CAPITULO 32

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Hacía más de dos mes que Aldo pagó la totalidad de la deuda de CONCEPTOS. A día de hoy la empresa le había abonado el primer pago. Sin embargo para el 2º pago aun no tenían el suficiente dinero recaudado, sus leves contratos solo habían alcanzado para cubrir los sueldos de los trabajadores y para invertir en los siguientes proyectos, pero apenas habían arrojado beneficios. CONCEPTOS estaba pasando por una temporada de crisis, estaba siendo afectada al igual que todo el país. Los clientes estaban temerosos en invertir y gastar su dinero porque a su vez, sus ventas y prestaciones de servicios habían bajado mucho. El turismo había descendido, y todo México estaba paralizada.

Leticia no sabía como decirle a Aldo que aun no habían conseguido el dinero suficiente, se sentía impotente, porque lo más importante para ella era que lograse recuperar su economía para que dejar de trabajar como asalariado para un restaurante, y poder continuar con su carrera profesional creando sus propias cadenas. Le dolía en el alma que los errores de los demás, incluyéndose ella, los pagase el más inocente y honrado.

Asimismo, Leticia conocía a la perfección el contrato prestamista que habían formalizado CONCEPTOS y Aldo Domenzaín donde se reflejaba en las clausulas y condiciones el importe que la empresa debía abonarle y los plazos establecidos, de lo contrario la parte perjudicada puede adoptar acciones legales para reclamar su correcto cumplimiento. Ella tenía miedo, porque no quería tener problemas ni con Aldo ni con CONCEPTOS, al igual que no quería que ninguno de los dos fuese perjudicado.

Eran las siete de la mañana del viernes cuando Leticia despertó. Cada mañana se levantaba mas angustiada por la situación de la empresa. Estaban haciendo todo lo posible para conseguir contratos y clientes pero hasta ahora no estaba resultando tal y como esperaban.

En CONCEPTOS.

L: ¡Buenos días chicas! Paula María, ¿han llegado don Fernando, don Omar y doña Marcia?

P.M: Don Fernando lleva desde temprano en la oficina. Don Omar y doña Marcia acaban de entrar.

L: Paula María, necesito que los avises para hacer una reunión en la Sala de juntas. Cuando estén todos me llamas a mi oficina. Gracias.

Leticia entró en su oficina. Seguía agobiada por la empresa , no paraba de darle vueltas y vueltas a la cabeza. Cogió el calendario de su mesa donde ella anotaba todas sus citas y temas más importantes, pero que ultimamente solo lo utilizaba para la cuenta atrás de los días que le quedaban para cumplir el segundo pago a Aldo. Justo en ese momento con el calendario en la mano se percató que el día de hoy estaba subrayado con un gran círculo rojo y escrito por su propio puño y letra una anotación: ''Cumpleaños Aldo''.

L: ¡Ay no!, ¡No me lo puedo creer¡, ¿Cómo se me ha podido olvidar? Todos los días religiosamente miro el calendario para organizar el trabajo, y ¿no lo he leído hasta hoy? 

De inmediato llamo a Aldo para felicitarlo y, a lo largo del día, buscaría el momento para ir a comprarle su regalo.

Al: ¡Buenos días princesa! ¿Cómo estas mi amor?

L: ¡Buenos días mi amor! Muchisisisimas felicidades, hoy es tu cumpleaños. Con los años sigues igual de lindo, pero aun mas sabio.

Al: Gracias. Pensé que te habías olvidado. Como no me has dicho nada en estos últimos días.

L: No, claro que no. ¿Cómo crees? Eso era lo que quería que pensaras.jijijij.

Al: Tengo una sorpresa para ti, me gustaría celebrar mi cumpleaños esta noche con una velada romántica, tú y yo solitos. ¿Qué te parece? Mi padre nos deja una cabaña que tiene en el campo, es muy linda. Ya la veras, sé que te va a encantar. En la noche se escuchan los búhos y en el amanecer te despiertan el canto de los pájaros. Y aunque este en el campo pero está muy cerquita de acá.

A Leticia se le hizo un nudo en la garganta difícil de tragar. Sabía que esta noche llegaría más tarde o más temprano. Ya no existían excusas, era su cumpleaños , no podía invitar a más nadie, ni tampoco negarle la invitación. Aldo es su pareja y esta noche sin poder evitarlo terminarían de sellar su compromiso.

L: Mmmmm, que gusto, que lindo. Pero a mi papito no sé si le gustará la idea tanto como a nosotros. No te hagas muchas ilusiones porque como se ponga pesado no hay quien lo convenza.

Al: No te preocupes por nada, esta todo pensado. Don Erasmo me ha ayudado a elegir el menú.

L: ¿Quééé?, no entiendo como lo logras de verdad. No puedo creerlo. Esta bien, luego me cuentas y hablamos. Besos, ¡chaooo!

En ese momento sonó el teléfono.

P.M: Amiga ya están todos en la sala de juntas.

L: Gracias Paula María.

Leticia se dirigió a la sala de Juntas, y allí estaban los tres sentados de la misma manera y distribución de siempre. Su relación con Fernando ya era mucho más amistosa, él estaba demostrando una gran responsabilidad y respeto, no la molestaba con ningún tema que no fuese de trabajo, se ofrecía a ayudarla en todo lo que necesitaba, y siempre la respaldaba y defendía. Con Marcia la relación también había mejorado mucho, Marcia sabía que entre ella y Fernando no había nada y eso le hacía ser mucho más amable y comprensiva. Y con Omar su relación seguía siendo como siempre, indiferente , era un hombre inteligente pero demasiado inmaduro y egoísta, por lo tanto nunca había intentado simpatizar con él. No obstante sabía que era un gran apoyo para Fernando, por lo cual lo respetaba por ser su amigo. Inevitablemente, Fernando seguía siendo el primero y más importante para ella, ante todo quería que estuviese feliz, al margen de sus sentimientos de amor que en contra a su voluntad no habían menguado, la personalidad de Fernando siempre la había cautivado, lo adoraba, era divino, simpático, alegre, gracioso, caballeroso, no podía evitar admirarlo a pesar de todas y cada una de sus diferencias.  

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora