Capítulo L

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Meera se había asustado en un principio al no ver a nadie en el punto de encuentro, pero no esperó demasiado cuando alcanzó a ver las luces de varios vehículos acercándose, de inmediato bajo de la atalaya para encontrarse con Kyara y sus amigos, hubiera deseado que su hermano también llegara, sin embargo viendo lo apremiante de la situación no le quedaba más que avanzar sin él.

El problema radicaba en que no podrían pasar los vehículos al otro lado del muro, las puertas se encontraban selladas y con todos los infectados estorbando del otro lado, eso sería en definitiva imposible.

Lo bueno era que habían desidido justo ese punto porque ahí se encontraba la atalaya, que precisamente se conectaba con un edificio vecino a través de una cuerda de más de cincuenta metros, alejada del suelo y de esas cosas por almenos otros veinte metros. Cruzar a través de ella sería la mejor opción, pero al llegar al lado contrario del muro se encontrarían a pie, y sin un vehículo de transporte jamás podrían escapar de esas cosas.

─¡Decidan lo que decidan, pero que sea ahora! ─apremió inquieto Jordi que se encontraba sobre la atalaya─. ¡Esas bestias no deben de encontrarse a más de diez cuadras de distancia y parece que nada las detiene!

Todos analizaron la situación, cada uno con sus propias intenciones de actuar, Meera ya se sentía más tranquila con todos ellos ahí y había decidido dejar la decisión en manos de Kyara y sus amigos, la chica de pelo azul no sabía si era muy buena idea que la niña siguiera con ellos puesto que la situación se ponía cada vez más peligrosa y en varias ocasiones le había cruzado por la mente dejarla a cargo con alguien más.

Tobi pensaba más en proteger a sus dos mejores amigas, en especial Amy que parecía siempre meterse en problemas. Jhosua estaba analizando la situación desde todos los ángulos posibles y ninguna estrategia le daba muy buenos resultados que digamos, había tantos factores al azar que cualquier cosa podría salir mal, en general todos se encontraban inquietos, pero sobre todo exhaustos, no habían dormido nada durante toda la noche y parecía que el sol pronto saldría puesto que el cielo sobre ellos comenzaba a esclareser.

─¡Chicos, ya no tenemos tiempo! ─vociferó Helena sacando a todos de sus pensamiento.

─De acuerdo, yo me haré cargo de esa cosa ─informó el rubio hacercandose a la niña para pedirle el artefacto─. Como se ve, eso es el centro de todos nuestros problemas así que me desare de ello.

─¿Jhos, enserio crees que dejaremos que te lleves toda la gloria para ti sólo? ─bromeó Matt esbosando una leve sonrisa.

─Eso lo dice el tipo que hace poco se estaba cagando en sus pantalones ─afirma Guss produciendole a todos una pequeña risa a pesar de la situación─. Pero hablando enserio Jhos, no te dejaremos hacer esto sólo.

Termina de manera sería poniendo una mano sobre el hombro del rubio en señal de apoyo.

─Yo también pienso eso Jhos ─aclara Kyara tomando a la niña de la mano para que se le levante de donde se encontraba sentada─. Pero creo que lo mejor sería separarnos, Meera esta demasiado cansada como para poder seguir corriendo, además si somos demasiados, el pelear se nos hará más difícil, sugiero crear dos grupos, uno se encargará de cuidar a Meera y el otro de deshacerse de esa cosa.

─¡Hey, no soy una niña indefensa¡ ─reclamó Meera con voz chillona sacando otro par de sonrisas─. Puedo cuidarme sola.

─Si, lo se ─le explicó Kyara mientras revolvia su largo cabello negro, enredandolo más de lo que ya se encontraba, la niña sólo se dedicó hacer pucheros de reproche evidenciando que aún era demasiado pequeña─. Pero esta situación nos sobrepasa a todos, incluso a nosotros, lo mejor será que no te separes ni un poco.

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