CAPITULO 38

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L: Aaah, entonces,  ¿reconoce que lo hacia para molestarme? Pues lamento informarle que lo único que me molesta es que no se respete mis peticiones , pero visto lo visto, mejor que vaya aceptando que las mujeres con usted  sean de  20 o de 70, se ciegan,  y a mi no quieren verme ni en pintura jijijijijijiji. Se lo digo de bien, no imagine.  

F: Usted es una experta en evadir mis preguntas, ¿verdad?... ¿Por qué no me dice que hacían sus carpetas en el suelo? , ¿y por qué anda hoy tan, tan, linda? 

Leticia no iba a librarse del interrogatorio y escaneo mental de Fernando. Su egocentrismo llevaba mas razón que nunca.  ¿Podía conocerla tanto? Se asustaba nada mas pensarlo. 

L: No sea tan vanidoso don Fernando, ¿no creerá que me he arreglado porque venía la señora Lucrecia? ¿No pensará esa barbaridad? Y las carpetas en el suelo es porque me puse nerviosa , iba a golpear su puerta y justo se me cayeron y como anda tan engreído tuve miedo que pensase lo que esta pensando ahorita mismo, y no se me ocurrió otra idea mas  torpe que huir. 

F: ¿Y qué ha pasado con sus gafas?

L: Se me rompieron.

F: ¿Y su peinado?

Fernando tenia razón un cambio de peinado no podía deberse solo a un capricho espontáneo  y mucho menos , cuando había ido a la peluquería al medio día. Leticia no era tan presumida como para sacrificar su descanso en eso. Por consiguiente ante los hechos tan evidentes  tenía que ser convincente y  dura ya que  necesitaba zanjar esta conversación lo antes posible. Él estaba logrando desenmascararla y no iba a permitirlo.

L: He querido arreglarme para esta noche. Tengo que reconciliarme con Aldo ─escupió rotunda y desesperada por finiquitar la conversación.      

Fernando con esas palabras sintió como si le pasara una apisonadora por encima. No podía esperar una respuesta mas hiriente y desagradable. Esta noche pasaría lo que no pudo pasar anoche.  Ahora sí inevitablemente terminarían de sellar su compromiso.

F: Ah. ─Cayó en un silencio profundo─.  Que...que  gusto me da. Que bueno. Pues me alegro mucho por ustedes. Les deseo que disfruten mucho. Ahora sí me retiro.

Fernando se encerró en su oficina y maldijo el momento en el que pensó que Leticia estaba celosa. Ella se había encargado de aniquilar cada una de sus ilusiones y de destruir uno por uno todos sus castillos en el aire.

La tarde trascurrió , Leticia no llamó en todo el día a Aldo, tenía un conflicto de sentimientos, sabía que no podía pedirle que hiciera más por CONCEPTOS, que era muy injusto por su parte, pero como los sentimientos no son racionales, ella se sentía dolida. La empresa se había convertido en su vida y no asimilaba que Aldo terminase siendo el propulsor de su final. 

Al mismo tiempo estaba muy confundida, el hecho de no haber podido avanzar con él fisicamente le hacía dudar de todos y cada uno de sus planes. Su relación estaba basada en la seguridad y la confianza, y ella se engañaba con que el deseo y el amor llegarían después.  Pero esa noche, esa situación perfecta, le plantó cara a su engaño arrojándole agua helada. Si en ese momento tan mágico no había sido capaz, ¿por qué mas adelante iba serlo? Ya conocía a Aldo, conocía todas sus virtudes, y aun así el amor no golpeaba su corazón. No podía seguir engañándose a si misma y, mucho peor, engañándolo a él . Debía de ser honesta por ambos. El amor que tanto ansiaba no iba a llegar.  Ya no podía  permitir vivir mas en una mentira.     

Se antepuso al malestar que le provocaba sus revelaciones, y decidió ponerse manos a la obra con su  principal problema. Llamo al licenciado Sánchez. Consiguió quedar con ellos para las siete y media en CONCEPTOS, hora que ya no habría nadie. 

De momento avisó a Fernando por su celular. 

L: Don Fernando, he concertado una cita con los abogados a las siete y media aquí en la sala de Juntas. ¿Nos vemos allá?

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora