Capitulo 18

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Maratón 4/7   

Maya abrió los ojos asustada e instintivamente se llevó las manos al vientre comprobando que lo que decía el profesor no era real. En cambio Lucas estaba muy pálido y parecía haber olvidado como se respiraba.

—Yo-yo ¿Estoy embarazada? — Pregunto la rubia con los nervios a flor de piel y el profesor asintió, disfrutando de la reacción de la pareja — ¿De quién?- continuo cuestionando, horrorizada por imaginarse a sí misma con una vida creciendo dentro de ella.

—¿Que no prestan atención? — Bufo el hombre molesto por la falta de coeficiente intelectual de los rubios— Estas embarazada de tu esposo — Señalo a Lucas, haciendo ver la situación como la cosa más obvia del mundo. Maya seguía horrorizada y demasiado confundida para comprender lo que le decían y aun seguía con sus manos en su vientre como si fuera a sentir de pronto algún indicio de vida, pero lo mejor que llegaría a tener seria el sonido de su almuerzo revolviéndose.

En cambio Lucas, que hasta el momento no había hablado, parecía demasiado callado y ausente, pero era porque de pronto a su mente vino la imagen de un pequeño rubio, con los ojos tan azules como los de su madre, piel de porcelana y una hermosa sonrisa burlona como las que se dibujaban en la cara de Maya cuando lo llamaba Huckeberry, pero de pronto la imagen se vio opacada por una sensación de miedo terrible, que le helo la sangre y le erizo la piel, devolviéndolo a la realidad.

—¿Estas embarazada? — Le pregunto Lucas a Maya mirándola con reproche — ¿Cuándo pensabas decírmelo?- le pregunto dolido por enterarse de aquella manera de su paternidad.

—No uses ese tono conmigo Friar — Le dijo la rubia fulminándolo con la mirada— Yo también me acabo de enterar...-susurro con voz baja tratando de entender como paso de no querer estar cerca del vaquero a esperar un hijo de el.

—No estoy preparado para ser padre aun — Dijo el vaquero asustado, pensando en todos los posibles errores que podía cometer. ¿Y si tiraba a su hijo de cabeza?, ¡Dios! No quería ni imaginarse que algo le pasara al pequeño rubio de su imaginación.

—Yo tampoco lo estaba pero a mi esposa no pareció importarle mucho cuando tuvo a nuestro hijo así que a la tuya tampoco — Le dijo el profesor tratando de disimular una carcajada al ver a la pareja asumir una paternidad inexistente— Ahora vayan a sentarse y dejen de hacerme preguntas.

—Pero no quiero estar embarazada — Dijo Maya, tratando de usar su lado lógico y dejar de tomarse tan enserio la situación.

—¿Que te hace pensar que me importa?- cuestiono el profesor harto de ser cuestionado por todo.

—Cuida como le hablas a mi esposa amigo — Le dijo Lucas, tratando de controlar al Lucas de Texas que luchaba por salir al exterior y darle una lección inolvidable al maestro de Educación Física.

—Tranquilo amor — Le dijo Maya a Lucas poniendo una mano en su hombro transmitiéndole una oleada de calor abrazador, aunque estaba fingiendo a Lucas le gusto como lo llamo y la sensación de ser acariciado por la rubia, definitivamente se podría acostumbrar a ello

— Este hombre no sabe nada acerca de cómo tratar a una dama-dijo el rubio, pasando un brazo por el hombro de la ojiazul a modo de confort y protección. Logrando que la rubia disfrutara del aroma a canela y calidez que irradiaba el cuerpo de Lucas.

—Tienes razón no lo sé — Reconoció el profesor recordando cada uno de sus divorcios— Ahora vuelvan a sus puestos- contesto fulminándolos con la mirada.

—Bien — Dijo Lucas tomando la mano de su esposa y llevándola hacia las sillas más cercanas a la ventana— Iremos a sentarnos- refunfuño para sí mismo.

Genius Vs HuckleberryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora