Infección

Joshua XXXIV

Había podido evitar a Kyara después del banquete y para mi fortuna ella no había insistido mucho y se había ido a dormir. Pero si de algo estaba seguro es que esa peliazul es más terca que una mula y si algo se le mete en la cabeza no se queda tranquila.

Por lo mismo no me sorprendí cuando tan sólo a la media hora de haberme despertado ya la tenía enfrente diciéndome que teníamos que hablar seriamente.

─Kya no tengo tiempo para esto, necesito prepararme para la misión con el jefe Nickel ─intento explicarle pero ella me arastra lejos de la mesa donde yo y otros soldados estábamos desayunando.

─!Tu siempre tienes tiempo para Sara¡ ─finalmente me suelta y se gira para verme directo a los ojos, su tono de voz es casi tan frío como el azul de sus ojos.

─No se que creas pensar pero no hago esto por ella.

─Y que el jefe de las arañas negras sea el encargado de rastrear a Sara sólo es una coincidencia ─la peliazul exclama de forma sarcástica─. Tu más que nadie sabes que no soy tan estúpida como para tragarme ese cuento, eres tan obvio Jhos, te creía más inteligente, pero cuando se trata de ella pierdes la cabeza, casi medio campamento sabe ahora que aún la amas, incluso la líder Raeesha me hizo darme cuenta de algo más importante aún... tu sabías de su traición.

─Yo no la amo, tu sabes que en el pasado si, pero ya no ─trato de decir lo más calmado que puedo.

─¿Recuerdas cuando un sabueso te hirió el pecho y tuviste fiebre por un par de dias? ─pregunta sin intención de detener su mirada acusadora.

─Como olvidarlo, si pensé que iba morir del dolor que sentía.

─!Pues entre sueños me confundiste con Sara diciéndome que me amabas¡ ─parecía que le molestaba más el hecho de que la hubiera confundido con mi ex-novia que el haberle mentido─. !Incluso me besaste pensando en ella¡

Me lleve la punta de los dedos a mis labios sin creer posible que haya sido capas de hacer algo como eso, sintiendo mis mejillas arder al mismo tiempo.

─!Pues perdona por haberte confundido con alguien más¡, pero según recuerdo esa noche me encontraba con una chica tierna que se preocupaba por mi y por mi bienestar, nada parecido a ti, !así que diaculpa¡ ─levanto tanto la voz que casi grito eso último.

─!Ves como todavía la amas Jhos¡ ─la peliazul no se contuvo tanto y ella si término gritandome, si a Kya no le importaba llamar la atención de la gente a nuestro alrededor a mi tampoco.

─!Si, aún la amo, ¿celosa?¡... ─Kya se quedó callada y aproveche su silencio para decir todo lo qué pensaba─. Sara fue la única persona que me comprendía de verdad, le dije mis más profundos secretos y ella me contó los suyos, compartimos nuestros sueños, esperanzas, miedos y metas, me ayudó a ver que este mundo no estaba sólo lleno de mierda y yo hice que confiara de nuevo en las personas ─con cada palabra sentía como mi voz se iba apagando mientras trataba de contener todos esos sentimientos que desenvocaban mis recuerdos reprimidos, intentando no terminar en llanto frente a todos─. Tu dices haber sido su mejor amiga, pero nunca hiciste el más mínimo intento por tratar de comprenderla, sólo hablaban de cosas sin sentido y se reían juntas pero nunca supiste que su sonrisa era falsa y todo lo que detrás de ella Sara ocultaba, ¿acaso alguna vez le preguntaste cómo se sentía?, ¿siquiera sabías si estaba bien?

La peliazul desvío por primera vez la mirada y sus fríos ojos azules se entristecieron.

─...Siempre parecía estar bien, además claro que lo intente, pero ella se negaba hablar de ello.

─!Si en verdad lo hubieras intentado habría terminado diciendotelo¡ ─le recrimine.

─Ese no es el punto importante Jhos ─continuó mi amiga, retomando su anterior actitud, fuerte y retadora.