Sin duda ningún día dura lo suficiente como para que saque el mayor provecho de este. Es decir, me encontraba feliz haciendo un montón de tonterías junto a mis amigos, y de la nada me encuentro una vez más, rogando porque no tuviera que ir a la universidad, pero lamentablemente las cosas no son así.
Se trataba de otra pesada mañana en la cual mi alarma SÍ sonó y me desperté. Por un rato me quedé mirando al techo, esperando de alguna forma que algo pasara y no tuviera que ir, pero no, todo se encontraba bien y por lo tanto me tuve que parar de la cama para ir hasta el cuarto de baño y darme una larga ducha llena de resignación. Es más, ni siquiera tenía ánimos de hacer nada, y es que solamente dormí unas dos horas debido a que de nuevo tuve esas pesadillas. Joder, creo que me estoy volviendo loco, jamás debí tirar esos medicamentos a la basura.
Bueno, creo que se están confundiendo bastante, pues verán que todo esto tiene una explicación. Yo sufro de varios problemas, entre ellos un trauma muy grande debido a épocas de mi pasado que jamás logré superar, por ello es que tengo pesadillas y a veces me dan ataques, como si estuviera soñando despierto, cosas que no son muy agradables; y lo mejor de todo, a veces tengo ataques de depresión. Sin embargo estos ya no se han aparecido en mi vida desde hace unos ocho meses, así que no hay de qué preocuparse. Más aparte de que, gracias al apoyo de mis amigos y mis padres, he podido vivir mis días sin tantas dificultados como antes. Pero no les puedo asegurar de que estoy del todo curado, en cualquier momento podría caer. Ahora que lo pienso, es demasiado gracioso eso, ya que no tengo motivos actualmente para hacerlo. Creo que ya me estoy desviando un poco de lo que realmente importa: alistarme para ir a la institución.
Ya listo tomé mi mochila junto con mi celular y auriculares, salí por la puerta y empecé a caminar por las calles que todos los días transito de allá para acá, de lunes a viernes, todo un jodido proceso. Seguramente ya han de saber que no me levanto con todo el ánimo, pero eso es lo que pasa cuando estás en tu cómoda y caliente cama durmiendo placenteramente, y de repente una alarma suene para que puedas exponerte al frío de cada mañana, o al menos es de esa forma como yo lo tomo cada día.
De estar tan perdido en mis pensamientos no me di cuenta, sino hasta que llegué a la universidad. No encontré cerca a mis amigos, por lo cual me adentré para ir hasta el aula que me corresponde a esta hora; como ya se han dado cuenta, yo no suelo llegar tarde, sólo cuando hay fallas.
Los primeros minutos me encontraba sin hacer nada, solo, en aquella aula vacía. Entonces decidí sacar aquel lindo cuaderno que tanto tiene de mí. "We live our lives like we're ready to die. We're going no where", Saqué un lápiz mordisqueado y me puse a escribir lo que saliera en ese momento, parecía que la inspiración llegó a mí porque cuando pensaba era como si de la nada encontrara las palabras indicadas para ello, "I thought I'd buried you and covered the tracks. You'll have to take this with your cold dead hands I thought I'd buried you. We're sinking, never come." Me había concentrado tanto que no me di cuenta cuando ya todos estaban en sus lugares y el profesor empezaba a dar sus aburridas pero necesarias explicaciones. s
Sin embargo, algo que me sorprendió, fue ver a aquel chico del cabello negro dirigiéndose hasta donde yo, una vez más se repetía la ocasión. Tenía las manos metidas en la sudadera negra que portaba; se veía demasiado rudo, y cuando me miró, fue como si quisiera robarme el alma en algún momento, o yo que sé. Se sentó a un lado de mí y le dio una mirada rápida a mi cuaderno; no dijo nada, sólo desvió su vista al frente. Enseguida de ello tomé el cuaderno y lo regresé al interior de mi mochila.
—Buenos días —susurré—, chico, que aún no conozco su nombre.
—Joder, sólo llevo un día y cacho, y tú no paras de hablar conmigo —susurró sin siquiera moverse de su posición.
—Tal vez deberías golpearme —me burlé.
