CAPITULO 45

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Llego el medio día, y Leticia llamo a Carolina. Le pidió que por favor la acompañase que quería renovar su armario. Carolina se ofreció encantada, llevaba luchando con ella para cambiar su vestimenta desde Acapulco, y no podía creer ese cambio de aptitud.

L: Carolina, le dejaré escoger por mí. No le pondré ninguna pega. Siempre que no enseñe mucho jijijijiji.

Carolina se volvió loca escogiendo vestidos, chaquetas, blusas, camisetas, pantalones, e incluso vaqueros. También eligieron zapatos, y botas altas. Y, para terminar,  Leticia le pidió que le aconsejara sobre cosméticos y perfumes.

Leticia sin quererlo admitir lucia feliz. Nunca antes había comprado ropa tan ilusionada, y es que en esta ocasión solo lo hacía para él. Le encantaba ver esa mirada curiosa de Fernando posada en ella. La avergonzaba pero mas le gustaba.

Mientras tanto Fernando se fue a una boutique de lencería fina. En realidad, era un experto en la materia. Siempre se la regalaba a Marcia y a sus amigas que 'no eran tan amigas' . Pero en esta ocasión era distinto.  Aun sabiendo que Lety no se la aceptaría, siempre existía una remota posibilidad, y con solo imaginársela vestida por la fina tela de seda y encajes revelando de su piel mas de lo que escondía, lo hacia enloquecer de placer. No obstante le compraría los camisones mas decentes que hubiese en la sección sexy , junto a sus batas compañeras.

Los dos llegaron después del almuerzo a CONCEPTOS, y Fernando se dirigió a presidencia con mucho entusiasmo.  

Para él todo era un sueño, un cuento de princesas y príncipes. Peligroso, arriesgado, ilícito, pero maravilloso. Tan solo Le importaba por ella, no quería provocarle problemas con su familia y mucho menos conflictos morales.  Pero para Fernando, el resultado de toda esta locura le fascinaba. Llegada las seis de la tarde Leticia iba ser solo para  él, sus ojos iban a ser los últimos en mirar en la noche y su mirada la primera al despertar.    

F: ¿Que tal le ha ido el almuerzo Lety? ¿Ha podido comprarse algo?

L: Bien , gracias. Si, he comprado varias cosas, servirán para llenar un poco el armario, y tranquilo que las ha elegido Carolina.

F: Ah, que bueno, estoy deseando vérselas. Yo también le he comprado varios camisones. No se preocupe, mas que otra cosa son elegantes. Se los puede poner con tranquilidad  que no voy a saltar encima de usted como una fiera en celo. Y, también,  varios conjuntos de ropa interior que esos debe aceptarlos. A no ser que usted quiera, no se los voy a ver puestos. Es una tontería que me los rechace. Y  tengo un gusto exquisito para eso, créame.

Leticia estaba horrorizada.  Se moría de la vergüenza al pensar que Fernando había estado en una boutique comparando tallas y  eligiendo bragas y sujetadores para ella. ¿Pero que podía hacer con él?, si seguía siendo un niño impulsivo y caprichoso.

L: Le creo.  Usted a visto los cuerpos mas hermosos de todo México luciendo las mas bellas lencerías. Debe de ser todo un profesional. Conocerá millones de ejemplares de ropa interior, y aun más es un experto en despojarlas.

F: ¡No exagere Leticia! ─dijo a la vez que pensaba que tenía toda la razón. En tiempo pasado fue todo un maestro en desvestir a la modelos─. Eso no es así.

L: Si, claro. Recuerde que he sido testigo durante mucho tiempo. Pero cambiando de tema. Don Fernando hoy me espera un largo día, tengo que ir a mi casa para hablar con mis papas, ya sé lo que les voy a decir para poder irme con usted por lo menos durante 15 días, y rogaré que en ese tiempo podamos solucionar el expediente. Y después deberíamos quedar con los abogados para que nos digan en que consiste el cuestionario que nos pueden hacer.

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora