Metí mi pie detrás de su rodilla y le di un golpe lo suficientemente duro como para hacerlo caer, aprovechándome un poco de su estado etílico. Bal no me miró sorprendido hasta que se dio cuenta que, de un momento a otro, parecía ser más alta que él y eso solo era porque hice a su rodilla derecha aterrizar sobre un montón de vidrio hecho añicos... no me iba a preocupar porque se cortara, de todas maneras el pantalón debería proteger su piel. Estaba enojada con él y mucho.
—Niña... —comenzó a rugir, mostrando una expresión que claramente decía que se había enojado.
No lo dejé seguir con lo que pensaba decir, no me interesaba, así que tomé su rostro entre mis manos y lo callé sellando sus labios con los míos... solo una presión de mi boca contra la suya y... Santa mamá oso, sus labios eran suaves y un poco adictivos, lo único que quería era lamerlos y saborearlos un poco más pero comenzaba a entender porque mi osito se negaba tanto a darme un beso.
Solté su rostro y me separé de él, solo un poco, aun podíamos compartir el aliento...
Si seguía besándolo algo malo iba a pasar, podía sentirlo en cada célula de mi oxigenado ser, algo como la explosión del mundo, no de manera literal, sino figurativa... el mundo como lo conocía se acabaría si seguía adelante con ese beso.
Los ojos intensos de Bal se quedaron fijos mirándome, impidiéndome esquivarlo y huir, podía oír mi respiración agitada y como la tensión entre nosotros estaba a punto de estallar...
Ni siquiera vi las manos de mi osito gruñón venir hacia mí pero sí las sentí, apretando mi cintura contra su cuerpo mientras me aferraba a su cabello y estampaba mis labios contra los suyos con violencia.
A la mierda el mundo.
Bal dominaba completamente el beso, yo solo podía dejarme llevar, era un botecito de papel siendo arrastrado por un corriente demasiado fuerte, iba a naufragar en él y me importaba poco hacerlo, quería ahogarme. Abrí mis labios, invitándolo a entrar cuando ya no pude aguantar más, quería saborear hasta el rincón más íntimo de su boca.
La lengua de mi osito jugaba con la mía de una manera agresiva y dominante pero suave a la vez, empujaba la mía de una manera que me hacía pensar en cosas mucho más pervertidas que un simple beso, me aferré a su cabello, pegándome aún más a su cuerpo, necesitando más cercanía, mucho más...
Él se levantó del piso con una mano sujetándome de la cintura y la otra... en mi trasero. Jadeé cuando mis pies despegaron del suelo y tuve que rodear su cadera con mis piernas para no caerme. Condenado gigante.
Bal siguió caminando hacia el pasillo que nos llevaba a su cuarto mientras continuaba besándolo y frotando mi cuerpo contra el suyo, sabía que si decía una sola palabra el hechizo se rompería y nos detendríamos.
Pellizqué su labio inferior antes de lamerlo y luego chuparlo dentro de mi boca cuando mi espalda chocó con una pared. Las manos de Bal y la forma en que amasaban mi trasero realmente estaban distrayéndome y, por supuesto, mojando mi ropa interior de la mejor manera.
—Ya no puedo más —murmuró antes de soltar una de mis nalgas para llevar su mano a la parte frontal de sus pantalones y comenzando a abrirlos—. No si me sigues besando de esa manera...
—Bal... —suspiré, cerrando los ojos cuando sentí esa dura parte de él frotándose contra mis bragas.
—Solo un poco, Sofí... —me informó en voz baja, hablando contra mi boca que rogaba por más de sus besos—, prometo que luego iremos al cuarto y te trataré con toda la dulzura que mereces.
—Toma todo lo que quieras de mí... más tarde puedes pedir permiso —pasé mis manos por el cuello de su camiseta, quería sentir la cálida piel de su espalda, al hacerlo me encontré con el chupetón que había dejado ahí el otro día, solo unos pocos centímetros bajo el cuello de su camiseta... y solo dios sabe porque ver esa marca amoratada me hizo tan feliz.
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ALQUILER DE CORAZONES
ChickLitSofi es hermosa, fácil y boba, todo lo que un hombre podría desear... O ese es el producto que vende en su página "Alquiler de Corazones", destinada a ayudar a todo quien necesite a una muñeca Barbie para aparentar. Pero cuando conoce a su nuevo vec...