CAPITULO 39

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L: ¿Cómo?... ¿Qué?... ¿Casarnos?, ¿usted cree que casándonos le concederían  un préstamo a don Fernando?

L.S: No nos cabe la menor duda. ¿Verdad licenciado?... pero, ¿es que usted seria capaz de eso?

Leticia apoyo los  codos en la mesa y descansó su frente  entre sus manos.

<<¿casarnos?, ¿casarme?, ¿yo?, ¿yo  y don Fernando? ¡No! ¡Claro que no! ¡Es una locura! ¡Otra locura! ¿O sí? ¡No! ¿Y por qué no? No es mas locura que haber embargado a CONCEPTOS>>. 

L.S: ¡Licenciada! ¡Licenciada! ¿Se encuentra bien?

L: ¿Yo?... ¿Yo?.... Yo Licenciado por CONCEPTOS y don... sus trabajadores.  Yo sería capaz de cualquier cosa Licenciado.  Ahora si me disculpan voy a llamar a don Fernando, me gustaría que fueseis ustedes quienes se lo expliquen.

Había pasado mas de una hora que Fernando se había ido de la empresa.  En estos momentos se encontraba en un antro oscuro emborrachándose.  Intentando engañar al cerebro y disfrazar su realidad. Había perdido a Leticia y también iba a perder a CONCEPTOS. Estaba condenado a sufrir la sentencia de todos sus errores de golpe, y no le quedaba otra que afrontarlos, pero hoy su corazón carecía de la resistencia suficiente. 

Riiiing, riiiing, riiiing... 

F: Doña, ¿dígame?, ¿qué le ocurre?

L: Don Fernando necesito que vuelva a CONCEPTOS. Creemos haber encontrado una solución, pero no quiero tratarla por teléfono, ni esperar a mañana.

F: ¿Una solución?... ¿De verdad?....  ¿Usted cree? Voy ya, voy ya para allá. Tardo unos 15 minutos.

Fernando no tardó ni 10 minutos. Entró oliendo a whisky, y con un semblante alegre y esperanzador.

F: Buenas noches. Ustedes diréis. ¿Qué podemos hacer por la empresa?

L.S: Queridísimo señor Mendiola, hay una opción que ni siquiera la habíamos expuesto porque nunca imaginemos que la Licenciada Padilla  quisiera contemplarla ni por un segundo.

F: Dígame. Me esta asustando. ─Fernando, ante el silencio del licenciado,  miró a Leticia con ojos de curiosidad y ella le sonrío de una forma irreconocible para él─. Es que... es que... ¿quieres asaltar un banco? 

L.S: No, jajaja. No se trata de eso. Es un poco menos arriesgado y peligroso. Se lo voy a resumir. Los bancos necesitan liquidez efectiva como genera Filmoimagen y, a su vez,  propiedades que lo avalen como posee CONCEPTOS. Pues es tan sencillo como unirlas.

F: Yyyyyy...─Alzando un brazo y moviendo rotando la mano con impaciencia─ ¡¿Como?! Ya dejé claro que no aceptaré un traspaso. 

L.S: No. No es eso. La dueña seguiría siendo la licenciada Padilla. 

F: De acuerdo, ¿entonces?

L.S: La solución es sencilla. Bueno, no tan sencilla. En realidad, nada sencilla. Tiene su complicación. Quiero decir que conlleva sus riesgos. Y bueno, tampoco es muy lícita en las condiciones que lo harían ustedes, pero...

F: ¡Por favor vaya al grano!, ¡dígame!,¿cuál es la solución? 

L.S: Pues que usted solicite un préstamo personal como accionista mayoritario de CONCEPTOS, pero antes,  debe de  contraer matrimonio con la Licenciada Leticia Padilla Solis, dueña de Filmoimagen. 

F: ¿Qué?... ¿Cómo?... ¿Puede repetirlo?

Fernando no podía creerse que Leticia estuviese barajando esa posibilidad, y peor aun que la estuviera aceptando.

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora