CAPITULO 66 (PENÚLTIMO)

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La noche del viernes llegó, y al día siguiente era Celebración de su matrimonio.

Fernando llevaba días sintiendo a Leticia apagada y ausente en sus pensamientos, desde la llegada de sus papas evitaba hablar de ellos. Él durante toda la semana quiso visitarlos, pero ella solo sabía ponerle excusas y cambiaba de tema de conversación.

Leticia pensaba que mañana en la fiesta, ante los hechos convincentes de que su papa no apareciera por allí le diría la verdad a Fernando.

Él no estaba tranquilo, sentía que su amada no era plenamente feliz, que había algo que le hacia estar triste , y era algo que no era capaz de materializar con palabras ya que por más que le preguntaba todo iba bien, y todo era perfecto, pero la profundidad de su mirada no le decía lo mismo.

Fernando quería demostrarle a ella y a él, que algo no estaba bien en su interior, le haría una prueba, solicitaría de su cuerpo, y a la vez de su mente. Su cuerpo no es libre si su mente no lo está también. Si tu mente está preocupada y tu corazón dolido, y te hurgan en la herida, no puedes pensar en otra cosa que en el dolor que te genera y ese dolor trabaja anulando todos los demás sentidos.

F: Mi amor tengo mucha hambre, ¿hacemos la cena?

L: Si, hagamos espaguetis. ¿Te parece?

Sus opciones no eran muchas más, ninguno de los dos sabía cocinar , y se estaban proponiendo aprender, pero el proceso era lento, y casi siempre comían lo mismo.

F: Yo lo hago todo. Tú solo mírame, y lo pruebas ¿de acuerdo?

Fernando y Leticia entraron a la cocina, e inmediatamente él la alzó y la subió a la encimera más alta de toda la cocina. Ella lucia un vestido azul hasta las rodillas, quedaba pegado al cuerpo en su movimiento, pero la tela era fina y suelta.

Fernando coció los espaguetis, de 8 a 10 minutos en agua hirviendo, sacó un fideo largo y lo mareo con el tenedor hasta enfriarlo y se lo acercó a Leticia.

F: Pruébalo a ver si está hecho.

Se lo acercó a la boca, y Leticia lo mordió.

L: Esta blando, está perfecto.

Fernando deslizó su vestido hasta sus muslos y dejó caer el espaguetis en ellos.

F: ¿Seguro que está bien hecho?

L: Seguro – Leticia lo miraba con cara de picarona, porque ya sabía que Fernando no la iba a dejar en paz.

F: No lo sé... quizás lo que es de tu gusto, no es del mio. Mejor voy a ver yo... – dijo de forma burlona, y con cara seductora.

Seguidamente agachó su rostro y empezó a besar sus piernas y a absorber el fideo.

Fernando quería que Leticia se deshinibiese y provocar en ella una tensión sexual difícil de resistir, para después preguntarle sobre sus sentimientos, y poder leer entre sus líneas. Necesitaba conocer la realidad que escondía en su corazón, no iba a permitir que Leticia sufriera por nada, ni por nadie, y mucho menos sin su apoyo.

F: Ummm, es verdad, está perfecto, pero... probemos con otro – Fernando volvió a coger un fideo de la olla , lo mareó, y al girarse hacia ella levantó aún más su vestido hasta ver su ropa interior dejando caer el espagueti sobre la misma.

Leticia nada más sentir el calor de la pasta que seguía cociéndose en el interior, se exaltó y aceleró su respiración de 0 a 100 en milésimas de segundos.

Fernando introdujo sus dos manos entre sus muslos y las separó todo lo que la presión ejercida por Leticia le permitió. La punta de su lengua se deslizaba en su piel como solo el agua sabe acariciar la arena, sus labios conocían su destino , en ese momento olvidó el objetivo de su propósito, que era el desmantelar a su corazón. Solo quería darle placer. Un placer que nunca antes había imaginado.

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora