─¿Pero que es lo que esta pasando aquí? ─alarmado nos cuestionó Tobi, aunque no le preste mucha atención, mis ojos estaban puestos en la brecha por donde a cada segundo no dejaban de entrar infectados al campamento.
─Nos acaban de atacar tres demoledores ─balbuceo la chica junto a mi.
─Eso ya lo se Amy ─aludió Tobi─. Lo acabamos de escuchar todos por la radio, también sabemos lo de las otras dos bestias en el lado norte, ¿lo que quiero saber es de donde salieron esas cosas?, ¿porque nos atacan justo ahora, si es que toda la noche hemos estado combatiendo únicamente infectados clase beta?
─¿Eso que tiene que ver? ─encuesta Guss desde el asiento del conductor, lo que tiene de bonito le hace falta en inteligencia.
─El campamento de los bandidos se encuentra ubicado en un muy buen lugar, es una de las zonas verdes más grandes en el mapa ─comienza Amy─. Incluso la horda que nos atacó provenía de una zona amarilla ─Guss se le quedó mirando a la castaña con el seño fruncido por lo que decido intervenir.
─Imbécil, quiere decir que no hay explicación lógica para que esos monstruos nos estén atacando ─le espeto mientras me subo al Jepp y me acomodo al lado de Tobi en la parte trasera─. Ahora has el favor de correrte a un lado y deja que Amy conduzca ─le ordenó a Guss quien parece seguir sin entender lo que todos ya suponemos.
─Algo en el campamento los esta atrayendo ─concluye Tobi─. ¿Pero que podría ser?
─Lo sabremos si perseguimos a esas cosas ─anuncia Amy antes de acelerar el Jeep con rumbo hacia los demoledores.
─¿Qué diablos creen que están haciendo? ─interroga el idiota─. Nickel acaba de exigir por radio que nos quedemos combatiendo a los infectados para evitar que entren al campamento.
─No somos bandidos Guss ─le explico─. Nosotros sólo recibimos órdenes del capitán Lerroy, y si no mal recuerdo, él nos dijo que hiciéramos todo lo posible por eliminar esas bestias. Justo ahora el se esta encargando del que quedó atrapado en el muro.
Señalo con mi mano en dirección donde el capitán Lerroy, justo termina de vaciar una carga completa de munición antiblindaje en contra de una masa amorfa de carne que antes era uno de los demoledores.
─Así que no los vallas a perder de vista Amy ─la chica sólo asiente al mismo tiempo que acelera a todo motor.
De otra manera no lograriamos pasar el grupo de infectados que se amontonaron justo donde el muro fue derrumbado. El choque en contra de esos monstruos fue duro causando que el Jeep se sacudia a su paso, sin embargo hubiera sido peor estrellarnos contra el muro de escombro que antes estaba ahí.
La situación dentro del campamento no era más favorable, la cantidad de infectados que ya habían logrado pasar era demasiada, lo único bueno es que aún se encontraban en las cercanías del muro exterior, los pasamos de largo y aunque resultaban ser una amenaza grave, eran mucho peor las cosas que íbamos siguiendo.
─¿Y ahora que? ─ironizó Guss.
─Les damos con todo lo que tenemos ─responde Tobi, apretando el gatillo de la gran arma lanzado decenas de proyectiles a nuestras presas─. Hacercame un poco más Amy, a esta distancia no les hace mucho efecto.
Mi amigo tenía razón, nos encontrábamos a una distancia muy prudente, sin embargo de por si ya su piel era resistente al daño, como para estarles disparando desde tan lejos.
─No sería mejor esperar más refuerzos ─acotó la chica que iba conduciendo─. No creo que podamos hacer algo si llamamos demasiado su atención y se lanzan en contra nuestra.
─No eran ustedes los que querían perseguirlos en primer lugar ─bromeó Guss esbozado una pequeña sonrisa.
Acordamos sólo seguir sus pasos he informarle al capitán Lerroy sus movimientos mientras esperábamos su ayuda. No pasaron ni diez minutos cuando ya teníamos el Jeep del capitán pisandonos los talones junto con otros cuantos vehículos.
─Reporten estado de la situación cadetes ─ordenó el capitán por la radio del Jeep.
─Los dos demoledores que lograron entrar no han hecho nada más que correr en dirección noroeste señor ─respondió Guss tomando la radio─. Les hemos disparado un par de veces pero parecen ignorarnos, mis compañeros han llegado a la conclusión que son atraídos por algo en esa dirección, cambio.
Se escucharon unos segundos de estática por la radio.
─¿Señor? ─balbuceo Guss nuevamente.
─Parece que son cadetes inteligentes ─aludió el capitán─. También no son los únicos, si es cierto que algo así esta pasando nuestra prioridad es encontrar la razón de esto. Y cadetes... es una orden.
Eso último iba dirigido a todas las tropas de la isla que se encontraban bajo su mando. El capitán Lerroy tomó una porción de las fuerzas y comenzó un ataque de barrido, pasando al lado de los demoledores mientras les vasiaban sus cargadores, en un principio esas cosas no les hacían caso pero en cuanto empezaron a utilizar las balas antiblindaje uno de ellos se giro con rapidez tomando un gran bote de basura y se los lanzó a uno de los Jeeps que portaban la pesada arma, el conductor tuvo que hacer una ágil maniobra para lograr eludirlo.
Sin embargo ya contaban con la atención de este último que dio vuelta atrás y volvió intentar derribar el mismo Jeep dándole una fuerte embestida, estas vez el conductor no tuvo mucho que hacer puesto el vehículo se volcó dando varias volteretas hasta impactar con un muro cercano. Los soldados parecían estar bien dentro de lo que cabía, pero desafortunadamente sin transporte ya no serían de ayuda. El otro demoledor fue más inteligente y volcó otros dos vehículos sólo que este los utilizó para bloquearles el camino y no dejarlos pasar. Lo último que vi fue como esas cosas se alejaban mientras los soldados bajo el mando de Lerroy trataban de mover los Jeeps que se intermonian en su camino.
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Infección
Science FictionHan pasado 8 años desde el primer brote de infección, no se sabe mucho de lo que ocurrió en ese entonces pero el mundo nunca volvió a ser el mismo. 7 años del primer avistamiento de un infectado clase Alpha, criaturas que con el paso del tiempo y d...