FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.

CAPITULO 59

Leticia entró en la Sala de Juntas.

Estaba aún acelerada y aturdida por lo que acababa de pasar. Todos la miraron con impaciencia y desconcierto. Llevaban más de diez minutos esperándola. Algo impropio de ella, y mucho más, cuando en la Junta estaban Humberto y Teresita.

L: Buenos días. Lo siento, siento mi tardanza, pero me ha surgido un percance en la recepción que he tenido que solucionar con urgencia.

Todos lucían sentados: Marcia, Omar, Luigi, Teresita, Humberto, Ariel, López y Aldo que estaba situado en la última silla libre mas separada del asiento presidencial. Leticia se acercó a los papas de Fernando, y le ofreció su mano para saludarlos con las atenciones que se merecían, en su interior no podía obviar que en realidad se trataban de sus suegros.

L: Buenos días don Humberto, buenos días Teresita, me da muchísimo gusto volverlos a ver, perdón nuevamente por la demora.

Una vez disculpada, y habiendo saludado a los papas de Fernando, se dirigió a su silla, y nada mas sentarse buscó a Aldo con su mirada. Buscaba en sus ojos la simpatía y el apoyo incondicional que siempre había recibido de ellos. Pero los ojos de Aldo al reconocer el acecho de los de Leticia, solo supieron huir , y se desviaron hacía otro lado. A ella le entristeció, ensombreciendo su rostro. Pero se antepuso al malestar que le provocaba , y comenzó la Junta.

L: Les he reunido a todos para comunicaros el estado financiero de la empresa. Como sabéis CONCEPTOS actualmente apenas arroja beneficios más que para pagar los sueldos.  Por consiguiente no pudimos cubrir la segunda cuota del pago a Aldo. Por ello, Fernando se ha visto obligado a pedir un préstamo personal durante 5 años, que será cubierto con los ingresos de CONCEPTOS y de FILMOIMAGEN. A día de hoy ya hemos recibido el préstamo, por lo tanto vamos a ordenar una transferencia bancaria para efectuar el pago – Y mirándolo nuevamente, y suplicando su atención con su mirada  - a Aldo del total íntegro del importe que se le adeuda.

Don Humberto se mostró incrédulo, su larga experiencia le decía que era muy difícil que un banco volviera a confiar en CONCEPTOS como la única fuente de ingresos de Fernando, y Aldo estaba feliz por recibir su dinero, pero a su vez mostraba en su cara asombro y desconcierto. Los demás quedaron convencidos y satisfechos, de seis meses para devolver la deuda habían conseguido 5 años.

La reunión acabó, y Leticia se acercó a Aldo.

L: Por favor Aldo. No me evites más. Tenemos que hablar, acompáñame, ¿si?

Los dos se dirigieron a Presidencia.

L: Aldo yo..., yo se que no he hecho las cosas bien. Que te dejé el día de tu cumpleaños ofendido y enfadado. Y no solo no te busque para darte una explicación , sino que... no te he llamado hasta hace unos días. Quiero que sepas que ha sido por cobardía y miedo, porque me daba mucha pena decirte...

Al: ¿Qué Leticia?¿Qué te daba pena decirme? Si no había nada que decir. Yo lo entendí perfectamente. Entendí que tu nunca me ibas amar porque no solo tu corazón estaba ocupado, sino que tu mente y tus propósitos también. Nunca has intentado olvidarlo, no te engañes, ni me engañes a mí. No has hecho mas que ingeniar y buscar excusas para estar cerca de él.

Leticia no era capaz de hablar. Aldo no se equivocaba. Le dolía escuchar la cruda verdad. Ella en el fondo siempre buscaba a Fernando, en cada decisión, en cada movimiento, en cada estrategia ...

Al: Y yo Leticia. Yo te he ayudado en todo lo que ha estado a mi alcance, como mínimo me merecía una explicación, y no vivir durante diez días tu indiferencia absoluta. Me has tratado como un perro que decides abandonarlo de un día para otro.