A los días previos a los sucesos anteriores, no se obtuvieron noticias del castaño. Pues se había asilado de todo mundo en un ataque de pánico más severo que los que había tenido con anterioridad. Pues el hecho de que estuviera pasando por un mal momento y encima llegue una persona con sus malas vibras a envenenar la vida de un vulnerable chico es suficiente motivo para hacerlo enloquecer a tal grado que quisiera acabar con todo de una buena vez. El único consuelo que se tenía es que Oliver seguía con vida, a pesar de que no mostrara señales de ello. Nadie tenía idea de su paradero, ya que no estaban del todo seguros que ese castaño se encontrara en su casa la mayor parte del tiempo. No tenían ni la más mínima idea de todo el sufrimiento que había tenido que pasar y que había dejado una gran cicatriz en su vida que difícilmente podría cerrar.
Día tras día, uno a uno, y nada parecía tener sentido. Sykes dejó de ir a la universidad. Tal vez eso se aun poco normal tratándose de él, pero las situación de su ausencia no lo era para nada. Es por ello que todos se encontraban bastante preocupados debido a su repentino comportamiento. Incluso las personas que llegaron a intercambiar unas palabras con él preguntaban a menudo por su persona, ya que se les hacía bastante raro que no estuviera corriendo de aquí allá diciendo un montón de estupideces. Y a esto se le suman unos cuantos rumores que empezaron a surgir para tratar de explicar la situación de manera lógica. Como lo era el hecho de que el ojiverde se encontrara con su novio de vacaciones o algo parecido. Pero pronto fue desmentido. Por otro lado, había uno más escalofriante que consistía en que su propio novio le había hecho bastante daño al castaño y por eso había desaparecido. Que era el rumor que la mayoría había creído.
Desde el lunes que Andy había regresado de su viaje, hizo su rutina matutina para poder salir e ir hasta la casa de su novio a esperarlo como siempre, con una radiante sonrisa adornando su rostro. Pero él no se encontraba ahí. Tras un par de minutos de insistir en que saliera, se dio por venido y se hizo la idea de que probablemente se adelantó o simplemente se le hizo tarde por quedarse dormido. De cualquier forma tendría la oportunidad de verlo después. Pero ese era le problema que enfrentaba... no lo vio en la universidad, ni en la tarde en su casa. No lo vio durante todo ese día. Obviamente le llamó y dejó varios mensajes con la esperanza que fueran contestados, pero no. De igual manera no hizo mucho caso a ello. Entendía que tal vez su novio se había tomado un día para él solo y claro que lo respetaba.
Aunque la verdad era que lo necesitaba a él ahora más que nunca.
Las cosas empezaron a tornarse raras cuando a los siguientes días —tal como se dijo al inicio— no se hallaron señales de vida del castaño. Ni una sola vez en todo el día. Esto alertó aún más al pelinegro que durante todo el tiempo no dejó de ir a la casa de su amor por las tardes y dejar millones de mensajes y llamadas. Que cada día terminaban con los mismos resultados negativos de siempre. Esto no estaba siendo para nada divertido, en ningún sentido. Andy empezaba a temer que algo le haya pasado a su pequeño novio, lo cual le hizo idear miles de posibles sucesos que le pudieron haber pasado... algunos divertidos, pero otros sumamente trágicos que más de una vez hicieron caer en llanto al ojiazul.
El jueves por la mañana era el día en el que Andy simplemente no soportaba más la ausencia y falta de noticias de su novio. Después todos los estúpidos intentos que hizo por controlarse y convencerse de que era normal, terminó por volverse loco.
Caminaba desesperado por los pasillos buscando por todos lados a las cuatro personas que siempre están con su castaño. Si no podía obtener respuestas por él mismo, entonces tendría que recurrir a sus amigos para poder saber el mínimo minero detalle de su paradero. Seguramente ellos tendría alguna información que darle, y si no, no perdía nada en intentarlo. Después de todo siempre se pueden golpear personas para descargar la ira —cosa que no está bien amigos míos— pero en ésta ocasión sí porque se trata de Oliver Sykes. En ese caso está genial.
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Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]
Fanfiction¿Alguna vez han pensado en lo mucho que puede cambiar la vida cuando la persona indicada llega? Andrew Biersack era un chico rudo, temido por todos en el nuevo Instituto... todos excepto ese estúpido castaño con obsesión por la leche de chocolate...