CAPITULO 33 FE PERDIDA

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DEDICADO A: ROSY ROSERO

Con un personaje creado especialmente para ti

"Nunca pierdas la Fe"

Eren tuvo esa tarde una visita muy inesperada, era Xionela.

Extrañada de su visita la hizo pasar a la sala y tomar asiento.

- ¿Como esta Yago?- pregunto con una sonrisa pues Yago se había ganado no solo sus respetos por salvarla, también su cariño.

- Muy mimado, - puntualizo Xionela con una gran sonrisa y Eren se dio cuenta que efectivamente ella estaba muy enamorada- esta en mi apartamento y lo tengo súper consentido. Lo he dejado con Demi que también lo esta malcriando.

Eren se sintió muy feliz al oír eso.

- Yo no he podido verlo porque no me dejan dar un pie fuera de este apartamento, pero lo he llamado.- explico a modo de disculpa.

Xionela le brindo una sonrisa conciliadora

- El sufrió mucho con la perdida de su esposa e hija, y por eso siente un cariño especial por ti y por Demi.

- ¿Tu lo amas de verdad?- pregunto dudosa, pues ella había sido la amante de Cristhofer y aun el costaba creer que solo eran amigos.

- Con todo el corazón.- respondió ella sin titubear y Eren le creyó.

Ese brillo que había en sus ojos y sus mejillas sonrojadas no daba lugar a dudas.

- Me alegro mucho por el y por ti, aunque me sorprendió saber que tu eras sus enamorada secreta.

- A veces la vida nos sorprende.

- Quieres tomar algo, refresco, te, café.- ofreció

- No, gracias, he venido a hablarte de Cristhofer.

Eren sintió que el corazón le saltaba tan solo con la mención de ese nombre que aun seguía vivo en su mente y su corazón.

No hay nada que hablar de el.- indico porque ya no tenia sentido hacerlo.

- Estas dispuesta a oír toda la verdad sobre Cristhofer- pregunto y añadió-Cristhofer vivió un infierno y ese infierno lo ha llevado consigo toda la vida.

Xionela esa tarde decidió rebelarle todo lo que ella sabía sobre Cristhofer.

Desde las golpizas que su padre le daba, el encierro al que lo sometió, hasta lo que quizás lo marco de por vida y que los seguía atormentado hasta el día de hoy: su participación en el asesinado de su hermana menor.

El padre de Cristhofer una noche había llegado tomado a la casa que compartía con sus dos hijos, tras la muerte el año pasado e su esposa, y en una arranque de ira empezó a golpear a la niña que había encontrado en la sala jugando con una muñeca.

Cristhofer de 11 años intervino pero solo se llevo una golpiza que también lo dejo inmovilizado.

La niña intento escapar pero el padre la alcanzo y le dio una bofetada que la hizo caer contra el piso y golpearse la cabeza, y ya ella nunca más abrió sus ojos.

No fue suficiente para aquel niño, perder a su hermana a manos de un padre violento y con un corazón desalmado, sino que lo obligo a ayudarle a enterrarla en su patio.

Por eso hasta el día de hoy Cristhofer se consideraba un asesino por la participación en ese hecho que lo marco y definió al hombre que llego a ser.

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