Y entonces, cuando supuse que no me iba a decir nada me dio un sape; pero fue muy épico porque nadie lo vio, absolutamente nadie se enteró de ello, sólo yo. Me golpeó algo fuerte por lo cual dejé salir una risita mientras sobaba un poco mi cabeza. Joder que aquel chico si que tiene fuerza, tal vez no les debí tomar por locos a los demás cuando decían que es capaz de golpear a alguien por la más mínima cosa.
Después de eso no dije nada más en los siguientes minutos y miré al frente tratando de analizar qué carajo es lo que el profesor estaba explicando; pero parecía que la suerte estaba de mi lado ya que entendí lo que decía al cabo de unos cuantos minutos de prestar atención. Unos momentos más tarde nos puso unos ejercicios los cuales copié en el cuaderno casi tan descuidado como el otro, al menos así no me molestaría por no hacer nada, o lo que sea.
El punto aquí es que fueron demasiado fáciles de realizar, por lo cual terminé seguido del nerd del aula, dejé que el bolígrafo color negro que traía en la mano rodara por el cuaderno hasta detenerse con el espiral del mismo; le dediqué una mirada al chico al lado de mí y pude ver que tenía algunos problemas con el último ejercicio ya que borró su procedimiento unas cuantas veces.
—Sabes, lo estás haciendo al revés —dije mientras veía a su cuaderno, pero seguía fallando, así que dejé salir una risa y acerqué mi cuaderno—. Copia del mío.
Al principio parecía que no lo haría pero después de algunos intentos solamente se dedicó a copiar lo que tenía ahí, cosa que me dio un poco de gracia. Y ahora que lo pienso, ese chico no es toda la fama que se ha creado en un solo día, yo creo que hay mucho más detrás de su apariencia, cosas más allá de lo superficial.
Faltaba unos cinco minutos para que pudiera salir corriendo del aula tal cual cabra loca por ninguna razón lo suficientemente válida para hacerlo, pero no importa que me vale madres. Sin embargo, toda mi vista se fue directo al profesor que se dignó a dejar un jodido proyecto para la siguiente semana. Odio hacer esas mierdas, pero mientras tuviera una calificación aceptable, supongo que no importa.
—...Y el trabajo será por parejas, como están sentados ahora, para ser exactos —dicho eso tomó sus cosas y salió de ahí.
Volteé a ver al chico al lado mío mientras formaba una sonrisa.
—Bueno, compañero, creo que nos espera un proyecto, ¿dónde prefieres que sea? Tal vez podría ser en mi casa, o en la tuya, ¿sabes dónde vivo? Mmm, creo que no, ni siquiera sé cuál es tu nombre —comencé a hablar, sin embargo aquel chico me aventó una bola de papel a la cara haciendo que guardara silencio.
—Que sea en mi casa, dame tu número y te mando la dirección—soltó con su grave voz.
Sin decir nada más le di mi número de celular y este lo registró en su celular algo así como: Un idiota, lo cual me conmovió mucho ya que se había tomado la molestia de ponerme un apodo, creo que me siento especial. Cuando terminó de registrar el número, tomó sus cosas y se paró de la silla donde estaba para irse a la salida, ya que casi no quedaba nadie. Antes de que se perdiera entre toda esa multitud de gente loca que va de un lugar a otro en busca de la siguiente aula que les corresponde, me acerqué a él y toqué ligeramente su hombro.
—¿Que sea hoy la primera reunión?
Simplemente asintió y se fue entre la multitud para perderse de mi vista, así que lo ignoré por completo y corrí hasta el baño, porque en todo ese lapso de tiempo mis ganas de ir fueron aumentando, y ustedes saben. Por suerte llegué a tiempo y pude hacer mis necesidades tranquilamente, o eso hasta que me di cuenta de que llegaba diez minutos tarde a la otra jodida clase, y eso que apenas empezaba el día.
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Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]
Fanfiction¿Alguna vez han pensado en lo mucho que puede cambiar la vida cuando la persona indicada llega? Andrew Biersack era un chico rudo, temido por todos en el nuevo Instituto... todos excepto ese estúpido castaño con obsesión por la leche de chocolate...