Capítulo 26: Mensaje.

703 50 8
                                    

•••
«Narrador omnisciente»

-¡Eh, Rojo!-dice elevando un poco la voz desde su oficina.

El ex platinado rueda los ojos antes de caminar y enfrentar a quién lo llamo.

-¿Jefe?-dice dispuesto mirando el respaldo de la silla del otro, desde la entrada de la habitación.

-Dile a tu contacto que deje de espiar a mi chica. Ya tuve suficiente de ella.-sonríe divirtiéndose al ver cómo las llamadas de la chica entran, pero él no contesta.

-Ok. ¿Necesita algo más?-pregunta Michael por obligación.

-Sí. Una respuesta.-dice girando su asiento y enfrentando por primera vez al muchacho.

-Dígame- vuelve a hablar amable hacia su superior.

-¿Te molesta que te diga Rojo?¿O prefieres que te llame Perro?-pregunta para luego largar una risotada.

Mike sólo sonríe... porque debe sonreír.

-Mike estaría bien-sugiere el ahora pelirrojo.

-Ok. Gracias por todo, Rojo.-dice por último y vuelve a girar dándole la espalda a Michael.

El chico levanta su dedo del medio y en silencio lo apunta hacia su jodido jefe. Y finalmente, se retira para seguir con sus deberes.

•••

«Narra Sam»

Esto ya se le fue de las manos.

Intento llamarlo nuevamente, pero no hay caso. Pasa lo mismo.

-Si no vas a escucharme, vas a leerme-digo a punto de empezar a teclearle un lindo mensaje.

Si sigues haciendo estás estupideces me vas a conocer enojada.

Una vez estuvo bien, pero ya se te fue la mano.

Si quieres decirme algo, ven y dímelo. No sigas con tu papel de detective de quinta.

Enviar.

No pasa un minuto y llega la respuesta.

Uuhh... Mira cómo tiemblo.

¿Sabes? De hecho, si hay algo que quiero decirte... bueno, más que decirte... hacerte. ¿Quieres que te lo mande por aquí?

Hijo de...

Cada día te superas más en idiota, Tomlinson.

Enviar.

Pero si te gustan los idiotas, ____. No por nada pasaste toda la tarde con Simpson...

Tiene que estar jugando.

La sangre me hierve porque no puedo creer lo idiota que está siendo.

Evito hacerme mala sangre y simplemente dejo la conversación en el aire.

Mi estómago ruge.

¡Por Dios!¡¿Qué pasa conmigo?!

No ingerí nada excepto el jugo cuando vino Melina...

Ni hablar de cuándo vino Brad...

Bueno, tampoco es como si mi heladera estuviera repleta...

Me dirijo hacia la cocina e inspecciono mi heladera.

Huevos... mayonesa... jugo.

Pero qué buena alimentación tengo...

Burn | B.S. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora