Sara XXXVI

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Especial 1k segunda parte.

─Maldición Rore, no se suponía que me tendrías el camino despejado ─le susurro por el auricular.

─Es el laboratorio de la Academia donde debes infiltrarte, no sería como un paseo por el parque después de todo.

─Si, pero hay un grupo de guardias en la puerta ─me quejo.

─¿Puedes con ellos, cierto?

─Por supuesto que si Rore, sin embargo la seguridad era trabajo tuyo, no mío.

─Hago lo mejor que puedo Sara, mencionando que me encuentro a varios kilómetros de distancia. Espera un momento intentaré algo.

Los guardias después de un rato empezaron a moverse dejando el paso libre para entrar.

─No estaría mal escuchar un gracias de vez en cuando.

─Te lo diré ya que este a salvo fuera de aquí ─escucho como se queja pero no le doy importancia─. Ahora hacia donde.

─En el siguiente pasillo giras hacia la izquierda después sigues todo derecho, a la izquierda de nuevo en la segunda puerta y al final bajas por las escaleras de la derecha.

Sigo al pie de la letra todas sus instrucciones tratando de esquivar a los guardias que patrullan el lugar, bajo unos tres a cuatro pisos hasta que llego a un camino sin salida.

─La puerta esta cerrada, ¿porqué no la has abierto Rore?

─El sótano de ese edificio tiene un sistema cerrado ni siquiera yo puedo entrar ahí, nuestro espía en el laboratorio debió dejarte una llave por ahí cerca, se trata de una tarjeta para desbloquear esos códigos.

─Aquí esta, ya la encontré ─le informo tomando la tarjeta que se encontraba escondida tras una pila de cajas, la pase por el escáner haciendo que la puerta de metal se abriera acompañada de un sonido electrónico de aceptación.

─Una última cosa chica, aya abajo no podre comunicarme contigo así que te explicaré todo lo que tendrás que hacer ─afirmo y Rore continúa─. Me imagino que sabrás que hace no mucho la Dra. Ana Díaz y su esposo lograron sintetizar un supresor para el virus Z, lo llamaron anticina pero eso no es lo importante, ese supresor debe provenir de algún otra cosa si no hace mucho que la Dra. Díaz lo habría sintetizado, eso es lo que estamos buscando, una clase de suero original, de donde proviene la supuesta cura, debe encontrarse en la zona más protegida de los laboratorios.

─¿Qué sugieres, que revice los laboratorios uno por uno?, eso me llevaría horas.

─Lo único que puedo suponer por los planos es que se encunta en el Alá Este, es la más segura de todas y también es la que gasta el doble de energía. 

─Te contactare después si todo sale bien, cambio y corto.

Entro en las instalaciones subterráneas y ya no escucho nada por el comunicador ni siquiera estática, por lo visto las paredes de acá abajo bloquean toda señal posible.

Tal como me indicó Rore me dirijo Al Alá Este y por fortuna hay menos guardias en esta zona, deben confiar demasiado en su sistema de seguridad, algo buen para mi.

Siguendo la lógica si yo no quisiera que la gente se acercará a algo importante pondría señales de advertencia como "Zona Restringida" o "Sólo Personal Autorizado", así que hago caso omiso de todas esas señales y avanzo haciendo todo lo contrario, después de varios minutos me encuentro frente a un sospechoso maletín resguardado tras un gran vidrio blindado.  

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