Otro bello día que lleva más o menos unas catorce horas que comenzó, pero eso es lo de menos. Lo único que importa es que los días son iguales de bellos, aunque bueno, el otoño estaba ya por llegar y eso solamente significa un puto viento helado que recorre toda la ciudad moviendo violentamente aquellas hojas de los árboles ya de colores amarillentos, anaranjados, solamente esperando para cuando deban caer definitivamente, cumpliendo el ciclo de la vida supongo. Pero no solamente eso, sino que las cosas son más extrañas. La gente se impresiona por lo rápido que avanza el año, las festividades, que cabe mencionar, aún no hay un puto día del dinosaurio, lo cual me tiene indignado, ¿cómo carajo es que no hay UN día dedicado a ellos?, fueron imponentes, feroces, asombrosos, hacen productos de ellos, no veo la razón por la cual no tengan un día para esas criaturas. Es decir, si hasta hay un día en el que mágicamente es ley demostrarle alguien que lo quieres mediante cartas, cenas, regalos, globos, y más aparte creen es un estúpido bebé en pañales con un arco, y claro, si no tienes con quien pasar el día entonces te sientes mal. No es que sea el peor día, sólo considero que no tiene mucho sentido, pero si hay un día como esos, ¿por qué no uno dedicado a los dinosaurios?. Creo que esos asombrosos reptiles se deben un día, pero dejaré de decir tanta estupidez que bueno, aunque ese es mi negocio, es la razón por la que no se sientan conmigo en el 'recreo'.
Dejando de lado todas esas estupideces que acabo de pensar y que no sé porqué lo hice. Nos regresamos a lo que era esa hermosa tarde en la que bueno. Me encontraba en mi casa mientras ordenaba las compras en el lugar que les correspondía, después de todo no podía quedarme sin nada que comer, además esas galletas de dinosaurios no se iban a comer solas. Gracias padres por todo eso, ah, y por esa estúpida beca que me obligaron a meter. No quisiera decir que soy un genio, porque tal vez no lo sea, más bien se me facilita entender lo que explican, eso es todo. Y mi madre decía que nunca iba a servir para nada.
Mi celular sonaba al máximo de volumen, reproduciendo una canción que obviamente me agrada, de otra manera no la tendría en mi celular. El punto es que me encontraba muy concentrado en cuanto a los asuntos de aquella modesta casa/apartamento, cualquier mierda que esa cosa. Ya saben, de vez en cuando uno debe poner orden y levantar todos esos pedazos de pizza antes de que muten convirtiéndose en rebanadas mutantes que tratan de devorarte mientras duermes tranquilamente.
En un momento determinado, como era de esperarse, había terminado de arreglar la mayoría de cosas, así que simplemente me encaminé hasta la sala para poder aventarme al sillón más grande en señal de que podía descansar pacíficamente, pero eso se vio interrumpido en cuanto un quejido se oyó, por lo que levanté mi vista para soltar un grito un tanto escandaloso para seguido de esto caerme vilmente al suelo.
—¿Qué estás haciendo aquí?.—pregunté.
—Deberías ir al médico urgentemente, porque realmente me estás empezando a asustar—respondió aquel pelinegro—. Aunque si quieres, puedo golpearte la cabeza con una sartén, a ver que pasa.
—Agradezco tu 'amabilidad'.—dije mientras hacía comillas con los dedos—. Pero en verdad quisiera saber qué haces aquí.
—Después de que salí de la universidad, tú corriste todo el camino para alcanzarme. Traté de huir, pero te me lanzaste encima. Y aquí estoy.
—Vaya, esa si que no me la esperaba.—mencioné mientras hacía un raro ademán con mis manos—. Como sea, ¿qué quieres hacer?.
—Amm...—se quedó pensando—. Realmente, nada.
Solamente me le quedé viendo con una cara de, really nigga. Simplemente me senté a su lado y fue como si nos quedáramos sin decir nada en lo absoluto, lo cual hacía de las cosas aún más extrañas. Aunque un punto a nuestro favor es que la música aún sonaba, así que uno podía concentrarse en eso.
