CAPITULO 3

1.1K 49 4
                                    

LETICIA Y FERNANDO SIGUEN PELEANDO

Don Fernando estaba destrozado, aunque pareciera mentira, aun no sabía lo que Leticia quería de él, ni tampoco sabía cual era su papel ahora...

Decidió ir de nuevo a hablar con ella, quería hablar mas civilizadamente para aclarar las cosas.

Fernando entró en presidencia.

L: Mamita, si llama Aldo por favor dile que me llame, que es urgente, y también invítalo a cenar, a desayunar, a lo que sea, necesito hablar con él.

Volver a escuchar que Lety seguía buscando con desesperación a Aldo, lo volvió a irritar. 

F: Con Permiso, no le quiero quitar mucho tiempo , solo unos segundos y ya la dejo en su trama de busca y captura de Aldo, el ángel. Ya tendrá todas las horas del día y la noche para su misión.

L: Deja la bobada Don Fernando, esto no es fácil para mí, ¿dígame? Necesito escucharlo. También usted me hace mucha falta.

F: ¿También? ¡Ahh, que gusto, gracias! Leticia necesito que me responda a unas preguntas , porque creo que yo también se les caí a mis papas cuando era chiquito, ya sabe, como Ariel. Porque por más que me explica no me entero, me debí quedar bobo.

L: Dime Don Fernando.

F: A ver, quiero que me conteste con un  o con un no , porque sino no me entero ¿de acuerdo?

L: Deje el juego Don Fernando.

F: ¡Sshhh! —Sitúa su dedo índice en sus labios—. Por favor, recuerde, me caí de chiquito. Sí o no... ¿de acuerdo?

L: De acuerdo...¡ándele!

F: OK, ya voy pues....Leticia Padilla Solis, ¿sigue usted amando a Fernando Mendiola?

L: Sí, nunca he dejado de hacerlo.

F: ¡¡Sshhh!! , solo con o no...Leticia Padilla Solis, ¿usted ama a Aldo Domenzain, el fritangas?

L: No.

Fernando se sentó frente a su mesa, extendió sus brazos en el tablero y expuso sus manos abiertas solicitando las de ellas. Leticia posicionó sus manos en las de él, que fueron apretadas con ternura por sus dedos.  

F: Perfeeecto. ¿Ya ves?  Como el juego es muy fácil. ¡muy bien señorita!... Leticia Padilla Solis ¿quiere comenzar una preciosisima historia de amor con Fernando Mendiola aunque sea muy, muy, muy despacito, al ritmo que marque usted pues?

Leticia agacho la mirada y la cabeza, presentía lo que se le venía encima.

L: No, justo en este momento no puedo Don...

Fernando soltó las manos de lety, que ella inmediatamente oculto bajo su mesa, como tantas veces había hecho en las juntas. Fernando se levantó cada vez mas confundido y cogió todos los lápices del lapicero y empezó a andar de un lado para el otro.

F: ¿Por qué Leticia? ¿Por quééé? ¿Quiere hacerme más de sufrir? Yo creo que ya es suficiente. No habido un momento que haya dejado de sufrir por usted. En Acapulco casi deje que me matasen porque mi vida no tenía sentido sin usted. Cuando regresó le rogué infinitamente que volviese a mí, fui al Santuario, al bonterra, al local con Tiziano Ferro y, en ningún momento, se le ablando el corazón , ni siquiera me quiso escuchar. ¿Usted cree que me merezco todo esto?

L: Calme, calme don Fernando.

F: ¡Ssshhh! —dijo y sitúo sus dedo índice de nuevo en sus labios—. No hable, mejor contésteme. Contésteme una última cuestión. Es muy sencillo, va a ver usted....Doña Leticia Padilla Solis usted no quiere empezar una historia de amor con el Sr. Fernando Mendiola, ¿por quééé...?: 

F: ¡A! Porque el señor Fernando Mendiola es un canalla, enamorado de usted, pero un canalla al fin al cabo.

F: ¡B! Porque usted llego a CONCEPTOS por un accidente ya que lo que realmente buscaba era peregrinar en busca de Teresa de Calcuta y luchar junto a ella contra el mal en el mundo. Y es, por eso, que es capaz de sacrificar su felicidad no estando con el hombre que ama , y así Aldo Domenzain, el ángel, no sufre.

L: Don Fernando se está pasando, está siendo muy injusto conmigo.

F: Doña Leticia no he acabado aun, no tenga afán. Por cierto, puede sacar sus manos de la mesa, tranquila que no se las volveré a coger.

F: ¡C! Usted me ha dicho mentiras y realmente no me ama.

L: No sigas con esto Don Fernando.

F: ¡Ssshhh! y la última y mas importante.

Y elevando la voz, prosiguió.

F: ¡D! Usteddd lo que no quiere es quitarle las esperanzas a Aldo porque usteddd no pierde las esperanzas de enamorarse de un tipo como él, honrado y sincero...¡Dígame Leticia! , se lo he puesto muy fácil, tan solo debe de elegir una.

L: No están fácil, Don Fernando. Usted no entiende que, que yo necesito mas tiemp

F: Señorita Leticia le ruego se riga al cuestionario, A, B, C o D. Yo no entiendo de otra manera.

L: Don Fernando, ¡basta! , ¡ya me cansó! Usted no es un canalla pero no es un angelito, hasta hace una semana andaba con Doña Marcia... ¿Cómo pretende que yo le escuchase en el Santuario, o en el Bonterra ? Habrá cambiado según dice usted, pero aun le queda mucho por madurar, nadie que se precie está con una mujer , con Doña Marcia pues, y esta asediando a otra declarándole su amor. ¡Usted hasta hace una semana ha estado jugando con los sentimientos de Doña Marcia!

F: Noo, eso no es así, ella lo sabía todo, teníamos una relación convenida. Ella sabía que yo la amaba.

L: Todos conocemos a doña Marcia, ella luchaba por usted, nunca perdía la esperanza,  y usted se lo permitía.

F: No creo que esté en posición de dar lecciones, porque usted es justo eso lo que quiere hacer conmigo y Aldo... ¿pretende andar con los dos, Leticia?

De un solo impulso Leticia se levantó de su asiento. 

L: Quiero que se vaya de aquí —Su voz encerraba la ira que pataleaba en su interior—. Me ofendió una vez más y no voy a consentirlo, ya me dijo que era una descarada en el Mesón de San Diego, y no se lo voy a permitir más. Márchese señor Fernando. ¡Márchese!

F: Me voy pero antes contésteme, contésteme al cuestionario,  y así aclaramos por fin las cosas.

L: Con mucho gusto señor Fernando. 

Con el único objetivo de ofenderlo por todas las acusaciones y despliegues egoísta por no quererla entender y darle el tiempo necesitaba, dijo:   

L: La verdad a su pregunta son las A y la D. ¿Contento? Ahora, ¡márchese por favor, no quiero verlo!

F: Ya está todo muy claro. Eso es solo lo que necesitaba. Con Permiso.

Y cerró con un portazo. 

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora