CAPITULO 33

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L: ¡Buenos días!

Leticia se sentó en su silla, si se rozaba con el codo de Fernando ya no le importaba. Hacía tiempo que dejó de estar tan a la defensiva. Y por arte de magia siempre la silla de Fernando estaba pegadísima a la suya.

L: Les he reunido aquí para informaros que debemos de seguir con la misma rutina de visitar a nuevos clientes para que participen en la ruta gastronómica. No obstante, también tenemos que empezar a llamar a todos los clientes ya visitados y buscar una estrategia para que se decidan y acepten nuestra oferta. Le vamos a ofrecer un descuento del 20 % si firman con nosotros en los siguientes 15 días.

M: Leticia eso no. ¡Eso sí que no! Me niego a trabajar por dos pesos. No podemos bajar tanto los precios. ¡Es una locura!

L: No tenemos de otra doña Marcia, o lanzamos ofertas que inciten a decidirse rápido o nos quedamos sin nada. Ya va hacer dos meses y solo tenemos al señor Montesinos de cliente , en tiempos de crisis hay que trabajar más y cobrar menos. Lo siento. Pero lo he deliberado mucho, y creo que no hay otra solución. A no ser que tengáis una idea mejor.

F: Yo apoyo su medida doña Lety.

M: ¡Uy, que sorpresa!, ¿cómo no?

O: Yo también estoy de acuerdo con ellos.

L: Por favor, repartiros a los clientes para llamarlos esta misma mañana. Y don Fernando pase ahora por mi oficina, y vemos los que visitamos los dos juntos y acordamos las llamadas. Con permiso.

Leticia estaba desesperada, era verdad que un 20 % era mucho, pero... ¿qué más podía hacer? Menos mal que Fernando siempre estaba ahí para tenderle la mano, y eso le daba fuerzas.

L: Paula María , dígale a Tomas que pase por mi oficina. Graciaas.

Por otro lado esta noche tenía la cena romántica con Aldo, sus excusas para evitar situaciones comprometidas se habían agotado y esta noche era un día muy especial para él. Leticia no lograba entender por qué hasta ahora había rehusado tanto de la intimidad. Aldo siendo tan pasional y tan lindo, cualquier mujer lo deseaba. Creía conocer una de las causas, y es que lo quisiera admitir o no, las palabras de Fernando significaron mucho más de lo ella quería reconocer.

─ ''Como el futuro marido de usted que soy y como mi futura mujer que es. No se entregue a él. Usted es solo mía''.

Leticia no iba a permitir que Fernando le condicionara más, e iba a poner todo de su parte para que su relación funcionase. En ese momento entró Tomas a presidencia.

T: Buenos días Lety.

L: Ay Tomas, que bueno que estés aquí. Tengo un problema. Hoy es el cumpleaños de Aldo, lo cual había olvidado por completo, y mira las horas que son y aun no le he comprado nada, ni tengo idea que comprarle. ¡Que horror!, yo no sirvo para ésto, ¿me ayudas?

En ese momento Fernando estaba a punto de entrar a presidencia, pero al ver a Tomas decidió esperar en la puerta. Siempre prefería estar a solas con Leticia, y sin proponérselo escuchó la conversación.

T: Bueno le preguntaré a mi chiquita, seguro que a ella se le ocurre algo. ¿Por cierto lo vais a celebrar?, ¿dónde es la fiesta?

L: Ay Tomas, pues no hay fiesta, o más bien,  la fiesta es solo para mí. Aldo me ha preparado una velada romántica dizque en una cabaña de encanto. Pero estoy muy nerviosa Tomas, esta noche ya..., ya..., ya...

T: Suéltalo Lety... ¿Ya qué? ¿Ya qué?

L: Uhff, que ya no hay marcha atrás. Yo voy a ser suya, él va ser mío, y los dos vamos a ser uno.

T: Pero es que... ¿aún no?

L: No Tomas, no. Aun no ha pasado nada entre él y yo, no me preguntes el porqué, pero lo he estado evitando.

Fernando por un instante toco el cielo porque aun no había pasado nada , pero su felicidad le duró poco al escuchar que esta noche pasaría lo inevitable. En ese momento entró a presidencia.

F: Hola doña , aquí estoy, ¿para que soy bueno?

L: Tomas me parece perfecta tu idea de pregúntale a Alicia , ella seguro acierta. Luego hablamos... Don Fernando antes de todo, gracias, no sabes lo que significa que me apoyéis con esas medidas de auxilio, que nunca se han aplicado antes.

F: Doña no me dé las gracias, yo te ayudaré siempre que pueda, y es que comparto la idea con usted.

L: Te he avisado porque tenemos que repasar todos los clientes que visitemos los dos, para ver los que llamo yo y los que llama usted ¿De acuerdo?

F: Claro.  Lo he estado mirado antes de venir, y si le parece bien yo puedo llamar a Rosy Ocampo, y a Lucrecia. Los demás los trató usted y su enamorado, más que yo.

Fernando estaba en frente de ella que lucia en su sillón sentada, la referencia a Aldo , le incomodaba, ya que Leticia desvió su mirada hacía abajo. 

L: Me parece perfecto. Gaste cuidado con Rosy Ocampo y la oferta que le ofrece jijijiji...Ahora dígame,  ¿quien eran Lucrecia que no lo recuerdo?

F: Fui yo solo. Usted no me acompaño. No se si se acuerda pero la llame y le avise que no era necesario.

A Leticia le vino de golpe el malestar que sintió en ese momento, cuando deseaba estar con Fernando y él prefirió ir solo. También recordó la forma tan especial con la que Aldo describió a Lucrecia. Como una mujer inteligente, trabajadora, como las que ya no hay. De Rosy Ocampo no sentía celos porque era una mujer descarada como todas las demás que siempre acosaban a Fernando. Pero Lucrecia, era una mujer especial, no le cabía la menor duda.

L: De acuerdo. Así lo hacemos. Cuando hable con ellos venga y me confirma. 

F: Perfecto, perfecto. Gastaré cuidado con Rosy no se preocupe..jajaja. A  Lucrecia me da mucho gusto llamarla. Es una mujer muy especial, me gustaría que la conocieses algún día.

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora