Capitulo 52

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La nieve caía copo a copó , cubriendo la ciudad con un enorme y resplandeciente manto blanco que daba la sensación de proteger a todos los habitantes, además de que en cada esquina las coloridas luces y el calor que irradiaba cada tienda hacían que el espíritu navideño se sintiera hasta en el aire. Las fiestas comenzaban y la noche buena ya era historia, lamentablemente para Riley esa fecha tan especial tuvo que pasarla sin sus amigos, pues estos habían decidido pasarlo cada uno con sus respectivas familias, situación que comprendía pero que no le parecía del todo ideal, ya que ella llevaba un tiempo planeando una pequeña reunión entre ellos, pero al no ser posible, disfrutó de las fiestas con su familia, repartiendo regalos, tomando ponche y jugando algunos juegos ochenteros. Pero entre tanta alegría y ruido, pensó en el triángulo, en la supuesta elección de Lucas y en todo lo que había pasado estos últimos meses, en especial en la lejanía del ojiverde, pues cada vez que lo besaba era como si sus labios ya no le correspondieran, cada vez que lo abrazaba sentía frialdad en vez de calidez y cada vez que la miraba era como si el buscara en sus recuerdos la mirada de alguien más y no la suya. Se había negado a aceptarlo pero después de tanto tiempo y de tantas pruebas, era absurdo negar que Lucas ya no la amaba de la misma manera , por lo que después de lo que pareció una eternidad tomó una decisión, algo que cambiaría la vida de todos , pero que los liberaría un poco de tanta mentira. Y hoy que era 31 de Diciembre estaba lista para comenzar el año con madurez, por eso había citado a Lucas en la azotea de su casa, justo en el lugar donde una vez Farckle había gritado a los cuatro viento su amor, justo donde el triángulo había comenzado oficialmente, ahí en ese hermoso lugar en donde haría lo más difícil de su corta vida. Pues a veces cuando la noche parece más oscura es porque va a amanecer.

Se encontraba sentada en el banco de la azotea, vestida con un precioso abrigo rojizo con toques dorados en los botones y unas preciosas botas café que a juego, la hacían lucir muy bonita, aunque eso no era lo importante, pues hasta ahora su estómago no paraba de revolverse ni su cuerpo de temblar, definitivamente no sería fácil.

Ella nunca había imaginado la posibilidad de romper con Lucas, ella siempre pensó que estarían juntos para siempre, se casarían y el sería un veterinario y ayudarían a muchos animalitos juntos, pero toda esa idea se esfumo cuando se dio cuenta de que el ojiverde no parecía compartir su sueño. Ella quería creer que eran alucinaciones pero ya era demasiado obvio, él no la amaba o por lo menos no de la misma manera en la que ella lo hacía. Maya creía que Riley lo amaba como hermano pero al parecer era al contrario Lucas la quiera a ella como hermana o eso quería creer la castaña porque la idea de pensar que el no pudiera quererla de ninguna forma le aterraba. Aunque eso no aminoraba el dolor que fluía como la sangre , por todo su torrente sanguíneo y que incluso casi podio ir desgarrando entre cada musculo o cada tendón.

Unos minutos después Lucas llego a la azotea cubierto por un abrigo negro que enmarcaba a la perfección su figura, haciéndolo ver a un más guapo de lo que ya era. Pero la temperatura no ayuda al muchacho, pues desde que había salido de casa, llevaba las manos frías al igual que la punta de su nariz y sus mejillas, tal vez convencería a la castaña de entrar en su casa y charlar en un lugar menos helado. Pronto llego a justo a unos cuantos pasos del pequeño rayo de Sol, quien sentada en esa posición parecía mucho más pequeña y frágil de lo normal, pues su habitual alegría no estaba por ningún lado, cosa que alerto de inmediato al rubio y comenzó a preocuparlo

—Hey — Saludo el rubio tomando asiento en la banca, procurando sonreír lo más dulcemente posible, tratando de encontrar la mirada de la castaña quien hasta ahora se negaba a despegar la vista del cielo.

—Hola — Respondió, dibujando una pequeña sonrisa en sus labios, rezando por que las lágrimas no la traicionaran justo ahora, aunque eso seria inevitable.

Genius Vs HuckleberryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora