Kyara XLI

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Todo el campamento era un completo caos en estos momentos, se escuchaban disparos por todas partes y de vez en cuando una que otra explosión. Sentía mi brazo derecho entumesido de tanto estar disparando pero aún así me negaba a disparar con el izquierdo, pese a que se apuntar con los dos brazos siempre he sido mejor con el derecho y viendo como sólo hace unos minutos esas cosas estaban por pasar la barrera es mejor no arriesgarse.

Me habían ofrecido un rifle automático pero siempre he estado más agusto con armas pequeñas, se me hacen más precisas y confiables, aunque su cadencia de fuego es menor también son menos propensas a encasquillarse, y eso en una batalla equivale a una muerte segura.

Amy se quedo conmigo sobre el muro sur, al parecer el jefe Nickel sólo quería mujeres en su compañía puesto que a la mayoría de los hombres los mando en los Jeeps, eso incluía obviamente a Gus y Tobi.

Cada vez que un infectado especial se acercaba a mi posición sentía el extraño collar, que la vieja Tata me había obsequiado como regalo, vibrar en mi pecho. Consistía únicamente de un gastado cordón el cual llevaba atado un pequeño cristal en forma de diamante de un color negro como el carbón y unas delgadas líneas rojas que hacían parecer que el cristal estubiera agrietado. La última vez que había visto a la vieja Tata me había dicho que era sólo un amuleto para la buena suerte y que si algo muy malo pasaba sólo vertiera un poco de mi sangre en el extraño prisma y lo arrojará lejos, me había explicado que haría la función de una granada de sangre, atrallendo a los infectados cercanos hacia el, sólo que esta cosa era especial, me había dicho también que incluso atraeria infectados clase alpha y que al contacto con ellos quedarían convertidos en "hokka". piedra muerta en su lengua.

No importaba que, cada vez me atraía más la historia de mis antepasados y no cabía duda que esta extraña piedra tenía algo que ver con esas criaturas. Para bien o para mal la vieja Tata sabía algo que no quería decirnos, sin embargo el hecho que hubiera confiado en mi algo como esto ya era un comienzo al menos.

─No tenía idea que alguien pudiera hablar tan mal ─expresa Amy en voz alta a un lado mío para hacerse oir sobre el ruido de los disparos.

─Aún sigues escuchando a ese desgraciado ─tengo peores palabras que describen mejor al jefe Nickel pero si las digo ahora Amy me regañaria─. Yo hace un par de horas que desconecte mi auricular.


─Eso no esta bien Kya, él es el encargado del lado sur, y que sucede si pasa algo malo.

─Algo peor que esto ─le contesto señalando todo el caos a nuestro alrededor.

─Bueno... pues... ─la chica pone una expresión de dolor mientras se sujeta el oído que lleva puesto el comunicador, seguramente Nickel habrá vuelto a gritar como chiva loca─. !Sabes que, al carajo¡

Grita Amy arrojando el auricular al suelo al mismo tiempo que yo abro los ojos sorprendida al verla actuando así, ambas nos quedamos un rato en silencio hasta que una incontenible risa sale de las dos.

─Sabes, me siento una mala influencia para ti ─le digo y ambas volvemos a reír.

Seguimos disparando gran parte de la noche hasta que algo parece andar mal. El collar lleva un par de segundos sin dejar de vibrar a diferencia de las otras ocasiones que sólo se sacudia un par de veces.

─¿Qué ocurre Kya? ─cuestiona Amy al ver que dejé de disparar por un largo periodo de tiempo.

─Algo no esta bien.

En cuanto digo eso último se escucha un fuerte aullido por sobre todo lo demás, después del primero bienen otros dos. Las dos empezamos a buscar su origen y antes de poder decir algo, vemos al mismo tiempo tres enormes criaturas corriendo hacia nosotras o eso es lo que parecía porque a mitad de camino se desviaron un poco a nuestra derecha para evitar la área más llena de estacas.

