Diana y yo nos encontrábamos en el ala oeste, justo donde su informante le había dicho que Mateo estaría, y no se equivocaba puesto que de aquí en adelante la seguridad se hacia más presente. Habíamos podido llegar sin percance alguno debido a uno de los túneles que conectaban los varios edificios, en el camino nos encontramos con un par de los lacayos de Mateo, pero no era nada que ambos no pudiéramos manejar y aunque contaban con un par de armas, únicamente tuvimos que atraparlo desprevenidos y en menos de un segundo, Diana y yo ya teníamos jugetes nuevos.
Un rifle semiautomatico fue lo que elegí y mi amiga tomó una escopeta larga, aparte de un par de pistolas claro, aunque Diana me había avisado que no tenía muy buena puntería.
Las cosas se complicaban de aquí en adelante, la única forma de entrar al edificio 2-E sería por la fuerza, y cuando Mateo escuchará los primeros disparos, lo primero que haría sería escapar, aunque si nos quedábamos sin hacer nada y su helicóptero llegaba, de todas formas escaparia.
Diana y yo no lo pensamos más y pusimos en marcha nuestro plan.
Ya que yo era más rápido, actuaría de señuelo atrallendo su atención mientras Diana los rodeaba y atacaba por la espalda.
En cuanto di el primer paso, dejándome ver frente al grupo de hombres, que se encontraban custodiando la única entrada, me dispararon de buenas a primeras, lo único que pude hacer fue dar un salto hacia la pared más cercana para conseguir algo de cobertura.
Lo bueno fue que ya tenía su atención puesta en mi, lo malo es que un disparo había logrado rozarme la pierna derecha y de la herida ya comenzaba a hemanar un poco de sangre, corte un pedazo de tela de mi camisa y lo amarre para hacer una especie de torniquete.
"Bien, esto servirá por al menos un rato" considere en mi mente.
Otro par de disparos me habían logrado dar en el pecho, pero gracias al chaleco que había robado anteriormente también, el incidente no paso a mayores. El chaleco me quedaba un poco flojo, sin embargo era mucho mejor que no traer nada.
Gire hacia donde hace sólo unos segundos se encontraba Diana para descubrir que ya no estaba ahí, de seguro se encontraría haciendo su parte del plan, yo por mi parte cumpliría con la mía.
Saque el arma por el filo de la esquina y dispare en donde más o menos había calculado se encontraban los otros tipos, antes de lanzarme al piso había logrado ver las posiciones de varios. Ni loco asomaria la cabeza ahora, no cuando sus armas no han dejado ni un segundo de disparar. Apenas se había vaciado todo el cargador de mi rifle cuando de repente se dejaron de escuchar disparos, no sabía si era por que estaban recargando al igual que yo, o porque trataban de engañarme para que al fin saliera, podría ser cobarde pero de ninguna forma pensaba dejar mi seguro escondite.
─Venga Leo, no seas niña y sal de una buena vez.
Escuche como me llamaba la voz de Diana y de inmediato sali, cosa que no tuve que hacer, porque en cuanto lo hice decenas de armas apuntaban directo a mi rostro, aparte de que un par más estaban dirigidas a la chica de cabello multicolor.
De inmediato me despojaron de mis armas y ataron mis manos detrás de mi espalda, lo mismo que habían hecho con Diana.
─¡Vaya, vaya. Pero que tenemos aquí! ─bromeó uno de los tipos que apenas iban llegando con nosotros.
─¡Teníamos un trato Jaime! ─le exclamó enojada Diana al dicho hombre.
─¿Nada de amor, ni bebe? ─respondió Jaime con cariño fingido─ Sabes Diana, me rompes el corazón.
Término de decir tocándose el pecho mientras hacia una cara de dolor, el tal Jaime se había hacercado a Diana para tratar de darle un beso pero lo único que consiguió fue que ella le escupiera en el rostro.
─¡Chinga tu madre, pinche puto!
─Bueno, siempre tendré los buenos recuerdos de tu lindo cuerpo en mi cama ─le respondió Jaime a Diana con una estúpida sonrisa tras haberse tallado la cara.
Diana intento librarse para me imagino, golpear a ese hombre, sin embargo dos hombres la tenían sujetaba de los antebrazos y lo único que logró fue ponerse roja de cólera y frustración.
Mientras pataleaba y hacia todo lo posible para liberarse, nuestros ojos se conectaron por un momento y he de admitir que me sorprendió todo lo que estaba dispuesta hacer esta chica por conseguir su objetivo, no solo gastar la fortuna que su padre había logrado reunir para darle un buen futuro a Diana, sino que también estaba dispuesta a dar su cuerpo a cambio de ello, no estaba seguro de como se vería mi rostro en estos momentos, pero el hecho que Diana haya desviado la mirada y agachado el rostro no era para nada una buena señal.
¿Sentía vergüenza de que yo supiera la verdad, o le molestaba mi reacción?, como sea no habría tiempo de descubrirlo en estos momentos porque de inmediato Jaime le ordenó a varios hombres que se quedarán a vigilar mientras con otro grupo más pequeño nos escoltada hacia donde, por lo que había dicho, se encontraba Mateo.
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Infección
Science FictionHan pasado 8 años desde el primer brote de infección, no se sabe mucho de lo que ocurrió en ese entonces pero el mundo nunca volvió a ser el mismo. 7 años del primer avistamiento de un infectado clase Alpha, criaturas que con el paso del tiempo y d...