Capítulo 9: Fuego.

1.3K 55 7
                                    

Siento mi estómago revolverse.

Mis pulmones llenarse de aire, pero rehusarse a soltarlo.

Por un momento, me mantengo así, conteniendo el aire.

¿Por qué? Porque si el aire sale, las lágrimas también lo harán.

Suelto un sollozo, el primero de muchos que le siguen.

Ojalá sólo llorando se fuera esta angustia que se acumula en mi interior.

Ojalá las lágrimas aliviaran el dolor, porque eso era, dolor.

Ese dolor horrible, esa sensación de pérdida...

Pero, ¿qué puedo hacer yo?

¿Cómo puedo ser capaz de rogarle que se quede, cuando una parte de mi todavía piensa Bradley?

No quise usarlo, ni jugar con él, pero había terminado haciéndolo.

Había terminado alejando a la única persona que se había preocupado por mi, más que cualquier otra en mi vida entera.

Me sentía fatal.

Mi mundo parece caerse nuevamente, pero esta vez yo no había sido decepcionada, yo era la decepción.

Una vez más me encuentro sola, me siento sola.

Abrazada a la almohada que estaba del lado de Louis, sollozo hasta que sin darme cuenta, acabo dormida.

Mis ojos se abren lentamente, y mis vista esta un tanto borrosa, pero distingo una... ¿luz?

Refriego mis ojos para ver mejor.

Debajo de la puerta hay una especie de resplandor.

¿Una luz encendida tal vez?

Louis.

Mi corazón da un brinco, igual que yo al salir de la cama, para ir directo a abrir la puerta.

Una calor abrasador me recibe, junto a un brillo que me ciega.

Fuego.

El calor y el brillo de las llamas están por doquier.

Toso, y es el primer síntoma de mi falta de aire.

Retrocedo hacia atrás con intención de volver a la habitación, pero choco con la pared.

No. No. No. No.

Giro sobre mi misma y busco desesperadamente la puerta que estaba aquí hace sólo unos segundos.

Es inútil.

Ya no está más.

Una vez más, giro, y veo a mi alrededor.

Nada.

La habitación está en llamas y no puedo ver demasiado.

-Sola...-susurra en mi oído.

Estoy estupefacta.

No otra vez. Ruego a mis adentros.

Su risa termina de mandar escalofríos a todo mi cuerpo.

Sin quererlo, la veo.

A mi lado.

Su pelo largo y con las características ondas en las puntas, cae hasta perfectamente a un costado sobre su... ropa.

Oh, no.

Tiemblo al reconocer las prendas de vestir.

Es la ropa que tenía el día del incendio.

Burn | B.S. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora