Me puedes mas-
-¡Chris!
-Es que tengo frío, y no se le niegan las cosas a un herido, lo deberías saber.

-Hey, fuiste el mejor polvo de mi vida, no te vas a librar tan fácil de mi. Nos veremos en casa. Ahora, deja de mariconear y comportate como un hombre. Te quiero.

-¿Qué haces aquí?
-Vine a verte.
-¿Ahora?Por qué no estuviste cuando abrí los ojos y no tenía puta idea de lo que me había pasado, o lo que te había pasado. Te fuiste con Chris, ¿no?

- Si yo fuera tú, desaparecería. No sirves para nada, Sami.

-Te quedaste sola, perra?.
¿Qué vas a hacer?¿Pegarm-

-Sam, suéltalo ya.

-Chris murió.

-Me das...
-Asco. ¿Eso te dan la putas, no? ¿Eso es lo que quieres decir? Que soy una puta, ¿no?
-Sí.

-¡Huye, Sami!¡Es lo que siempre haces!

-Necesito que me perdones, te necesito, Sam.

- ¿Acaso no lo ves? Esa relación es enferma, ambos se-
-¡Cállate!

-Es mejor que te vayas, y también que te alejes de mi hijo.

-No, tú escúchame. No te puedes ir. No dejaré que lo hagas.

-Sólo quédate conmigo y todo estará bien.

-Te amo, Sam, te amo.

-Por favor deja de llorar-dice aún abrazándome- Dime qué quieres que haga, dímelo, pero por favor deja de llorar-casi ruega acariciando mi espalda.

-Volver-respondo sin pensarlo.

Siento a Louis tensarse, y de un momento a otro sus brazos ya no están rodeándome.

Siento un estúpido vacío cuando se aleja.

-No.¡No, Samantha!¡No me pidas eso, porque sabes que no va a pasar!-no lo estoy viendo, pero puedo escuchar sus pasos yendo de un lado para el otro-¡No!-vuelve a gritar.

No tengo una respuesta, y si la tuviera, tampoco podría expresarla. Porque lo único que sale de mi boca, son gimoteos.

Oigo un golpe seco, y a continuación un gruñido.

-¡No vas a volver! ¡No dejaré que caigas nuevamente!-su voz suena desesperada. Parece que sus palabras fueran destinadas para él, no para mi. Se lo está afirmando a él mismo.

Y nuevamente, mi respuesta sólo son lloriqueos.

Él ya hablo, y tengo en claro que esa es su respuesta final.
Louis no dará su brazo a torcer. No lo hizo desde que llegamos, y no lo hará en esta ocasión.