Justamente sonaba la canción de Paredise City de Guns n' Roses, una canción muy buena para mí si me lo preguntan. Esos tipos fueron de las bandas de rock más geniales que pudo haber, y es agradable que hasta la fecha siga siendo tan escuchada como la primera vez que se presentaron en un escenario.
—A mí me gustan los dinosaurios.—dije
—Realmente no es nada nuevo.—dijo mientras movía sus dedos al ritmo de la canción.
Otro estúpido silencio, lo que menos me gusta. Pero vamos, estaba tan de emo como nunca antes, no tengo la menor idea de lo que le pasa al pendejo este.
En un momento determinado de aburrimiento me levanté del sillón para subirme a la mesa que estaba por ahí, hice mi mano puño y lo acerqué a mi boca para simular que era un micrófono. Mientras sonaba el distintivo conjunto de batería y guitarras, esperando el momento indicado para cantar. Entonces movía mi cuerpo como si estuviera poseído o algo por el estilo, lo que le dio risa a mi compañero.
—Take me down to the paradise city, where the grass is green and the girls are pretty.—comencé a cantar. Hice mi puño en su dirección para que cantara la siguiente parte, pero se negó. — Take me home. Take me down to the paradise city. Where the grass is green and the girls are pretty. Take me home (oh won't you please take me home).
Y volvimos a la típica batería acompañada de aquellas guitarras que formaban aquel tan maravilloso sonido. Comencé a sacudir un poco mi cabello, después de aquel silbato moví todo mi cuerpo junto a mis piernas preparándome para seguir cantando.
—Just a urchin livin' under the street. I'm a hard case that's tough to beat. I'm your charity case so buy me something to eat. I'll pay you at another time. Take it to the end of the line.
Me bajé de la mesa para caminar hasta el chico que en todo el rato había estando observándome mientras reía, lo tomé de la mano y lo jalé para hacer que subiera a la mesa de igual manera, coloqué el 'micrófono' cerca de su boca.
—Rags to riches or so they say. Ya gotta keep pushin' for the fortune and fame. You know it's all a gamble when it's just a game. Ya treat it like a capital crime. Everybody's doin' the time.—comenzó a cantar a todo pulmón, en verdad que su voz era demasiado encantadora.
—Take me down to the paradise city. Where the grass is green and the girls are pretty. Oh won't you please take me home, yeah yeah.—seguí cantando los coros.
Entonces fue cuando, al ritmo de los instrumentos y la voz de Axl Rose fue como ambos terminamos cantando aquella canción por toda la casa, caminando de allá para acá, haciendo desastres. En ese estúpido momento no importaba nada y de verdad me divertía estando con aquel chico, que después de tanto tiempo que llevo de conocerlo ha demostrado que en fondo, más allá de todo lo superficial, es solamente un humano que vive la vida como puede, que tiene sentimientos y una severa obsesión por Batman. Pero a final de cuentas eso es lo que hace a cada quién lo que son. Y mientras seguíamos cantando como idiotas dejándonos llevar por la música, todo lo demás valía una completa mierda servida en un tazón profundo color verde que luego es impactado en la cara de un payaso mientras este se cae al agua.
E/A
Lamento haber desaparecido sin darles un capítulo, es solamente falta de tiempo en la computadora. Como sea, ya pronto, les prometo que volveré y subiré más capítulos para su puro entretenimiento. Mientas les dejo este para que sepan que no he muerto y que tampoco pienso abandonar la historia, de ninguna manera. No, después de leer sus lindos comentarios, eso me hace el puto día y la noche. Hasta el próximo :3
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Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]
Fanfiction¿Alguna vez han pensado en lo mucho que puede cambiar la vida cuando la persona indicada llega? Andrew Biersack era un chico rudo, temido por todos en el nuevo Instituto... todos excepto ese estúpido castaño con obsesión por la leche de chocolate...