Infección

Natalie XXIV

─No importa por donde lo veas ─señala la doctora Moira inspeccionando el pequeño tubo de cristal entre sus manos─. Esto es sólo sangre. 

─Lo se Moira ─dice mi mamá recibiendo de parte de la rellenita doctora el tubo de cristal.

─Pensé que al ser la muestra X, tal vez veria por fin al responsable de toda esta muerte y destrucción.

─Enserio me alaga que hubieras pensado el que yo tuviera el virus original, pero si así fuera sería más cuidadosa y no jugaría con el entre mis manos ─le dirige una juguetona sonrisa mi mamá logrando que la doctora se apene─. Lamento decirte que la muestras sólo es inmune al virus Z, comprobado hasta el momento, veremos si también lo es a la recién descubierta gripe verde, aunque se me hace raro que de pronto la gente en la isla empezará a contagiarse de esto.

─Alguien podría haberse contagiando en el exterior cariño ─interviene mi papá─. En alguna de las misiones, posiblemente un soldado ─inquiere examinando la muestra de sangre a través de un microscopio, al mismo tiempo, con una probeta deja caer una pequeña gota de algo sobre esta misma─. Increíble, parece ser inmune también a este virus.

─Eso no puede ser posible, este virus es mucho más agresivo que el de los infectados, la gripe verde, a diferencia del virus Z, mata a sus portadores.

─Observarlo tu misma cariño ─mi papá se hace a un lado y teclea algo en una computadora para mostrarnos en esta lo mismo que segundos atrás el miraba por el microscopio.

─Parece combatirlo ─dice la doctora Moira al ver las diferentes células en la pantalla─. No... Lo esta asimilando, ¿cómo puede ser posible? 

Tanto mi papá como la doctora ven confundidos a mi mamá, esperando que ella aclare todas sus dudas, las cuales sin necesidad de ser expresadas mamá comprende a la perfeción.

─A pesar de llevar varios años estudiando la muestra, yo tampoco comprendo muy bien como funciona. 

─Podría ser más específica Doctora Díaz ─le sugiere su antigua estudiante.

─Separé de la muestra el componente activo que le daba inmunidad ante el virus Z, de ahí fue donde derivé la anticina, aunque nos tomó varios años descubrir que la flores de sangre también poseían el mismo componente activo, ¿lo recuerdas querido? 

─Hmmp, debí imaginarlo ─expresa papá, haciendo una extraña mueca─. De un día para otro apareciste frente a mi con la solución para todo esto, no te parece gracioso como para fabricar la cura se nesecita de algo parecido a la sangre. De hay reciben su nombre las flores, además de su brillante color, cuando son tratadas el compuesto final es un espeso líquido rojo oscuro.

Papá se había acercado hacia mamá con expresión sería mientras Moira permanecía en su lugar.

─Dime Ana, ¿qué hubiera pasado si no descubríamos las flores de sangre? ─era extraño que papá se dirigiera de esa forma a mamá, llamándola por su nombre─. ¿Hubieras drenado cada gota de sangre de esa persona o habrías privado de la cura a todos?, porque si algo esta más que claro es que tu secreta "muestra X" no es más que sangre de un humano normal.

Mi mamá se quedó callada sin poder creer la negativa reacción de papá el cual parecía comenzarse a enfadar.

Ella sabía perfectamente las respuestas a cada una de las preguntas de su alterado esposo, sin embargo no las respondió, no por ser egoísta, no por querer mantener este Santo Grial para si misma, no por ningún mal motivo, mamá guardaba silencio más que nada para protegerme, sabía que si este secreto se descubría, la más afectada de todos los presentes sería yo.