SOLO POR TI

CAPITULO 5

-- ¿A quién le dices loco? -- salte de la banca al escucharlo detrás de mí. Me lleve la mano a mi corazón

--Santo Dios, casi me matas del susto -- soltó una carcajada y se dejó caer en la banca y me vio divertido

--Lo siento por asustarte, pero no tuve de otra mocosa, pero ahí que decir que cuando se trata de huir caminas rápido.

Fruncí el ceño y me cruce de brazos

--Si sigues frunciendo el ceño te saldrás arrugas más rápido lo sabias -- sonrió con más ganas al ver que mi ceño se intensificaba más -- Ok no te enojes más, solo necesito que me hagas el favor.

--Si te lo hago me dejaras en paz

Asintió y sonrió de lado.

--Habla -- prácticamente le ordene para terminar con esta incómoda situación

--Necesito que cuides a Kurama por un mes en tu casa, te pagare por ese tiempo

Eleve una ceja

--Sabias que en las veterinarias hay guarderías excepto en la que yo trabajo y lo que no entiendo porque quieres que lo cuide yo y en mi casa.

Se cruzó de pierna y me vio fijamente

--Por dos simple razones, la primera a él no le gustan esos sitios y está vetado en más de una guardería para perros y la segunda porque eres la primera persona que le agrada bueno después de mí, hasta el punto de seguirte al sitio que más odia en el mundo.

Analice por unos segundos sus palabras para continuar con la conversación

-- ¿Cuál es la razón para que sea en mi casa? Lo puedo ir a cuidar a la tuya cuando no estés.

--Porque tengo una visita que llega mañana en la tarde y a ella no le gustan los animales, bueno en si no le gusta Kurama y a él no le agrada ella y tengo miedo que mientras no este se arme la guerra entre esos dos.

Lo mire confuso "¿ella? Quien será esa persona, bueno a mí que me importa"

--Mi madre, estoy hablando de mi madre no de otra mujer si te lo estas preguntando -- parpadee confusa, ¿cómo supo lo que estaba pensando? -- ella odia a muerte a Kurama desde que rompió su jarrón favorito, daño sus sabanas importadas y mordió sus zapatos favoritos, bueno él la odio porque en venganza ella le daño sus juguetes favoritos, le dio la comida que menos le gusta y lo hizo dormir en el patio.

Sonríe nerviosa ante el relato, eso parecía una pelea entre hermanos. El rubio suspiro cansado para continuar.

--Cada vez que viene de visita tengo que esconderlo y como te dije antes en las guarderías para mascotas no tiene buenas experiencias y ya está vetado de más de una y su fama se extendió a casi todas, así que cuando vi que le caíste bien y el enterarme que mi madre viene decidí pedirte este favor.

--Ah ya, comprendo -- me puse pensativa por unos momentos -- algo más

Me vio sorprendido

-- ¿Cómo sabes que hay algo más?

Entorne los ojos

--Por la expresión en tu rostro, cuando terminaste desviaste tu mirada y estás jugando con tus manos mientras hablas, me dicen que es así, lo que tengas que decir, dilo de una vez porque no me gusta que den tanto rodeo para decir las cosas.

El rubio se ruborizo avergonzado, tenía que aceptar que se ve adorable de ese modo.

Sonrió de lado

--Si es cierto hay algo más que tengo que decirte -- acepto para ponerse de pie y acercarse a mí más de lo debido, di dos pasos hacia atrás para tener una mayor distancia, no podía entender porque me podía nerviosa el tenerlo tan cerca, pero eso no era bueno para mi corazón. -- Pero primero ten -- me paso un sobre, el cual tome al verlo mis ojos se abrieron muy grande -- este es la mitad del pago por cuidar a Kurama el resto te lo daré al finalizar el mes.

Mis manos temblaron al ver esa cantidad de dinero y mi mente voló ante lo que podía hacer con esa cantidad, pagaría la mitad de la deuda estudiantil, ahorraría la otra mitad para más adelante abrir mi propia veterinaria.

--Por la expresión que veo significa que aceptas.

Asentí con emoción, mientras mi mente volaba con ilusión que todo mejoraría a partir de este momento, soñaba despierta que Dios se había acordado de mí y que el rubio había sido enviado para ayudarme a dar inicio a cumplir mis metas.

--El algo más que tenía que decirte es lo siguiente -- hizo una pausa para verme, pero yo solo tenía mantenía la mirada fija en el dinero y en mundo soñador -- yo voy a ir a visitar a Kurama a tu casa las veces que yo quiera y a la hora que yo desee.

--Si no hay problema -- respondí distraída, pero a los segundo reaccione -- ¡¿Qué?!

El sonrió complacido con mi respuesta y apoyo sus manos en mis hombros

--Es un gusto hacer negocios contigo mocosa -- se alejó de mi para girarse e irse

-- ¡Oye espera! Como es eso que vas a ir a mi casa cada vez que quieras -- le grite entre enojada y perpleja, el continuo su camino de forma calmada, levanto su mano para despedirse.

--Mañana temprano voy a dejar a Kurama a tu veterinaria, nos vemos mocosa

Me quede inmóvil en medio del parque, mientras se perdía de mi campo de visión y yo procesaba todo lo que acaba de ocurrir.

Ese fue el primer escalón que subí, el cual aria que mi mundo se volteara de cabeza...si pudiera volver a ese día no fuera aceptado tu propuesta, para evitar que ese sentimiento por ti se fuera desarrollado, al punto de lastimar a los demás, lastimarte a ti y lastimarme a mí misma hasta el punto de desear morir para no sentir lo que siento.

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Continuara