Al cabo de unos cuantos minutos de estar en aquel auto ce un color negro bastante oscuro, con un ligero toque de brillo, que más allá de ser un vehículo común es como si siempre estuviera listo para ir a un funeral, no lo sé, era acogedor, pero había demasiado negro, no me quejo, a final de cuentas es como al chico le gusta, pero igualmente da un poco de miedo. El viaje junto a aquel chico que miraba al frente mientras reía se hacía divertido. La música a un alto volumen llenaba por completo la capacidad de aquel automóvil y nuestras voces a todo pulmón eran oídas por el otro. Algo así como dos locos que cantan sin parar un montón de música extraña, aunque bueno, supongo que cada quien es extraño a su manera, pues... ¿qué clase de gente pendeja le pone limón a todo?, eso si que es no tener sentido del gusto. Todavía que le echen sal a un pastel de chocolate, o salsa al helado, pero, limón a todo, eso es realmente enfermo. En fin. Mientras avanzamos y mi pregunta de "¿A dónde vamos?" se había sido respondida por un golpe en la cabeza, también me dedicaba a mirar por la ventana, ya saben, para saludar a las personas que pasan por ahí y decirles que "No a la caza deshumanizada de dinosaurios".
—Andy, empiezo a creer que deberías cantar...—dije—. Cantar en un circo, eso sería estupendo.
—Tú eres el que debería estar en un circo. —rió—. Como la atracción principal, "El sujeto más pendejo del mundo".
—Ay, joven e inocente Andrew.—dije mientras movía mi cabeza en señal de negación —. Si la vida fuera así de fácil, no estaría asistiendo a la universidad.
—Vamos, ¿qué hay de ese viejo refrán?, "Si eres bueno en algo, conviértelo en un trabajo".
—Estoy casi seguro de que así no es como funciona.—respondí—. Pero en ese caso, creo que sería...
—Tómate tu tiempo.—dijo riendo—. No queremos que pienses demasiado y tu cerebro termine por explotar.
Simplemente reí ante su comentario. Desde aquella vez que había decidido cambiar conmigo, de verdad que lo hizo, ahora era una persona mucho más abierta y divertida que antes. Tal vez en ese antes ya era demasiado genial, pero ahora, creo que tal vez estoy empezando a conocer de verdad lo que en verdad es, y esa es la verdad. Pues eso, supongo, no es tan fácil de mostrar a cualquier persona... A menos que seas un Olisaurio, en ese caso, prácticamente todo vale mierda. Aunque eso también tiene sus cosas difíciles, como por ejemplo, encotrar a personas: a) Igual de pendejas que tú o b) personas que te soporten. Cualquiera de las dos sirve. Creo que debería crear como un tipo de manual que sea profesional y que te de consejos acerca de la vida para que vivas esa etapa de la mejor manera... Si, sólo me falta un negro y una chica... Naaah, es demasiado trabajo para mí.
Moví mi cabeza de un lado a otro para fijar mi vista en el chico a un lado de mí, este movía sus dedos sobre el volante siguiendo el ritmo de la música mientras seguía manejando toda una puta eternidad, aunque eso no quitaba su cara de total concentración. Por lo que, al querer matar el tiempo, me acerqué a él lentamente, con cuidado de que no se sintiera tan incómodo y todo se fuera a la mierda, ya un poco cerca de su rostro... BOOM, grité muy cerca de su oreja lo que ocasionó que este diera un brinco y desviara un poco el volante. Entonces me hundí en mi asiento mientras me echaba a reír como un loco al mismo tiempo que movía mis piernas de arriba hacia abajo. Tenía que en ese momento fuera brutalmente golpeado, pero tenía una ventaja, el chico no podía hacer casi nada debido a que tenía que manejar.
—Eres un maldito loco.—dijo mientras ponía una mano en su oreja.
—Creo que ya lo había oído.—mencioné.
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Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]
Fanfiction¿Alguna vez han pensado en lo mucho que puede cambiar la vida cuando la persona indicada llega? Andrew Biersack era un chico rudo, temido por todos en el nuevo Instituto... todos excepto ese estúpido castaño con obsesión por la leche de chocolate...