Sin pensarlo dos veces todos los que nos encontrabamos sobre el muro comenzamos a disparas en pos de esas criaturas pero si lo que decían los reportes era verdad, el calibre con el que contábamos no sería suficiente para derribar a un demoledor clase alpha, nuestra única solución era derribarlos con consistentes ráfagas de munición antiblindaje. Por lo visto los encargados de las ametralladoras pensaron lo mismo porque en seguida llegaron dos que le disparaban al más cercano, la enorme bestia sólo se cubrió con los dos brazos mientras iniciaba una carrera hacia una de las grandes armas.

Muchos pedazos de carne podrida caían al suelo salpicandolo de sangre pero el demoledor seguía su camino. Tenía entendido que eran resistentes pero no me imaginaba que lo fueran demasiado.

No se de quien provino la granada de sangre que impacto contra el demoledor más cercano pero quien lo hubiera hecho pensó muy bien, en cuanto el artefacto chocó contra la enorme criatura comenzó a despedir su característico humo rojizo causando que todos los infectados de alrededor se abalanzarán sobre él. La bestia volvió a rugir enfurecido y empezó a correr más de prisa sin dejar de cubrirse de los proyectiles, para nuestra buena suerte fue interceptado poco antes de llegar a la muralla por un grupo de sabuesos y aunque no representaban gran amenaza para él, muchos más infectados normales se le sumaron a esos perros superdesarroyados y todos juntos pudieron retener a esa cosa.

Alguien más arrojó otra granada a un demoledor diferente pero esta impacto aún en el aire contra un bote de basura que la criatura utilizó para cubrirse de ella, por lo visto también eran más inteligentes de lo que imaginaba. En seguida una parte de los infectados que estaban devorando al primer demoledor desviaron su atención hacia el bote de basura. Viéndose con menor resistencia la bestia empezó a sacudirse frenéticamente lanzando a varios infectados por sobre el muro.

─!Mierda, lograron pasar¡ ─espete preocupada al ver como varios infectados de los que había lanzado el demoledor se ponían en pie y empezaban a dirigirse hacia las casas del campamento.

Escuche una fuerte explosión acompañada de varios gritos que me hizo girarme de inmediato sólo para encontrarme conque una de nuestras metralletas acababa de ser destruida por uno de los demoledores al arrojarle un auto en llamas, una parte del muro también se calló a pedazos dejando una pequeña brecha.

Divise de inmediato a esas tres criaturas, dos de ellas casi intactas sólo con un par de rasguños y la tercera con muchos pedazos de carne suelta y varios chorros de un espezo líquido negrusco que debía ser sangre deslizándose por su cuerpo, sin embargo aún seguía en pie.

Las tres cosas no dudaron ni un segundo y al mismo tiempo embistieron la barricada, el mas herido de todos no logró hacer gran cosa y quedó empalado en varias estacas que protegían al muro, no obstante seguía retorciemdose tratando de escapar de ellas, el segundo de ellos hizo estremecer todo la muralla pero no logró derribarla y el último dirigió su embestida a la brecha que anteriormente habían producido en nuestra defensa causando que los coches se abrieran a su paso lanzando grandes cantidades de escombro por todos lados.

Vi las luces de varios automóviles hacercandose y pude escuchar por el comunicador, el cual tanto Amy como yo nos habíamos vuelto a poner, como Nickel informaba a todos de la situación.

─¡El muro sur ha sido destruido¡ Solicitamos apoyo de inmediato, de la nada nos atacaron tres demoledores y derribaron la muralla. Los infectados han logrado entrar al campamento... Repito, los infectados han logrado entrar al campamento.

En uno de los Jeeps pude ver a Tobi disparando la ametraladora pesada tratando de que más infectados no entrarán al campamento por donde sólo hace unos segundos uno de los demoledores había hecho un agujero, al parecer el también nos vio ya que le indicó al conductor que se acercará a nosotras y cuando lo hizo en su rostro sólo pude ver una emoción, miedo.

InfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora