Leo XXXIII

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─Listo... aquí vienen.

Es lo único que escucho decir al pelinegro justo cuando dos de esas sombras se desvanecen en una nube de humo negro y aparecen al lado nuestro listas para atacar.

Todo parece moverse a cámara lenta, veo como las afiladas garras del espectro van cortando el aire en su apresurado camino hacia mi, intento moverme a un lado para esquivar su ataque pero mis músculos no me responden, las piernas me comienzan a temblar y me invade un profundo sentimiento de miedo que recorre todas mis venas dándome la sensación de que la sangre en ellas se enfría rapidamente, ese sentimiento va poseyendo todo mi ser hasta que me convierte en un manojo de temores e inseguridades.

Toda mi energía es remplazada por miedo a no poder esquivar su golpe a tiempo, miedo a una inminente muerte, pero sobre todo miedo a esas horribles criaturas, me parece surrealista como pueden manipular cada célula de mi cuerpo produciendo esta reacción en mi.

Creía todo perdido, que aquí conocería mi final pero justo en el último momento, antes que el golpe del espectro se tope de lleno contra mi cara, Alex me empuja hacia atrás causando que esas afiladas garras pasen rosando mi mejilla izquierda dejando sólo unos pequeños rasguños en ella. 

─!Demonios Leo, no te quedes parado como un idiota¡ ─me reprende comenzando a correr en dirección contraria de esas espeluznantes sombras y yo hago lo mismo saliendo al fin de esa especie de trance─. Primero tenemos que alejarnos de ellas, si te afectan lo suficiente como para dejarte paralizado será mejor que no te les acerques mucho.  

Era un excelente plan dejando de lado que esas cosas no se quedarían quietas exactamente, el espectro que en un principio no se había movido se desvaneció y apareció delante nuestro justo como los otros dos habían hecho hace un segundo. Casi podría decirse que trataban de acorralarnos, intente golpearlo con el lado del hacha en mi arma pero este uso el truco de siempre y escapó de mi vista entre un remolino negro de humo reapareciendo varios metros más adelante, por consiguiente el hacha término estrellándose fuertemente con el suelo.

─Esto es perfecto ─informa el pelinegro─. Leo, tú te encargarás del que tienes enfrente.

─¿Perfecto?... !pero si nos tienen rodeados¡

─Al ser tu primera vez peleando en contra de estas criaturas veo que no puedes estar cerca de dos porque te paralizan de inmediato... pero contra una sola puedes reaccionar, y muy bien según acabas de mostrar, por lo tanto tu encargate de ese y yo veré que hago con estos dos, no será fácil pero es nuestra mejor opción ─dice corriendo hacia los dos espectros que fijó como sus objetivos.

─Ni siquiera puedo golpearlos antes que se desaparezcan, ¿como demonios quieres que venza a uno siquiera?

─!Sólo trata de anticipar sus movimientos, no es tan difícil Leo¡ ─escucho que grita cuando estoy tratando de esquivar los ataques del espectro que me toco enfrentar.

─!Lo siento, pero no cuento con entrenamiento previo en contra de estas cosas a diferencia del misterioso pasado de alguien¡

Mi compañero comienza a reirse cuando lo único que puedo hacer yo es seguir tratando que las garras del espectro frente a mi no me atinen.

─!Una última cosa Leo, trata de no mirarlos directo a los ojos¡

─!Pero si nisiquiera tienen rostro¡ ─le grito y por un momento pierdo el ritmo de la pelea causando que el último ataque del espectro rose mi pierna izquierda produciendo un considerable corte en ella del cual comienza a salir un poco de sangre─. !Maldición Alex podrías cerrar el pico, me haces perder la concentración¡

Alcanzó a oír como se ríe a carcajadas, no obstante decido darle toda mi atención a la pelea en la que estoy.

Intento contratacar pero el espectro se desvanece haciendo que mi hacha-martillo golpeé el aire, reaparece a mi derecha y tomó dar unos pasos hacia atrás para esquivarlo, en el último paso apoyo firmemente mi pie en el suelo elevando mi arma por sobre mi cabeza tratando que esta le caiga de lleno a la criatura frente a mi, sin embargo esa cosa vuelve a desaparecer y esta vez es la parte del martillo la que se estrella en la arena.

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