Kyara XXX

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─Si es verdad lo que usted dice, que alguien asesinó a este joven, tenemos un gran problema entre manos ─sugiere la líder mirando a la vieja Tata.

─Eso significaría que entre ustedes hay alguien que no es quien dice ser ─el apuesto comandante interviene, logrando con sus palabras que todos en la habitación se tencen.

La jefa de las serpientes de arena le recriminó a Nickel que él lo había hecho, en consecuencia el jefe de las arañas negras no se quedó callado y como efecto domino estos dos grupos comenzarón a culparce unos a otros produciendo un gran bullicio.

─!!!Suficiente¡¡¡ ─gritó con voz firme el Comandante Ryu haciendo que se callaran casi todos, solo se escuchaban unos pequeños murmullos por lo bajo─. Esto sólo se resolverá si lo dialogamos de forma tranquila.

─El comandante tiene razón ─lo apoya Raeesha─. Tenemos que dar con el fondo de todo este embrollo ahora mismo, así que mejor ballanse poniendo cómodos porque no saldremos de aquí hasta encontrar una solución ─después se gira dándole una mirada retadora al pelirrojo─. Además agradecería que no tomaras conclusiones adelantadas, que ese chico haya sido asesinado y desechado en tus territorios no comprueba que haya sido uno de mis subordinados quien lo mató, mucho menos que alguien bajo mi mando sea un traidor. Comprendo tu manera desconfiada de pensar pero a diferencia de la Isla Paradise nadie en mi grupo a resultado ser compañero de los traidores, y a estas alturas dudo mucho que así sea.

─...lo siento ─se disculpó el apuesto comandante después de mantener un breve contacto visual con la lider, no quería empeorar su relación más de lo que ya estaba─. Sólo quería ayudar, no pretendía decir eso.

─!Pues fue exactamente lo que dijiste¡

─Vamos chicos, no hay porqué ponernos así ─con rapidez se interpuso Vanessa─. Yo creo que lo importante aquí es saber quien es el asesino, esta más que claro que su motivo al dejar el cuerpo en territorios de la Isla Paradise era crear rivalidad entre nosotros, y por lo visto lo esta logrando. 

─Si me permitieran la palabra ─pidió con total serenidad Jhos a pesar de la intensa situación, el comandante Fukushima se le quedó mirando como si el no tuviera nada que ver en el asunto pero sin embargo Vanessa le dio un ligero asentimiento de cabeza, siempre fue la más comprensible y amigable de todos los capitanes bajo el mando del pelirrojo, y al parecer el rubio usaría eso a su favor.

─Puede hablar cadete.

─Para empezar quisiera recalcar la forma en que murió la víctima, según las palabras de la vieja ansiana y sito verbalmente "el arma asesina podría haber sido una tubería metálica o un martillo, aunque de lo que si estoy segura es que no fue accidental, ese tipo de heridas sólo se pueden causar a propósito", también dijo que el golpe fue en la nuca, lo que nos sugiere un alto grado de planeación para querer hacer parecer a simple vista que la herida fue causada en pelea o mientras la víctima intentaba huir de los infectados.

─Ohh, me impresiona la cantidad de atención que le prestas a mis palabras, debes ser un exelente estudiante, no me molestaría tenerte como aprendiz ─comienza la vieja Tata con la misma voz cansada─. Aunque no deberías tomarle mucha importancia a lo que dije, porque según algunas personas aquí sólo son los cuentos de una vieja chiflada ─era obvio que decía eso último en referencia a Simons, el cual sólo volteo los ojos en señal de desagrado.

─No debería menospreciarse a usted misma, incluso nuestra capacitada doctora no lo notó a la primera vez, tuvo que hacerle una segunda autopsia al cadáver para al final terminar concordando con su afirmación inicial.

─Parece que también sabes como tratar bien a una dama ─enmarca una gran sonrisa la ansiana─. Hace mucho que no me alagaban de esa manera, supongo que ya no soy hermosa como en mi juventud y según la gran experiencia que he adquirido a lo largo de tantos años la gente sólo se comporta así por dos motivos, quieren cortejar al sexo opuesto, lo cual dudo mucho sea el caso, o quieren algo a cambio...

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