Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]

Capítulo 25

Narra Andy

¿Qué es lo que puedo decir?, las cosas básicamente habían cambiado de una forma bastante significativa, ya que, bueno, después de todos esos cambios que tuve que pasar hasta llegar aquí, pensé que las cosas serían total y absolutamente normales, o sea, que podría rehacer mi vida de una manera diferente, y díganme lo que quieran, pero por semanas creí que en esta nueva ciudad, donde nadie me conocía, era mucho más fácil hacer que todos me temieran, para así no crear ninguna relación sentimental con nadie y por lo tanto, no tener que pasar por las mismas situaciones que en el pasado. Y bien, los primeros instantes parecieron funcionar para mí, logré que toda la universidad no se me acercara y que me respetara (más que nada por temor), y parecía que iba a vivir tranquilo... hasta que de la nada llegó un jodido castaño de ojos oliva, que a pesar de parecer un chico muy... no sé como decirlo, pero, se ve demasiado algo para la actitud que tiene, o sea, esa forma de pensar tan loca, inocente, y tremendamente estúpida, además de que se nota a leguas su comportamiento de niño pequeño. 

Y como por arte de magia (y por una mala pasada del maestro), el chico simplemente se acercó a mí y me trató como si fuera uno más, como igual. Simplemente se acercó a mí y se presentó, tan natural, tan feliz, que bueno, en ese momento me pareció bastante idiota, y ahora... sigo pensando lo mismo, la única diferencia, es que ahora él es mi idiota, o bueno, por lo menos haré que lo sea, lo más pronto posible. 

El punto es, que me di la tarea de conocer mejor al chico, y entonces me di cuenta de que, no importa cuántas veces la vida te arrastra por un camino de mierda, si eres bueno y decides seguir adelante, supongo que algo bueno te espera. Entonces, con esas charlas que tuve con Oliver, me di cuenta de que en el mundo hay personas que de verdad vale la pena conocer. De un momento a otro, ya no quise simplemente alejarlo como a los demás, sino que me interesé por él, por su forma de ser. Y como cualquier cliché, al pasar el tiempo, ese dinosaurio idiota me fue interesando cada vez más hasta que un día, BOOM, simplemente le besé... Y ese ha sido una decisión de la cual no me arrepiento, y tampoco pienso hacerlo. 

Dejando ese tema de lado y olvidando por un rato a ese castaño...

Me encontraba dentro de mi habitación, donde la cómoda oscuridad me mantenía calmado, mientras me relajaba en mi cama, todo era tan sereno, sin ningún ruido por ahí, que bueno, no les puedo mentir, a veces es bastante estupendo poder tener un momento a solas, olvidar todas las cosas posibles, teniendo un momento para uno mismo, sin nada más de por medio. Pero como en toda vida de cualquier persona, hay pequeños momentos en el que la vida se encarga de decirte que no todo es lindo, ya saben, mi alarma había sonado, tan malditamente insistente que me causaba un pequeño dolor de cabeza, es horrible el dormirte tarde mientras piensas acerca de las horas que vas a dormir. Solo que ésta vez realmente no le hice caso en lo absoluto, no iba a dejar que esa mierda arruinara mi sueño, de ninguna manera.

[Pero Andy, tienes que levantarte]. 

Excelente, ahora mi conciencia ha tomado vida propia y quiere decirme qué hacer y que no hacer. ¡Claro que no me voy a levantar! ¿Por qué habría de hacerlo?.

[Porque quieres ver a ese castaño]

Abrí los ojos de golpe sin levantarme, simplemente me dedicaba a mirar a la oscuridad con una cara de sorpresa, analizando con detalle lo que la voz de mi cabeza me había dicho. Y bueno, creo que esa sería una muy buena razón por la que debería levantarme e ir a la universidad, aunque bien, podría quedarme aquí dormido sin hacer nada... Esa es una excelente opción.

A la mierda.

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Los putos rayos del sol se filtraban por mi ventana, la cual había dejado casi sin cubrir, por lo cual aquella estúpida luz se colaba haciendo que toda la habitación se iluminara por completo, y eso no me dejaba dormir, así que abrí lentamente mis ojos, pestañeando un par de veces hasta que me acostumbré al brillo. Me senté recargando mi espalda en la cabecera de mi cama y miré a mi alrededor como si me fuera a encontrar a un asesino que hubiera estando esperando al pie de mi puerta. Alcé mis brazos para estirarme un poco y tomé mi celular que se encontraba sobre una mesita de noche a un lado.