Entrar en las peleas clandestinas no había sido nada complicado para mi, lo difícil fue convencer a Mateo de que dejará participar a Alex en ellas.
Mateo es un tipo alto, fornido y de carácter fuerte, casi siempre trae una camisa oscura con las mangas arremangadas dejando ver sus brazos cubiertos de tatuajes, los cuales salen por el cuello de su camisa, si no la trajera puesta posiblemente veríamos que todo su torso esta lleno de ellos. En sus dedos trae muchos anillos y siempre te mira con un rostro inescrutable.
Que digamos no veían muy bien a las personas nuevas y para ser sincero la forma de ser de Alex no ayudaba mucho.
Cuando llegamos y el señor que cuidaba la puerta de entrada no lo dejó pasar, el casi termina enfrentándose a golpes ahí mismo, sin inportale que ese tipo era dos cabezas más alto que nosotros y aún más importante, que nos doblaba en peso.
Como sea, yo había abogado frente a Mateo por el, ya que lo conocía un poco y sabía que el sólo quería hacer dinero con su negocio.
─Mucho tiempo sin verte─ había dicho Mateo sin mirar atrás mientras nos dirigía por una serie de pasillos después de haberle avisado al portero que nos dejará pasar.
─He estado ocupado estos últimos días.
Fue la respuesta que le di, Mateo nos había hecho pasar a un tipo de club, donde debajo de nosotros la música sonaba alto y unas luces estronboticas iluminaban todo el lugar, se podía ver a muchas personas bailando. El alcohol, el sexo y las drogas se encontraban en abundancia en este tipo de lugares.
Pasamos justo a un lado donde una mujer desnuda de la parte superior y con sólo una minifalda que dejaba ver prácticamente todo bailaba sobre una mesa alrededor de un tubo, al igual que en muchas mesas del lugar, era algo que en lo particular no llamaba mi atención así que prosegui con mi andar.
─Igual que yo─ respondió el al mismo tiempo que nos dirigió a lo que parecía ser su oficina ─sabes... últimamente el negocio no va también que digamos, ha habido una baja en los clientes que frecuentan este lugar y mi atracción principal que eran las peleas es la más afectada de todas, al parecer ya no quedan buenos luchadores por ningún lado.
"Claro que quedan" pensé recordando al instructor Rafael, y uno que otro profesor de la academia "sólo que ellos no harían algo tan estúpido como darse de golpes entre ellos para entretener a unos cuantos idiotas. Estan tratando de hacer de este jodido mundo un lugar mejor, estan ariesgando sus vidas luchando contra los infectados de allá afuera, están haciendo mucho más por las personas de lo tu harás en toda tu miserable vida"
─¿Me imagino que tu y tu amigo vinieron para eso?─ cuestiona el sujeto tatuado sentándose en el gran sillón de su oficina mientras uno de sus subordinados le prepara una bebida y se la entrega, Mateo nos ofrece una también pero ambos la rechazamos con un movimiento de cabeza.
─Lo siento pero venimos por negocios, no por placer─ explica Alex con mirada sería ─¿podemos entrar en tus peleas si o no?
─Tu amigo sabe que cualquiera es bienvenido en ellas─ nos informa Mateo tomando otro trago de su bebida con una carismática sonrisa ─sólo que esta vez me gustaría que te quedarás hasta el final Leo, no se porque siempre te ibas terminando la primera ronda.
─La primera ronda es contra otros luchadores─ comienzo a explicar─ pero de ahí en adelante nos ponías a luchar contra esas malditas cosas y lo siento mucho, pero prefiero no terminar siendo mordido por un infectado y tener que ser tu juguete a cambio de esa estúpida cura incompleta por el resto de mi vida. Además nos pagabas una miseria ─le reprocho eso último.
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Infección
Science FictionHan pasado 8 años desde el primer brote de infección, no se sabe mucho de lo que ocurrió en ese entonces pero el mundo nunca volvió a ser el mismo. 7 años del primer avistamiento de un infectado clase Alpha, criaturas que con el paso del tiempo y d...