Capítulo 12°: Extra de Tigre

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Mientras tanto, sin que Bal ni Sofí de dieran cuenta, el gatito salió caminando del departamento tranquilamente y comenzó a bajar las escaleras, con mucho cuidado, sus piernas aún eran muy cortas.

Quizás por eso, solo cuando iba en el tercer piso, llegó Carmen a su encuentro. Tenía cara de estar cabreada, si hubiese tenido ojos humanos los habría puesto en blanco.

— ¿Por qué tardaste tanto? Da igual, de seguro tenías una buena razón —dijo antes de tomarlo en brazos y ponerlo cerca de su cara.

El gato comenzó a ronronear, tratando de contarle lo ocupado había estado vigilando los avances entre la rubiecita y el cavernícola sobrealimentado, esos chicos no necesitaban ninguna ayuda... quizás solo un empujoncito más.

—Oh ¿Es así? ¿Eso es lo que escuchaste? Buen trabajo de esa Sofí no pierde el tiempo esa pequeña rubia astuta, si fuera por Bal esto se habría tardado por lo menos un mes completo más... —el gato volvió a decirle algo—. Claro que lo sé, mientras antes mejor, por eso cuando en lugar de hacer el hechizo de pasión terminé haciendo uno para descomponer el clima. Todos tenemos derechos a cometer errores... aunque al final las cosas salieron bastante bien, quizás mi lluvia sea afrodisiaca o algo así. Subestimo mis propios poderes.

Otra vez, si el gatito hubiese tenido ojos humanos los hubiese rodado.

— ¿Qué? Eres totalmente la mascota de tu amo, igual de maleducado. Claro que fue gracias a mí que esos dos se dieron el gran agasajo la otra noche, pensaba que mis conjuros ya no funcionaban pero vez como aun puedo juntar a esta parejita.

El gato ronroneó y le comunico su incredulidad, él era un buen observador, sabía que pese a la atracción que había entre los dos humanos, sus temores eran superiores, los de la chica de gran impacto, los del chico demasiado recientes.

—Es por eso por lo que te envié para que los vigilaras y ayudaras de ser necesario... no necesitamos de una mascota para los del cuarto piso —suspiró la mujer—, pensé que ya le había cogido el ritmo a esto. A veces siento como si nunca fuésemos a acabar...

Tigre se compadeció de ella, no confiaba mucho en la magia de Carmen pero sus discretas intervenciones habían hecho efecto hasta ahora —o eso sabía según lo que los demás gatos hablaban, él era demasiado joven como para haberlo comprobado con sus propios ojos felinos—, no por nada la pelinegra del piso cinco estaba a punto de casarse y tener los cachorros de su alma gemela, él mismo había sido uno de los gatos de Carmen por algún tiempo antes de reencarnar en Teo Mondragón. También estaba la pareja del cuarto piso, quienes posiblemente no hubiesen descubierto su amor mutuo si no fuera por la magia que encerraba el edificio de ladrillo rojo... esas almas llevaban mucho tiempo buscándose.

—Sí, en eso tienes razón, hemos hechos grandes avances, incluso con parejas inesperadas que están sumando puntos para nosotros —Tigre hubiese rascado su cabeza confundido si hubiese podido, aun no sabía diferenciar cuando hablaba de cuando pensaba como gato—. Aunque técnicamente, eso también fue un error de cálculo, se me paso la mano con esos chicos, me entusiasme demasiado con la idea de verlos juntos... ¿Qué? No tengo nada que ver con lo que les sucedió a sus padres... bueno, sí, pero eso es porque ellos también eran destinados. Fue algo que utilice totalmente a mi favor... ¿Sabes las probabilidades que hay de que te encuentres con tu alma gemela en una vida? Sí, realmente deberían estarme agradeciendo y ellos solo me llaman loca.

El gato ronroneó y se frotó contra la bruja, no estaba de acuerdo con eso.

— ¿Sofí? Ella no me teme ni cree que estoy loca pero eso tiene una razón, Tigre... ella tiene magia en la sangre, solo un poco, creo que es heredada por su tatarabuela gitana... pero no es del todo bueno, no para nosotros. Esa chica carga con una maldición, su ancestro cometió el error de quitarle el hombre a una de las mías, desde entonces todas las mujeres de su línea han sido tomadas y abandonadas, si ni siquiera los primeros hombres de sus vidas fueron capaces de valorar sus corazones por encima de la belleza que las envuelve ningún otro lo hará. Esa es la razón por la que te necesito con ellos desde el principio.

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