Capítulo 22

557 84 85
                                    

Antes

Narra Andy

Me encontraba sentado en uno de lo sillones de mi cómoda y oscura casa. A las tres de la mañana, con un café entre mis manos, moviendo mis pies sin control, seguramente en señal de ansiedad. Es que, durante todo estos malditos días he estado tan sumergido en mis pensamientos que he pasado por alto demasiadas cosas, y no lo sé, creo que me estoy volviendo completamente loco, y el estúpido efecto del café me pone aún más activo, pero sin querer hacer nada más. Es decir, según yo, quería dormir tranquilamente en mi cama, pero tras dar una y otra vuelta en la misma me rendí para simplemente terminar en la situación de ahora, como un loco psicópata que tararea una tonada muy tétrica, a diferencia de que pasaban Batman en la televisión, no podía negarme a verla... aunque bien podría verla después ya que la he comprado en cuanto salió, da igual, una oportunidad es una oportunidad. PERO ESE NO ES EL PUTO PUNTO, sino que estoy a un simple paso de caer en la demencia, mi cabeza no deja de dar vueltas, mis pensamientos son confusos, extraños, locos. ¿Pero qué mierda se supone que está pasando?.

Bueno, realmente yo tengo la respuesta ante eso, yo sé lo que está pasando, pero simplemente me aterra, no lo sé, es tan extraño todo esto, es como la segunda vez que algo como esto ocurre y ya hasta había olvidado la sensación. Pff, no puedo creerlo, si que soy un maldito loco. No, no creo que llegue a ese extremo.

Me paré de mi asiento, dejé la taza sobre la mesa de cristal y corrí hasta el baño para mojar mi cara con algo de agua fría, estaba temblando por una extraña razón. Mi ropa se encontraba desordenada y mi cabello estaba hecho un verdadero desastre. Me miré al gran espejo que estaba ahí mismo, y entonces miré a un Andy bastante cansado, con ojeras que apenas se empezaban a marcar, con los ojos perdidos. Apoyé mis manos en el lavabo para cerrar fuertemente los ojos y tratar de olvidar todo en ese momento, pero simplemente nada de lo que hacía parecía funcionar.

Salí del cuarto de baño para ir hasta la cocina, de la nevera saqué una lata negra con aquel típico símbolo verde. Enseguida abrí esta y tomé un gran trago de aquella Monster, con aquel sabor tan único y encantador, que bueno, no puedo mentir, es una de mis bebidas favoritas, a parte de aquel refresco tan querido a nivel mundial.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Los minutos pasaban uno a un y yo parecía el mismo maldito loco de siempre. Las latas de Monster se fueron acumulando en el bote de basura, mi mente se encontraba fuera de sí y sentía que debía gritar. Mi estado era uno de los más raros que haya experimentado jamás.

Vagaba una y otra vez por mi mente, buscando la razón de todo esto, dando vueltas al asunto, haciéndome de ojos ciegos, pero simplemente no podía negar lo que era más que evidente. El problema que ahora estaba enfrentado era uno que sabía perfectamente, que tenía nombre y apellido, y que por más que traté de enviarlo al olvido, no logré.

Caminé desesperado, por toda la casa, subiendo y bajando escaleras, abriendo y cerrando puertas, saltando y caminando pasillos hasta que por fin me decidí por cambiarme por unos pantalones negros y una sudadera del mismo color para salir de casa. No importaba si ya eran las cuatro de la mañana, eso era lo de menos.

Sin saber a dónde ir caminé por las calles oscuras, con mis manos escondidas en la bolsa de mi sudadera, con la cabeza gacha, hundido en mis pensamientos, tan extraños como siempre. Moví mi cabeza de un lado a otro para tratar de olvidar todo, simplemente comencé a caminar, mirando a mi alrededor sin recordar nada, simplemente pasando mi vista de un lado a otro, en los locales cerrados y sin luz, con las escasas personas que pasaban de un lugar a otro con rapidez mirando a todos lados como si alguien fuera a hacerles daño en cualquier momento, y aunque duela admitirlo, esa era una verdad.

Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora