Los días avanzaban uno a uno de forma continua, como debía ser de acuerdo al tiempo. Y cabe mencionar, que durante estos, las cosas iban cambiando poco a poco. Pues bien, un día podrías estar derramando miel y azúcar y al otro estar tirado en la mierda como si fuera la salida más obvia, y aunque es fácil irse por ese camino, se trata de un vil engaño del cual no siempre se sale igual de rápido como se entró, pues se trata de un callejón sin salida. Según la lógica, cuando alguien está en peligro, busca la salida más rápida sin importar qué -y a veces nos hace sacar habilidades que ni siquiera sabíamos que teníamos- ¿Y por qué no hacer eso cuando enfrentamos la tristeza o depresión? ¿Por qué apresarse en el callejón cuando se puede hacer algo al respecto? Y tenemos por conclusión, que todo está bien pinche raro, así que no importa.
Desde aquel día en que ambos chicos se encontraba feliz comiendo pastelillos en aquella banca, todo había dado un giro, probablemente predecible, tal vez no, el caso es que la situación no iba fluyendo como en veces anteriores, y a continuación se va a dar una justificación a esto.
Digamos, que a partir de ese suceso en el que la dichosa Juliet había aparecido como por arte de magia en la vida de la feliz pareja, ya nada pudo seguir su rumbo. Pues bueno, desde que Andrew había notado que esa fémina -como nos gusta decirle- formaba parte del alumnado de esa institución, su mundo se vino abajo y su cabeza hizo un estallido inexpicable, lo que también había dejado confundido de sobremanera a su joven pareja, que no entendía nada acerca del comportamiento de este. Y si por algún motivo creían que las cosas iban a pasar inadvertidas, están en un completo error, pues la sitación siguió cambiando aún más.
Oliver se encontraba en las zonas verdes de la institución, sentando en el verdoso césped recién podado viendo hacia las canchas, donde se llevaba a cabo un partido de basketball el cual, estaba bastante reñido, ambos equipos eran bastante buenos y manipulaban el balón con demasiada facilidad; hasta pareciera que aquel balón no tiene peso en lo absoluto, y sin mencionar la precisión y fuerza que ponían en cada tiro hacia el aro, simplemente maravilloso.
Por otro lado, se encontraba Andrew, que a pesar de estar acompañando a su novio, su mirada estaba perdida en la nada, su respiración tan tranquila que pareciera que no es normal. En todo el día no se había animado a decir nada, sin importar cuanto intentara el castaño por hacerle sonreír, para el pelinegro era como si de la nada hubiera olvidado cómo hacerlo, y aunque no quisiera alertar a Sykes, no podía actuar de otra manera. Porque simplemente le incomodaba que aquella otra persona estuviera dentro de la misma institución, le enfermaba el tan solo pensar que alguien como ella estuviera iniciando una nueva vida académica hablando a los demás como si nada hubiera pasado, y aún peor, esa misma gente le tomaba como una gran persona, sin siquiera tener idea de lo horripilante que aquella mujer podría llegar a ser con tal de conseguir lo que quiere y salir ganando.
Probablemente era demasiado rencor el que el ojiazul derramaba hacia aquella nueva, pero esto tenía sus razones. Y qué mejor justificación que el vivir en carne propia las aberraciones que un simple ser humano podría llegar a cometer de la manera más egoísta que se pudiese. Y eso le llenaba de ira, quería mostrar a todos lo que en verdad era esa fémina, pero muy en el fondo sabía que no valía la pena.
—Deja de refunfuñar, pareces un gato viejo —se burló el de ojos oliva tratando de dar humor al ambiente.
Nada. No hubo respuesta alguna, sus palabras se habían esfumado en el aire tan rápido como salieron de su boca, y era casi seguro que en ningún momento fueron tomadas en cuenta por la persona a quienes iban destinadas. Quien tenía una especie de batalla en su mente, no podía pasar por alto el que Juliet estuviera ahí, y mucho menos si sabía que él estudiaba en la misma institución. Lo único que se pasaba por su mente eran cosas negativas, posibles consecuencias que esa chica pudiera traer consigo.
ESTÁS LEYENDO
Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]
Fanfiction¿Alguna vez han pensado en lo mucho que puede cambiar la vida cuando la persona indicada llega? Andrew Biersack era un chico rudo, temido por todos en el nuevo Instituto... todos excepto ese estúpido castaño con obsesión por la leche de chocolate...