CAPITULO 13

793 45 1
                                    

Lety necesitaba los 20 minutos para el mismo ritual de la última cita, se lavó los dientes  y se perfumó.

Esta vez llegó antes que él,  se apoyó en su BMW y empezó  a acariciarlo como si fuese su dueño.

 Al entrar al parking, redujo la velocidad de sus pasos y no desvío su mirada en ella ni un instante.  Desde esa distancia podía ver la belleza real de Leticia, la armonía en sus facciones, la elegancia de su rostro, la rectitud y perfección de su nariz, sin embargo, Fernando gozaba de un gusto exquisito para vestir, por consiguiente le era imposible eludir esas gafas tan aparatosas, su vestimenta tan suelta e impersonal y la trenza relamida en exceso, podía reconocer que todo junto y revuelto aniquilaban el aura refinado pero,  nunca, ante sus ojos,  su verdadera belleza.  

Su cercanía asaltó la ensoñación de leticia y Fernando aún sin mediar palabra abrió la puerta del auto.

F: Suba Doña.

Leticia se sentó y él con seguridad tomó los mandos del coche con su mirada fija al frente, accionó el motor y se dirige a la gran avenida donde desembocaba el parking. 

Simplemente por tenerlo tan cerca, sentía como revoloteaban mil mariposas en su interior. Era consciente que Fernando se había hecho de rogar y,  era por eso, que ella se sentía tan suceptible. Prefirió no hablar, temía que su nerviosismo revelase más de lo permitido. 

F: Lety, está muy guapa, ¿no me va a decir que se ha hecho?

Dio,no... ¿cómo explicarle que se debía a que se había quitado el bigote?, que horror , menuda vergüenza. 

L: Es usted que me mira con buenos ojos. 

F: Eso siempre, pero hay algo más... ¿no me lo va a decir? ─Desvió su rostro y clavó sus ojos en ella con descaro. 

Leticia se asaltó al distinguir el movimiento incesante de la  circulación y como él, ajeno, tan solo poseía ojos para escrutarla.  

L: Carolina me llevó a una esteticien a depilarme las cejas y eso da mucho amplitud en la mirada, para mi sorpresa ─dijo y rogó en su interior que se quedase conforme con su respuesta. 

Al instante,  Fernando rodó sus ojos hacia sus cejas, pero no tardo un segundo en mirarle la parte superior de su boca. 

Leticia enrojeció.

F: Claro, es eso. Pues le sienta muy bien. Carolina es una gran mujer y le da muy buenos consejos, ¿verdad? Pero... no se encienda por dios, ¿no esta acostumbrada a lo piropos?

L: Déjelo por favor, ya sabe la respuesta. Si estoy acostumbrada a algo es a los insultos, no a los piropos.

F: No haga caso, todos ellos son una pandilla de inútiles. Usted es hermosa y ahora se ve relinda... ¿Sabe qué? Hoy es su día de suerte, me pilla generoso y le voy a poner música. ¿Qué le parece?

L: Ah, gracias, gracias por un detalle tan grandioso.

F: No hay de qué, pero no se acostumbre jajajaja. ¿Le gusta Tiziano Ferro?

Leticia de momento se trasladó a aquella noche donde suspiraba con agitación al ver como él la miraba, y de fondo escuchaban la canción que le había dedicado. Esa noche acabó muy mal, ella volvió a sentirse agredida, pero cuando llegó a su casa se topó con la realidad de que Fernando la amaba.  Aunque nunca quiso decirlo en alto, pero lo sintió al leer esa última nota en aquella servilleta.

Fernando no espero a que contestase e introdujo el CD y busco la canción 5.

''Si que estabas contentísima cuando mirando Amsterdam

FANFIC: BÉSAME EN LA BOCA CON TU LÁGRIMA DE RISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora